– Mucho -respondio ella.
Lo miro. Jefri llevaba los mismos pantalones de tela y la camisa blanca de la cena, pero se habia quitado la chaqueta y la corbata, y llevaba la camisa remangada.
– Nunca habia cenado con una familia real-dijo ella-. Pense que iba a sentirme mas fuera de lugar, pero todos han sido muy agradables conmigo.
– ?No te han parecido demasiadas preguntas?
– En absoluto. Todos parecian genuinamente interesados.
– ?Somos como las demas familias?
– Excepto por lo de principesca.
– ?Asi que te ha impresionado?
Ella sonrio.
– No exactamente.
El arqueo las cejas.
– ?Por que no?
– Venga. Cuando sabes que puedes derrotar a cualquiera a los mandos de un reactor a ochocientos kilometros por hora, el dinero y los titulos impresionan menos.
– Bien dicho. Sin embargo, yo podria impresionarte en otros sentidos.
Oh, si, esa era una posibilidad muy real, penso Billie. Sin dudar del resultado.
– Solo soy parte del servicio -dijo ella, tratando de hablar con naturalidad -. Dentro de unos meses me habre ido y tu seras tambien el rey de los cielos.
– ?Te gusta ese aspecto de tu trabajo? ?Ir de un lugar a otro? -pregunto el.
– A veces -dijo ella, recogiendose un mechon de pelo detras de la oreja-. Me gusta conocer el mundo, pero a veces no me importaria tener una base de operaciones permanente. El problema es que todavia tengo que encontrar la manera de combinar un hogar con un trabajo que me encanta.
– Volar.
– Exacto.
– ?Como aprendiste a pilotar? -pregunto el.
– Mi padre siempre me llevaba con el. A los diez anos ya sabia pilotar aviones pequenos. Mi madre intentaba retenerme en casa, pero cuando murio me uni definitivamente al equipo. No tarde en pilotar reactores -se volvio hacia el y sonrio-. Tener una minifuerza aerea en la familia ayuda. ?Y tu?
– Siempre me ha encantado volar. Mi padre me permitio aprender cuando tenia doce anos. Entonces seguro que penso que se me pasaria.
– Pero no se te paso.
– No. Cuanto mas volaba, mas me gustaba. Me hubiera gustado alistarme en el ejercito aereo, pero en Bahania no teniamos fuerza aerea y ningun pais me dejaba entrenar con ellos. No querian la responsabilidad del hijo de un rey.
– Oh. No pense que discriminaran contra la realeza.
– Te sorprenderia.
– Puede, pero no esperes que sienta lastima por ti.
– No lo espero -dijo ella, y se volvio a mirarla-. No has llevado una vida muy tradicional.
– Lo se. Y me alegro por lo que he vivido, pero no ha sido gratis. Dentro de unos anos cumplire los treinta. Me gustaria casarme y tener hijos, pero no he conocido a ningun hombre que este interesado en mi.
El fruncio el ceno.
– ?A que te refieres?
– Es por lo de cargarmelos en el aire. A la mayoria de los hombres no les gusta, y lo compensan de una de dos maneras. O bien se ponen agresivos conmigo, o me ignoran. Nadie me mira nunca como si fuera una mujer.
Solo Jefri, penso ella. Lastima que fuera un principe.
– Creo que no te entiendo.
– Lo entiendas o no, esa es la verdad. Los hombres con los que trabajo no me ven como mujer.
– Quiza no esten dispuestos a enfrentarse a tus hermanos.
Billie lo miro sin comprender.
– ?Perdona?
– Tus hermanos. Doyle me lo ha dejado muy claro esta tarde. En sus propias palabras, tu eres fruta prohibida.
Billie oyo las palabras, pero no podia creerlas.
– ?Eso te ha dicho?
– Textualmente.
– Como… Yo… Lo… -Billie apreto los labios, mientras trataba de pensar con claridad-. Ese cerdo traidor y manipulador -murmuro.
?Podria ser que sus hermanos fueran los culpables de que nunca la invitara nadie a cenar o al cine?
– Que tipico de ellos -dijo, furiosa, con los dientes apretados.
Por eso no habia tenido una cita en anos. ?Cuantos hombres querrian salir con ella sabiendo que despues tenian que aguantar la ira de sus hermanos?
– Me lo van a pagar muy caro.
– Preferiria que no los hicieras sufrir demasiado.
– ?Por que?
– Porque han alejado a otros hombres de ti.
– ?Ah, si? Ya me diras que tiene eso de bueno.
– Que sigues estando libre para mi.
Billie apenas tuvo tiempo para procesar la frase porque mientras Jefri hablaba, la rodeo con los brazos y llevo la boca a la suya.
La beso con una mezcla de ternura y pasion, y la ira de Billie se desvanecio y fue sustituida por el deseo.
Suspiro y se apreto contra el, apoyando los brazos en sus hombros y aspirando su fragancia. Olia a conac, a noche y a misterio. Jefri la pego a el hasta que sus cuerpos se tocaron tan intimamente como sus bocas.
Instintivamente, Billie echo la cabeza hacia atras, dandole mejor acceso a su boca. El respondio acariciandole el labio inferior con la lengua y ella entreabrio los labios. Pero en lugar de intensificar el beso, Jefri la beso en la mejilla, y despues la mandibula. Cuando llego a la piel sensible junto al lobulo de la oreja, la lamio, haciendola estremecer. Despues, mordisqueo el lobulo ligeramente con los dientes.
Llamas de pasion recorrieron el cuerpo femenino. Los senos se hincharon y los pezones se endurecieron. La ropa la molestaba, y al sentir el calor entre las piernas, quiso frotarse contra el. Y acariciarlo.
Jefri volvio a su boca. Ella volvio a abrir los labios, pero el continuo con el beso casto, apenas sin tocarla, enloqueciendola.
Por fin, cuando Billie estaba al borde de la histeria, el deslizo la lengua en su boca y la acaricio.
Si, penso ella, rindiendose a la exquisita sensacion y deseando que el beso no terminara nunca.
Pero termino cuando el se echo hacia atras, se separo de ella y la miro.
– Eres una mujer de muchas sorpresas -dijo el, acariciandole la mejilla.
– Lo mismo puedo decir de ti. No lo de mujer- anadio, sintiendose un poco tonta -. Eres un hombre de muchas sorpresas.
– Gracias.
Jefri le acaricio la boca con el pulgar
– Espero con impaciencia lo que nos deparara manana -dijo el -. Que duermas bien.
– Buenas noches.
Billie espero a verlo desaparecer en la oscuridad antes de regresar a su habitacion. ?Que durmiera bien? ?Con el cuerpo en llamas y un torbellino en la mente? Entre el beso y lo que le habia dicho de su hermano, no estaba segura de poder volver a conciliar el sueno jamas. Lo que no estaba mal. Asi podria pasar la noche preparando la venganza contra los hermanos Van Horn.