yacimientos de petroleo. Jefri es quien esta a cargo de la operacion, y ha comprado un punado de aviones supersonicos F no se que. Y Van Horn Enterprises es una compania privada que entrena a pilotos de combate.

La conversacion giro en torno a temas de actualidad internacional y como afectaban estos a Bahania. Emma sabia que el pais era un aliado de Estados Unidos, pero la sorprendio enterarse de las relaciones tan estrechas que existian entre el rey Hassan y Murat y el presidente y varios miembros del Senado.

Acababan de servirles un plato de pollo de aspecto delicioso, cuando uno de los criados se acerco al rey y le susurro algo al oido. El monarca le respondio algo y miro a Emma.

– Parece que hay un problema con las canerias en tu habitacion. Una tuberia ha reventado y ha inundado el suelo. Tus cosas no han sufrido danos, pero tendras que pasar la noche en otro sitio -sonrio-. Supongo que podremos encontrar una cama libre. Despues de la cena te acompanare a tus nuevos aposentos.

– Muchas gracias.

La cena se alargo durante dos horas mas. Al acabar, Emma estaba tan llena que apenas podia moverse. El rey cumplio con su palabra y la acompano a su habitacion.

– Espero que estes disfrutando de tu estancia en mi pais -le dijo mientras caminaban por un largo pasillo.

– Mucho. Me ha encantado todo lo que he visto. Y la gente es muy simpatica.

– ?Incluso mi hijo?

Emma lo miro. Era alto y tenia algunas canas en las sienes. Con su traje negro parecia regio y poderoso.

– Especialmente Reyhan.

– Lamento que no haya podido cenar con nosotros esta noche.

Emma tambien lo lamentaba, pero no queria decirlo.

– Tiene otras responsabilidades.

– Y se las toma muy en serio -dijo el rey-. Igual que todos mis hijos. Pero en el caso de Reyhan, quiza demasiado en serio.

Emma no supo a que se referia, pero antes de que se le ocurriera un modo cortes de preguntarlo, se detuvieron delante de una puerta grande y maciza.

– Te quedaras aqui -le dijo su anfitrion-. Espero que encuentres esta habitacion a tu gusto -le sonrio y se marcho.

Emma abrio la puerta y entro. Eran unos aposentos mas grandes que los suyos, pero mas espartanos. El mobiliario era sencillo y predominaban los tonos pardos.

Encendio varias lamparas y se paseo por el salon.

Algo la hacia sentirse… extrana. La estancia le resultaba casi familiar, aunque no recordaba haberla visto cuando Reyhan le enseno el palacio.

Entro en el dormitorio. La inmensa cama descansaba sobre una plataforma. A pesar del tamano de los muebles, el espacio no resultaba agobiante. Las tonalidades eran tan apagadas como las del salon, pero no…

Se quedo de piedra. Habia un libro en la mesilla. Un libro abierto. Se acerco rapidamente al armario y abrio las puertas. Los trajes oscuros se alineaban a un lado, y los estantes estaban llenos de camisas, jerseis y zapatos. Su propia ropa ocupaba el otro lado del armario. Paso un dedo por la manga del traje mas cercano y supo exactamente a quien pertenecia.

Reyhan.

El rey la habia trasladado a esa habitacion con su marido.

Dejo escapar un suspiro de confusion. ?Estaria el rey poniendola a prueba? ?A los dos? Nunca habian vivido como marido y mujer. Eso era demasiado… intimo.

En el cuarto de bano encontro sus cosmeticos junto a la maquinilla de afeitar de Reyhan. Dos albornoces colgaban junto a la ducha. Como si siempre hubieran estado juntos.

Sin saber que hacer, decidio que pasaria alli la noche y que hablaria con Cleo por la manana. Tal vez su amiga supiera lo que estaba pasando y lo que deberia hacer al respecto. Mientras tanto, fingiria que todo aquello era real y que aquel era el lugar al que pertenecia.

Reyhan llego al palacio poco despues de medianoche. Los mismos demonios que lo habian hecho marcharse lo obligaban a regresar. Tenia que ver a Emma, tocarla, respirar el mismo aire que ella… El deseo habia crecido hasta impedirle comer o dormir. Solamente podia desearla.

Subio los escalones de dos en dos y se dirigio hacia el ala de invitados. Pero a medida que se acercaba a la puerta, ralentizo el paso hasta detenerse, a un metro de distancia.

?Que iba a hacer? ?Irrumpir en su habitacion y tomarla? Cerro los ojos y nego con la cabeza. Tenia que ser fuerte. Unos dias mas y ella se habria marchado. Tenia que volver a la seguridad de sus aposentos y pensar en un modo de sobrevivir hasta entonces.

Una vez en sus aposentos, se quito la chaqueta y la dejo sobre el respaldo del sofa. Entro en el dormitorio mientras se aflojaba la cortaba… y se detuvo en seco. No estaba solo.

Una mujer yacia en su cama. A la luz de la luna que entraba por las puertas abiertas del balcon, distinguio un brazo desnudo, la curva de una mejilla y los cabellos oscuros desparramados sobre la blanca almohada.

El corazon se le detuvo por un segundo y reanudo sus latidos a un ritmo frenetico. Una corriente de calor lo recorrio, concentrandose en la ingle. Su cuerpo se endurecio al instante, dispuesto para tomar. Emma estaba en su cama

Capitulo 8

Reyhan se dijo que tenia que marcharse, salir de la habitacion antes de que despertara. Por mucho que la deseara, no podia tenerla. Ni ahora ni nunca. Pero no podia moverse. La pasion era demasiado fuerte. Lo unico que podia hacer era quedarse alli, sin moverse, admirando su belleza.

Debio de emitir algun sonido, o quiza ella presintio su presencia, porque Emma se movio y abrio los ojos.

– ?Reyhan? -pregunto con voz somnolienta. Se aparto el pelo de la cara y se apoyo sobre un codo-. ?Que hora es? -miro el reloj y luego a el-. Solo llevo dormida un par de minutos, creo -parpadeo unas cuantas veces-. Espera… ?Que estas haciendo aqui?

– Es mi habitacion.

– ?Que? -miro a su alrededor-. ?Oh! Si, claro. Yo… Estaba cenando con el rey y tu familia cuando alguien informo de que una tuberia habia reventado en mi habitacion. El rey dijo que tenia que dormir en otra parte, y resulto ser aqui. Me parecio extrano, pero era tarde y pense en quedarme aqui hasta manana. No sabia que volverias esta noche.

Pues claro que no lo sabia. El no le habia dicho cuando regresaria. Pero si se lo habia dicho a su padre, quien parecia haberlo dispuesto todo para que el se encontrara a Emma durmiendo en su cama. Y por mucha curiosidad que sintiera sobre las razones que habia tenido su padre, lo preocupaba mas la tentacion. Tenia que salir de alli antes de que dijera o hiciera alguna estupidez. Antes de sucumbir al deseo que lo consumia.

– Lo siento -dijo ella, sentandose y abrazandose las rodillas-. Deberia haber dicho algo enseguida. Puedo irme a buscar otro sitio donde dormir.

Empezo a levantarse y Reyhan vio un atisbo de tejido semitransparente y sensuales curvas.

– No -dijo, volviendose hacia las puertas del balcon-. Quedate aqui. Me ire yo.

– Pero es tu habitacion.

– Esta noche es la tuya.

Esa noche y siempre, penso, sabiendo que nunca olvidaria haberla visto alli.

– ?Como fueron tus reuniones? -pregunto ella.

– Bien.

– ?Realmente tenias que irte, o solo estabas evitandome?

La pregunta, suavemente formulada, lo sorprendio. La Emma que el recordaba jamas habia sido tan atrevida. Volvio a mirarla y la vio con las piernas cruzadas, con la vista fija en las sabanas.

– Te estaba evitando, pero no lo por que tu crees.

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