No pronuncio la palabra en voz alta, pero de algun modo el la oyo, porque sus ojos despidieron llamas de deseo, su mandibula se tenso y su respiracion se acelero.

Miro hacia la puerta de los probadores y ella supo lo que estaba pensando.

Era una locura, pero lo deseaba desesperadamente. Podia…

El ruido de unos tacones rompio el silencio erotico. Antes de que Emma pudiera decir nada, Aimee aparecio y Reyhan se dio la vuelta. Fue como si el momento no hubiera existido. Emma volvio de mala gana al probador y se quito el vestido.

Mas tarde, de vuelta al palacio en la limusina cargada de bolsas y paquetes, y con Reyhan sentado lo mas lejos posible de ella, Emma intento averiguar que estaba ocurriendo entre ellos.

Seis anos atras, despues de la breve ceremonia de boda, se habian retirado a la suite de un hotel y habian pasado tres dias juntos. Emma recordaba como habian hecho el amor. Por su parte apenas habia habido deseo. Solo verguenza, miedo e incluso dolor; y cuando el se fue a Bahania, ella lo agradecio en el fondo. Por aquel entonces solo habia soportado los deseos de Reyhan, pero ahora los compartia. ?Que habia cambiado? ?Ella? ?Habia crecido lo suficiente para tratar a Reyhan como a un igual? ?Habia cambiado el? ?Seria cuestion de quimica? ?O seria un capricho del destino que tuviera que enamorarse de un hombre que queria echarla de su vida para siempre?

Emma se paseaba inquieta por la suite. Ya habia desempaquetado la ropa nueva y la habia admirado intentando no fijarse en las etiquetas del precio. Algunos de esos vestidos costaban mas que un coche de segunda mano. No se imaginaba en que ocasion podria ponerselos, pero esa era la menor de sus preocupaciones. El problema era Reyhan.

?Que estaba pasando entre ellos? ?Responder a la atraccion mutua era algo bueno o solo estaba ganando meritos para convertirse en la idiota del ano? ?Deberia decirle algo? ?Preguntarle si habia cambiado de opinion respecto al divorcio? ?Preguntarle si solo la queria para el sexo? ?Ignorarlo todo y contar las horas que faltaban para su regreso a Dallas?

– Si tuvieras un minimo de valor, hablarias con el -murmuro para si-. Lo pondrias todo sobre la mesa a ver que sucede.

Aquel parecia un plan sensato.

Fue hacia el telefono con la intencion de llamarlo a la oficina, pero unos golpes en la puerta la interrumpieron.

?Seria Reyhan? El corazon le dio un vuelco solo de pensarlo. Dejo el telefono y corrio a abrir.

Pero en vez de encontrarse con su guapisimo marido, vio a una joven criada. La muchacha le tendio una nota, asintio y se marcho. Emma cerro la puerta y desdoblo la hoja de papel. Mientras leia, el corazon se le encogio y su animo cayo por los suelos.

Emma:

Muchas gracias por un dia tan encantador. Por desgracia, unos problemas con el petroleo requieren mi atencion. Cuando leas esto ya habre partido en helicoptero. No se cuando volvere, pero me asegurare de que sea antes de que te marches de Bahania para siempre.

Emma se sintio invadida por la decepcion. Reyhan se habia ido y no volveria a verlo hasta la hora de regresar a Dallas. No era exactamente lo que haria un hombre dominado por la pasion. ?O quiza ella habia malinterpretado sus senales?

Cuando conocio a Reyhan, no se le dio muy bien comprenderlo. Por lo visto, ni el tiempo ni la distancia habian cambiado eso.

– Es lo mejor -susurro, triturando la nota-. Me ire a casa y todo esto quedara olvidado. Seguire con mi vida. Encontrare a otro hombre y me casare.

Aunque no tema ni idea de quien podria ser ese otro hombre. Reyhan habia dejado el liston demasiado alto.

Capitulo 7

– Para ser una mujer con un vestuario nuevo de ultima moda, no pareces muy animada -dijo Cleo a la manana siguiente.

Emma acaricio la cabeza de Calah y suspiro.

– Es por el sentimiento de culpa. Reyhan se gasto mucho dinero en mi. La ropa es preciosa, pero…

– ?Que? -Pregunto Cleo-. ?Acaso no te la mereces? Emma, el coste de tu ropa es calderilla para ellos.

– No necesitaba tanta ropa.

Cleo se echo a reir.

– Estas hablando como una madre. ?No te parece divertido comprar cosas que no necesitas sin tener que preocuparte por el precio? Consideralo como la fantasia consumista de toda mujer hecha realidad. Ademas, se que hiciste muy feliz a Reyhan. A todos los principes les gusta cuidar de sus mujeres.

– ?Insinuas que me fui de compras solo para hacerlo feliz?

– Si eso te ayuda a no sentirte culpable, ?por que no?

Emma sonrio.

– Voy a parecer ridicula con un vestido con abalorios cuando vaya a comprar al supermercado.

– No si te limitas a la seccion de productos importados. Diles a todos que eres europea.

– Si, eso podria funcionar. ?Se celebran muchas ceremonias en el palacio?

– Dos o tres cada mes. Yo no he asistido a muchas, debido a mi embarazo, pero ahora tengo que cumplir con mis obligaciones sociales, por no mencionar las obras beneficas.

– ?A que te refieres?

Cleo le dio un beso a su hija y se volvio hacia Emma.

– Estoy en una posicion privilegiada para ayudar a los demas. En cierto modo, es una fantasia aun mayor que las compras. He hablado con Sadik y con el rey, y voy a trabajar con ninos sin hogar. No hay muchos en Bahania ni El Bahar, pero en otros paises es un problema muy grave. Se por propia experiencia lo que es estar solo y asustado. Sabrina y Zara, las otras hijas del rey, tienen cada una sus aspiraciones. Sabrina se dedica a encontrar antiguedades y devolverlas a sus paises de origen para que la gente pueda disfrutar de su patrimonio. Y Zara es profesora. Esta organizando un sistema de becas para las chicas que quieren ir a la universidad pero que no pueden permitirselo.

– Parece algo muy emocionante -dijo Emma. Cleo tenia razon. La oportunidad de ayudar a los demas empleando unos recursos casi ilimitados seria una manera magnifica de pasar el tiempo.

– ?Hasta cuando vas a quedarte? -Le pregunto Cleo-. Esperaba que pudieramos hacer un viaje juntas para que conocieras a Sabrina y a Zara. Viven en un sitio muy interesante.

– ?No viven en la ciudad?

– No exactamente -fue lo unico que quiso decirle Cleo.

Emma penso en su pregunta.

– Me dijeron que estaria aqui dos semanas, pero no tengo una fecha exacta para mi regreso. Supongo que todo depende del rey. En realidad, no estaba especialmente ansiosa por marcharse. Estar con Reyhan habia sido muy emocionante y divertido, y no le importaria que lo siguiera siendo. Pero ir con el de viaje… Dejo escapar un suspiro. Su vida sencilla se habia vuelto muy complicada.

– ?Como van las cosas con Reyhan? -le pregunto Cleo.

Emma se echo a reir.

– ?Podemos referirnos al principe de Bahania como un hombre?

– Mmm… Buena pregunta. Puede que nos arriesguemos a acabar decapitadas. Por suerte, Calah es demasiado pequena para delatarnos.

– Ella nunca nos traicionaria, ?verdad, carino? – Dijo Emma, colocandose a la nina en su regazo-. Es una de nosotras. Y las mujeres debemos permanecer unidas -miro a Cleo-. Y en cuanto a Reyhan… Sinceramente, todo es tan distinto ahora… Cuando nos conocimos, yo acababa de entrar en la universidad, y por primera en mi vida estaba lejos de mi casa. El era un hombre sofisticado, mayor que yo, que me encandilo sin remedio. Pase la

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