mayor parte de nuestro tiempo juntos intentando no parecer demasiado joven o estupida. Eso consumio casi todas mis energias, asi que no puedo decir que llegara a conocerlo bien.

– ?Y ahora?

– Es maravilloso. Y no solo por su aspecto.

Cleo suspiro.

– Estoy de acuerdo. Sadik seria un rompecorazones aunque fuera un tonto sin cerebro. Podria pasarme la vida entera simplemente mirandolo. Pero en su interior hay mucho mas. Y supongo que con Reyhan pasa lo mismo.

– Asi es. Es listo y serio, pero tambien puede ser divertido.

Y endiabladamente sexy, anadio para si misma recordando su mirada en la boutique. Habria jurado que la deseaba tanto como ella a el. Pero entonces, ?por que habia desaparecido sin despedirse en persona?

– Asi que como muchacha te quedaste impresionada la primera vez que lo viste -dijo Cleo-. ?Y como mujer?

– Sigo impresionada -admitio Emma.

– No pareces muy impaciente por conseguir el divorcio.

– Pues claro que si. Tal vez no este ansiosa por divorciarme, pero es la razon por la que estoy aqui. Reyhan esta dispuesto a seguir con su vida, y esa vida no me incluye a mi.

– No tienes por que aceptar sin mas, ?sabes? Podrias darte un tiempo, ver lo que pasa…

Emma parpadeo con asombro. ?De verdad podia?

– No crei que tuviera voz ni voto en esto.

– Los principes arrogantes prefieren que el mundo se someta a sus deseos, pero no siempre tiene que ser asi. Tu eres la mitad de la pareja. Por supuesto que tienes voz y voto -toco la mano de Emma-. En serio. Si no estas segura de lo que quieres, habla con el rey. Estoy convencida de que estara dispuesto a posponer el divorcio el tiempo que haga falta.

Emma penso en la tentadora idea por unos segundos, pero nego con la cabeza.

– No. Es inutil. No pertenezco a este lugar.

– Oh, ?y yo si? -Pregunto Cleo alzando las cejas-. Cuando conoci a Sadik, era la encargada nocturna de una copisteria. No estaba hecha precisamente para ser princesa -hizo un gesto con la mano abarcando la habitacion-. No se trata de tender trampas ni de tradiciones. El rey quiere que sus hijos se enamoren. El principe Jefri ha decidido que su matrimonio sea concertado, pero es el unico.

Cleo se equivocaba, penso Emma tristemente. Tambien Reyhan queria un matrimonio concertado. El mismo se lo habia dicho.

– Tal vez si las cosas hubieran funcionado cuando nos conocimos -dijo con firmeza-. Pero ese tiempo ya paso. Ahora somos diferentes. Yo tengo mi propia vida en Texas.

– Claro -dijo Cleo-. Si no estas enamorada de Reyhan, no hay razon para que te quedes. Bueno, hablame de tu trabajo en el hospital. Trabajas en la unidad de maternidad, ?no?

– Si. Es genial.

Le conto como era un tipico dia de trabajo y cuanto le gustaba lo que hacia. Pero en el fondo de su mente seguia oyendo las palabras de Cleo: «Si no estas enamorada de Reyhan».

No lo estaba, se convencio a si misma. No lo habia estado y no lo estaria. Enamorarse de el despues de tantos anos seria una estupidez. El hecho de que hubiera disfrutado con el era interesante, pero no significativo. No permitiria que eso le importara. No podia. Porque Reyhan habia dejado muy claro que solo queria seguir adelante sin ella.

– Otra vez estan amenazando -dijo tranquilamente Will O'Rourke, el jefe de seguridad.

– ?Lo normal? -pregunto Reyhan desde su silla junto al fuego.

– Muerte y destruccion. Interrupcion de la produccion de petroleo… Lo normal.

Reyhan dio un puntapie a una pequena roca frente a el.

– Esos chicos me infundirian mas respeto si tuvieran algo por lo que de verdad quejarse. Nunca les hemos arrebatado sus tierras ni los hemos echado de las mismas.

– Quieren algo a cambio de nada. Un porcentaje de las ganancias por el petroleo o empezaran a crear problemas. Son unos crios… diecisiete o dieciocho anos. Para ellos es como un juego.

– La extorsion es una tradicion consagrada en todo el mundo -dijo Reyhan, volviendo la vista hacia el cielo. Le costo unos segundos ajustar sus ojos a la oscuridad total, y entonces vio las miles de estrellas que brillaban en el firmamento.

Que bonito era el cosmos, penso. Misterioso. Distante. Igual que Emma.

Sacudio la cabeza. El objetivo de aquel viaje al desierto habia sido evitarla, pero si seguia pensando en ella todo el tiempo, no soportaria su ausencia.

– Dudo de que tengan un plan -dijo Will.

Reyhan tuvo que pensar unos segundos para recordar de que estaban hablando. Los adolescentes rebeldes.

– Se ven a si mismos como los personajes de una pelicula -siguio Will-. Cabalgaran en sus sementales de pura sangre hacia la victoria.

A Reyhan se le habia acabado la paciencia con esos crios. Habia escuchado sus quejas y estudiado sus peticiones. No habian sido despojados de sus tierras ni se habian visto perjudicados en modo alguno por la produccion de petroleo. Casi todos ellos provenian de familias nomadas y trabajadoras. Al no ser los primogenitos no podian heredar, y como tampoco querian trabajar, buscaban su fortuna tomando lo que pertenecia al pueblo.

– Vigilalos -dijo Reyhan-. En poco tiempo se aburriran y volveran a casa.

– Me contrataste para mantener la paz. Y luego no me dejas hacer mi trabajo.

– Hasta ha fecha, ha habido amenazas, pero nada mas. Te tienen miedo. Yo creo que estas haciendo tu trabajo.

Will era un antiguo oficial del ejercito que habia crecido en las plataformas petroliferas del Golfo de Mexico. Sus conocimientos y habilidades lo habian convertido en uno de los colaboradores mas valiosos de Reyhan. Habia quienes no aprobaban que un americano fuera uno de sus hombres de confianza, pero Reyhan no delegaria en nadie mas la seguridad del reino ni la suya propia.

– La familia real ha mantenido relaciones con los nomadas desde hace siglos -dijo Reyhan-. En circunstancias normales, accederia a tu plan de encerrarlos y dejar que se pudran en la carcel durante diez anos. Pero la mayor parte de esos chicos son hijos de jefes, y he dado mi palabra de que no los castigare sin una causa justificada. Y las amenazas no son una causa.

– Como tu digas.

El americano alto y rubio se levanto y se dirigio hacia su tienda de campana. Reyhan lo observo marcharse. Will se iba frustrado, pero no diria nada mas. Se limitaria a cumplir con su trabajo y se concentraria en su tarea.

Reyhan cerro los ojos e intento bloquear sus pensamientos, pero la imagen de Emma lleno su mente al instante. Estar separado de ella solo le hacia desearla mas. Era como el agua para un hombre muerto de sed. Su luz iluminaba el dia y la noche de Reyhan, y sin ella estaba ciego.

No por mucho tiempo mas, se dijo a si mismo para intentar consolarse, sin exito. Solo unos dias mas y Emma se iria. Y el seria libre para casarse con otra mujer. Una mujer sensata que le diera hijos. Una mujer a la que podria respetar pero nunca amar. Una mujer que no seria Emma.

Emma encontro una ocasion para ponerse uno de sus elegantes vestidos nuevos dos noches despues, cuando recibio una invitacion para cenar con el rey, Cleo y su marido, el principe Jefri y Murat, el principe heredero de Bahania. Los nervios le revolvian el estomago mientras se maquillaba, y deseaba fervientemente que Reyhan estuviera con ella. Con el a su lado le resultaria mucho mas facil entablar una conversacion con los demas presentes en la mesa. Pero no habia sabido nada de el desde que se marcho, y empezaba a temer que no volveria a verlo antes de irse de Bahania.

Cerro los ojos y se obligo a no pensar en ello. Si tenia que irse sin verlo, lo soportaria. Tal vez incluso asi lo superara mas rapidamente.

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