tu padre hizo lo posible por impedirlo, pero el caso es que me fui. Pense que con el tiempo descubririas lo ocurrido y entonces me llamarias.

Habia mas que eso, penso ella. Reyhan era un hombre orgulloso. Jamas suplicaria por algo. Ni siquiera por ella. Y posiblemente por ninguna mujer.

– Deberia haber sido mas curiosa -dijo-. Pero en vez de eso tome el camino facil y crei a mis padres. Observo las lineas duras del rostro de Reyhan. ?Quien era aquel hombre que se habia casado con ella y luego habia desaparecido? Si ella no hubiera sido tan joven e inexperta. Si se hubieran conocido como iguales… Seis anos antes ella lo habia intrigado al principio, pero el se canso enseguida de su inocencia infantil. ?Y ahora?

No tenia respuesta para eso, aunque estaba mas que dispuesta a aceptar otro beso.

– Asi que, despues de todo este tiempo, al fin podemos hacer las paces con el pasado -dijo ella-. En unos dias el rey autorizara el divorcio.

– Si.

La aceptacion de Reyhan fue un duro golpe para Emma, que se reprendio a si misma por ser tan ingenua. No podia tener ningun interes en el. Lo que tenia que hacer era olvidarse de todo y empezar de nuevo. Encontraria a otra persona, alguien mas parecido a ella, y formaria una familia. Aquel era su destino… no un principe arrebatador en un pais extranjero.

Se levanto y el hizo lo mismo. Habia mucho que decir, y al mismo tiempo ya estaba dicho todo. Lo que podria haber sido seria un misterio para siempre.

– Me preguntaba si seria posible visitar el palacio -dijo ella.

– ?Que quieres decir? -pregunto el con el ceno fruncido.

– No es probable que vuelva a Bahania en el futuro. Me gustaria aprovechar al maximo mi estancia aqui y ver algo del palacio y de la ciudad.

– Puedes moverte a tus anchas por el palacio.

Ella se echo a reir.

– Gracias, pero vagar sin rumbo por ahi no es la idea que tengo de pasarlo bien. Me gustaria saber algo del palacio. Su historia, por ejemplo. ?No se ofrecen visitas guiadas?

– Yo te llevare a donde quieras ir.

– Es muy amable por tu parte, pero no es necesario. Ya se que estas ocupado.

Por supuesto que le encantaria pasar tiempo con Reyhan, pero el tenia otras responsabilidades que la incluian a ella.

– Hasta que nos divorciemos eres mi mujer. Te ensenare el palacio y la ciudad. Empezaremos hoy despues de comer.

– Eso parece mas una orden que una sugerencia.

El sonrio.

– Has sido tu la que ha mencionado la visita. Yo solamente me amoldo a tus planes.

– En ese caso, estoy impaciente -dijo ella alegremente-. ?A que hora?

– ?A las dos en punto te parece bien?

Emma se echo a reir.

– No se puede decir que tenga una agenda llena. Estare lista a esa hora.

El le tomo la mano y se la llevo a la boca. En el ultimo segundo, le doblo los dedos y presiono los labios contra la cara interna de la muneca.

El contacto humedo y ardiente le provoco a Emma un escalofrio por todo el brazo. La tension invadio su cuerpo y las rodillas le flaquearon peligrosamente.

– Hasta las dos, entonces -dijo el, soltandola.

Emma salio rapidamente del despacho, porque su unica alternativa parecia arrojarse en sus brazos y suplicarle que no la soltara. Una sensacion que no podia ignorar, ni tampoco explicar.

Reyhan se presento puntualmente a las dos. Pero mientras que el ofrecia un aspecto increible con su traje, Emma habia pasado un mal rato eligiendo su ropa. Queria parecer sexy, glamorosa y atractiva. Todo un reto teniendo en cuenta el contenido de su equipaje. Su atuendo mas elegante consistia en pantalones caquis, faldas largas y tops sencillos. No era exactamente la moda que captara la atencion de un principe.

Un principe que queria divorciarse de ella, se recordo a si misma con una sonrisa mientras se alisaba la falda. Reyhan le habia dejado muy claro que queria echarla de su vida. No era exactamente lo que haria un hombre fascinado por sus encantos.

– ?Que te interesa mas? -Le pregunto el cuando ella salio de la suite-. En algunas salas abiertas al publico se exhiben unas colecciones de joyas antiguas impresionantes.

– Seguro que son preciosas -dijo ella-, pero me interesan mas los muebles antiguos y los tapices.

Reyhan alzo una ceja, pero no hizo ningun comentario. Tal vez no la creia, penso ella, pero ese no era su problema. Le gustaban las joyas como a cualquier mujer, naturalmente, pero no estaban en su pais.

– Muy bien -acepto el-. Empezaremos por la seccion mas vieja del palacio. La estructura original se construyo a finales del siglo X. Desde entonces, el palacio rosa ha experimentado sucesivas remodelaciones y ampliaciones. Una vez, durante el reinado de Isabel I de Inglaterra, la hija de un acaudalado mercader fue secuestrada por el hijo bastardo del rey de Bahania y la retuvo prisionera en palacio para pedir un rescate. Al cabo de un tiempo, en vez de liberarla, se enamoro de ella. Se casaron y fueron felices juntos. Para su decimo aniversario, el le regalo una capilla… una representacion en miniatura de una catedral que ella habia visto una vez en Francia. Empezaremos por ahi.

Emma caminaba a su lado, intentando que no la afectara el calor que emanaba del cuerpo de Reyhan.

– ?Cuantas mujeres han sido secuestradas y retenidas contra su voluntad?

Reyhan sonrio.

– Es una tradicion consagrada para los jeques tomar aquello que admiran.

Que reconfortante, penso ella con ironia.

– ?Entonces hay un haren en el palacio?

– Naturalmente.

Emma no supo si queria verlo o no. Un lugar donde las mujeres eran encerradas para ofrecerle placer a un unico hombre… Aunque por lo que recordaba de sus lecturas, eran mujeres con mucho tiempo libre.

Miro a su marido y se pregunto como seria ser secuestrada por el. ?Seria amable? ?Exigente? Temblo solo de pensarlo. El deseo que siempre amenazaba con salir a la superficie cuando el estaba cerca estallo de repente y la necesidad de tocarlo le invadio todo el cuerpo. Queria que la apretara contra el, que la besara y acariciara. Pero en vez de eso tuvo que conformarse con el roce ocasional de sus brazos.

– ?Los hombres de Bahania tienen mas de una mujer? -pregunto.

– No. Esa practica murio mucho antes de que fuera legalizada. Los hombres no tardaron en darse cuenta de que hacer feliz a una sola mujer era trabajo suficiente.

– Nunca he entendido por que la poligamia fue tan popular -dijo ella mientras salian a un jardin. Lo reconocio como el que habia visto desde su balcon. Por donde Cleo y su marido habian paseado a solas-. Para una mujer seria muy facil estar con mas de un hombre por la noche, pero despues de que los hombres… eh, lleguen al final, tiene que pasar un rato para que se recuperen.

Apenas lo hubo dicho cuando se dio cuenta de que pisaba terreno muy peligroso. ?Realmente queria tener esa conversacion con Reyhan?

El la miro con expresion inescrutable.

– ?Eso lo sabes por propia experiencia?

– No. Solo lo he… oido.

– No se trata de placer -dijo el-. Se trata de los hijos. Una mujer solo puede concebir cada nueve meses. En ese tiempo, un hombre puede fecundar a otras mujeres.

– Oh. Eso tiene sentido -dijo ella animadamente-. ?Que es eso? -pregunto, senalando una gran estatua blanca de un caballo encabritado.

– Un regalo del rey de El Bahar. Siempre hemos tenido unos lazos muy estrechos con nuestros vecinos.

– Si, recuerdo haberlo oido..Reyhan la condujo por un estrecho sendero, flanqueado por exuberantes plantas y altos arboles que ofrecian sombra. Estaban a mediados de abril y la temperatura aun era agradable, pero Emma estaba segura de que en verano seria insoportable.

Вы читаете El jeque enamorado
Добавить отзыв
ВСЕ ОТЗЫВЫ О КНИГЕ В ИЗБРАННОЕ

0

Вы можете отметить интересные вам фрагменты текста, которые будут доступны по уникальной ссылке в адресной строке браузера.

Отметить Добавить цитату