?Recuperarse de que?, se pregunto. ?Acaso estaba enamorada de el? De ningun modo.
Tras mirarse una ultima vez en el espejo y alisar la parte frontal del vestido color melocoton, salio de la suite y se dirigio hacia los aposentos de Cleo. Su amiga y Sadik se habian ofrecido a acompanarla a la cena para que no se extraviara en el camino.
– Este es Sadik -le presento Cleo minutos despues. Emma no sabia si debia hacer una reverencia o que. Extendio la mano e intento mostrarse mas impresionada que nerviosa.
– Alteza…
Sadik sonrio. Era alto, atractivo y su aspecto intimidaba bastante.
– Siendo un miembro de la familia real, creo que podemos llamarnos por nuestros nombres de pila -dijo el, inclinandose ligeramente y besandole la mano-. Bienvenida, Emma. No se como has podido soportar a mi hermano estos ultimos dias, pero que lo hayas conseguido dice mucho en tu favor.
Emma se sorprendio al recibir el beso. ?Serian todos los principes igual de encantadores, ademas de atractivos y poderosos?
– Ha sido muy amable -murmuro.
– Pero es un idiota. Ningun hombre que abandone a una mujer hermosa sabe el riesgo que corre.
Cleo lo miro arqueando las cejas. Estaba esplendida en su vestido azul oscuro.
– Sadik, no estaras coqueteando con ella, ?verdad?
– Solo intento que nuestra nueva hermana se sienta como en casa -dijo el-. Sabes muy bien que solo hay una mujer en mi vida.
Hablaba en un tono tan intenso y sensual que Emma sintio que estaba interrumpiendo un momento intimo. Se apresuro a darse la vuelta, pero no antes de ver como Cleo le sonreia a su marido. Era una sonrisa de felicidad y seguridad, y en aquel momento Emma deseo encontrar a un hombre que la amara como Sadik amaba a su mujer.
Los tres se dirigieron al comedor.
– Jefri es muy divertido -dijo, entrelazando el brazo con el de Emma-. Es el mas joven y el que tiene mas sentido del humor. Murat es mucho mas rigido. Supongo que sera por ser el heredero.
– Murat tiene muchas responsabilidades -explico Sadik-. El peso del pais recae sobre sus hombros.
– Y aun esta soltero -anadio Cleo-. ?Te imaginas casandote con el?
– No, gracias. Ya tengo bastantes problemas con ser una princesa, aunque sea temporalmente. No quiero ni imaginarme siendo reina.
– Alguien tiene que hacerlo -dijo Cleo-. El rey ha empezado a hablar sobre la necesidad de que Murat tenga un heredero. Y hay cientos de mujeres esperando.
– Esa mujer sera la madre de sus hijos -dijo Sadik-. No puede escogerla a la ligera.
– Exacto -corroboro Cleo con una sonrisa-. Pero si solo va a tener hijas, puede casarse con cualquiera.
Sadik suspiro.
– No te burles de mi, mujer.
– Lo hago siempre que puedo -le confeso Cleo a Emma-. Es mi pasatiempo favorito.
Emma estuvo riendose hasta que llegaron al comedor principal. No era el mismo en el que habia estado durante su segunda noche en Bahania. Aquel le habia resultado impresionante, pero era pequeno y acogedor. Este era mucho mayor, con grandes ventanales ajimezados y elegantes tapices.
La mesa extensible podia acoger a mas de doce personas. La madera relucia a la luz de los candelabros y aranas doradas. El suelo era de marmol, los cubiertos de oro y los platos parecian ser muy antiguos y pintados a mano. Y, lo mas sorprendente, no habia ningun gato a la vista.
A pesar de la calurosa temperatura exterior, en el interior hacia bastante fresco. Lo suficiente para que el fuego crepitara en la gran chimenea de madera tallada.
El rey estaba de pie junto al fuego, con una copa en la mano. A su lado habia dos hombres, ambos altos y morenos, con rasgos fuertes y cuerpos esbeltos.
Emma intento no sucumbir a los nervios y al panico. Solo tenia que cenar con ellos y luego podria refugiarse en su habitacion. Ademas, si Jefri y Murat eran tan educados como Reyhan y Sadik, la velada seria incluso agradable. No tenia nada que temer.
Casi se habia convencido a si misma cuando el rey se giro y los vio. A medida que se aproximaban, Emma sintio como las rodillas empezaban a flaquear. No la ayudo en absoluto repetirse una y otra vez que el rey Hassan era solo un hombre.
– Emma -la saludo el monarca-. Es un placer volver a verte.
Le apreto ligeramente el brazo y se volvio hacia Cleo, a quien beso, y luego le estrecho la mano a Sadik.
– He oido que esta semana has visitado nuestro zoco -le dijo a Emma mientras la llevaba hacia los otros principes-. ?Te gusto?
– Mucho. La gente fue muy cortes y amable.
– Es un rasgo del pueblo de Bahania -respondio el rey, y le presento a sus hijos.
Se parecian mucho a Reyhan, y al mismo tiempo eran muy distintos. Murat era mas alto y mucho mas serio, mientras que Jefri sonreia con facilidad. Los dos le dieron la bienvenida.
Un criado se acerco para preguntarle que deseaba beber. Emma eligio vino blanco porque no queria quedar fuera de lugar, pero no tenia intencion de beber alcohol en una situacion como aquella. Bastaba una copa para hacerle perder la cabeza.
– Es una lastima que Reyhan no pueda acompanarnos -dijo Murat unos minutos despues.
Emma observo que el rey estaba enfrascado en una conversacion con Sadik y con Cleo, mientras que Jefri se habia ausentado para atender una llamada telefonica de America. Algo sobre la Fuerza Aerea de Bahania.
– Otro rostro familiar seria de ayuda -admitio, sonriendole al principe heredero-. Pero tiene responsabilidades que atender, y lo entiendo.
– Muchas mujeres no lo entienden.
– No me imagino por que no.
– Siempre encuentran razones -tomo un sorbo de su copa y la observo-. ?Es cierto que no sabias nada de el ni quien era?
– Completamente cierto. Ni siquiera pude creermelo cuando me trajeron aqui. Todo esto de la realeza no forma parte de mi vida normal.
– ?La vida a la que vas a volver en unos dias?
Ella asintio.
– ?Lo lamentas? -pregunto el.
– Un poco -hizo un gesto abarcando el comedor-. Esto esta a anos luz del mundo al que pertenezco. Reyhan necesita encontrar a una esposa que encaje en su mundo.
– Renuncias con mucha facilidad.
?Estaba Murat criticandola o simplemente comentando lo que era obvio?
– Es lo que el quiere -respondio ella.
– ?Y que quieres tu?
Emma penso en el tiempo que habia pasado con Reyhan. En como el la habia hecho reir y arder de deseo. En como su corazon se desbocaba cada vez que lo veia. En lo inocente que habia sido seis anos atras y en como lo habia perdido.
– Me gustaria retroceder en el tiempo y hacer que las cosas fueran diferentes.
– Eso es imposible -dijo el-. Hasta para un principe.
Jefri regreso y en ese momento anunciaron que la cena estaba servida. Emma se encontro sentada a la izquierda del rey, junto a Jefri. Murat estaba enfrente de ella, y Emma sintio la penetrante mirada del principe heredero en mas de una ocasion mientras servian los aperitivos. Ansiaba preguntarle que estaba pensando y si le diria algo a Reyhan cuando este volviera. ?Estarian muy unidos los dos hermanos? ?Confiarian el uno en el otro? ?Sabia Murat algo de los sentimientos de Reyhan?
– Los aviones seran entregados la proxima semana -anuncio Jefri, complacido.
– ?Tambien les seran entregados a El Bahar? – pregunto el rey. Jefri asintio.
– La gente de Van Horn estara aqui a final de mes para iniciar el proceso de formacion. Cleo se inclino hacia Emma.
– Pareces confundida. El Bahar y Bahania estan organizando una fuerza aerea conjunta para proteger los