La combinacion del calor de los labios de Riley, del fresco champan y de las burbujas era indescriptible. Le agarro por los hombros para no desmoronarse sobre el suelo. Cuando la lengua empezo a extender las burbujas sobre la piel, gimio de placer. Riley se lo trago y luego volvio a tomar la copa.

– Tengo que ocuparme del otro pecho -dijo con una sonrisa-. Me parece lo justo.

– Claro -susurro ella, muriendose de ganas por volver a experimentar aquellas sensaciones.

Riley volvio a repetir la misma accion con el otro pecho. Cuando se lo trago, le lamio la piel y se la chupo hasta que ella sintio que los huesos se le desmenuzaban y que el cuerpo se le volvia liquido.

Riley se incorporo y la estrecho contra su cuerpo. Entonces, le beso la boca. Gracie no se hartaba de el. Le parecia que jamas podria estar lo suficientemente cerca, tocarle lo suficiente o sentir lo suficiente. Habia tantas sensaciones, tantas promesas entre ellos. Gracie queria la oportunidad de que los dos gozaran plenamente.

Cuando el le toco el boton de los vaqueros, ella hizo lo mismo con la camisa. Consiguieron desabrocharle el uno al otro. Entonces, Riley se despojo de la camisa y ella de los vaqueros. Gracie se bajo las braguitas mientras el se ocupaba del resto de su ropa. Cuando los dos estuvieron desnudos, se dirigieron automaticamente hacia la cama.

Riley la beso por todas partes. Mientras ella se tumbaba de espaldas, el la fue besando y mordisqueando por todas partes, desde las orejas hasta las puntas de los dedos de los pies. Algunas veces, tomaba primero un sorbo de champan para que Gracie volviera a experimentar la erotica combinacion de frio y calor, de suavidad y burbujas.

De vuelta hacia arriba, el le mordisqueo el tobillo antes de lamerle la pierna hasta la rodilla. Gracie se echo a reir. A continuacion, Riley siguio subiendo, hasta llegar al muslo. Con las manos le masajeaba los musculos. Los pulgares, se iban acercando cada vez mas al calor que le emanaba de entre las piernas. Riley no dejaba de observarla mientras la tocaba, con los ojos llenos de deseo y una sonrisa en los labios.

Gracie lo miraba con deleite, recorriendo con los ojos los anchos hombros, la amplitud del torso, el vello oscuro sobre el vientre… Estaba listo para ella, tanto que Gracie se moria de ganas por acoplarlo en su interior.

Entonces, el se inclino sobre ella. Gracie sintio su aliento en su mas intima feminidad. Separo las piernas y cerro los ojos con anticipacion. Inmediatamente, noto la suave caricia de la boca y los lentos lametazos de la lengua. Despues, le introdujo un dedo y empezo a meterselo y sacarselo muy lentamente.

La combinacion de sensaciones le hizo gemir de placer. Sabia que le iba a gustar lo que el le hiciera, pero no hasta aquel extremo. Casi no podia ni respirar.

Los musculos se le tensaron y tuvo que clavar los talones en la cama. Se sintio muy cerca del orgasmo, tanto que no sabia cuanto iba a poder contenerse. Cuando Riley la acariciaba, parecia saber exactamente como hacerlo. Aquel dedo implacable seguia entrando y saliendo, torturandola y prometiendole cosas aun mejores.

Le rodeo el punto mas sensible con la lengua y luego se lo lamio. Empezo a soplarle, lo que la hizo temblar. Entonces empezo a chupada de tal modo que el orgasmo se hizo tan inevitable como la marea que habian contemplado aquella tarde. Riley empezo a moverse mas rapidamente. El dedo y la lengua. La tension fue aumentando hasta que no le quedo mas remedio que dejarse llevar. Se aferro a las sabanas, levanto la barbilla y grito de gozo. Las oleadas de placer se apoderaron de ella una detras de la otra. Riley siguio acariciandola; moviendose dentro y fuera de ella. Por fin, la necesidad se calmo por completo. El se aparto y le beso el muslo antes de ponerse de rodillas. Gracie abrio los ojos y sonrio.

– Fabuloso.

– Me alegro de que te haya gustado.

Gracie golpeo el colchon con la mano y espero hasta que Riley se hubo tumbado a su lado antes de ponerse de pie para ir a por la botella que habia encima de la comoda.

Riley se contento con disfrutar del espectaculo de las hermosas curvas del cuerpo de Gracie: Por detras era magnifica. Por delante, una diosa.

Cuando ella regreso a la cama, le mostro la botella.

– ?Te importa si no utilizo la copa?

– Como tu quieras.

Se arrodillo a su lado y tomo un sorbo de champana. Despues de dejarla en la mesilla de noche, se inclino sobre el y le apreto los labios contra el vientre. Riley gruno de placer al sentir el contacto de los calidos labios y la fresca y burbujeante sensacion del champan.

– Me gusta esto

– A mi tambien.

Gracie volvio a tomar la botella y dio otro trago. Aquella vez, se tomo su tiempo, por lo que Riley se imagino lo que iba a ocurrir. Sin embargo, nada podria haberle preparado para la sensacion que experimento cuando ella se le coloco entre las piernas, le agarro el miembro con firmeza y se lo metio en la boca.

A Riley se le olvido por completo respirar cuando experimento el contacto de los labios, el goteo del champan y la suave caricia de la melena de Gracie sobre los muslos. Ella se concentro en lamerlo completamente.

– Gracie, no…

– Claro que puedo -susurro ella, tras levantar a cabeza y tragarse el champan.

– Si, claro, pero te suplico que no lo hagas.

– De acuerdo. ?Que es lo que prefieres?

– Entrar dentro de tu cuerpo.

– Esta bien, si insistes…

– Si.

Riley abrio un cajon de la mesilla de noche y saco un preservativo.

– ?Quieres seguir teniendo el control o prefieres que te posea yo?

– Creo que me gustaria que me poseyeras tu.

– Consideralo hecho.

Se puso el condon y. espero a que Gracie se tumbara. Entonces, la tomo entre sus brazos y la beso. Ella sabia ligeramente a champan, pero principalmente a si misma. Empezo a acariciarla por todas partes, desde los pezones hasta la entrepierna. Estaba muy humeda y empezo a gemir de placer cuando el le deslizo los dedos entre las piernas. Como Gracie separo las piernas inmediatamente, Riley no pudo contenerse y se hundio en ella. Gracie se tenso y lo abrazo con fuerza. El la penetro todo lo profundamente que pudo, perdiendose en aquel humedo calor. Riley se aparto de ella y volvio a entrar en ella. Sin dejar de besarla, empezo el ritmico baile que estaba destinado a empujarlos a ambos a un abismo de placer. Gracie le rodeo con las piernas y le coloco las manos en el trasero para empujarlo aun mas dentro. Riley empezo a moverse cada vez mas rapido, mas fuerte, hundiendose una y otra vez en ella hasta que sintio que Gracie explotaba debajo de el. Ella rompio el beso y trato de tomar aire. Entonces, grito su nombre. Aprovechando las contracciones que le atenazaban el cuerpo, Riley se dejo llevar temblando, mientras el cuerpo de Gracie exprimia cada gota de placer de su cuerpo.

Mas tarde, los dos estaban tumbados, acurrucados bajo las sabanas. Riley le hundio los dedos entre el cabello y le beso la frente.

– Es muy tarde -dijo-. ?Quieres dormir aqui?

– No me pareces el tipo de los que duermen con sus amantes.

– Estoy haciendo una excepcion.

– Seria muy agradable -afirmo ella, cerrando los ojos-, pero despiertame temprano para que me pueda marchar antes de que los vecinos se despierten.

– Creia que no te gustaba madrugar.

– Asi es, pero no quiero empeorar la situacion para ti.

– No importa. No tienes que levantarte, temprano por mi.

– Esta bien.

Gracie hablaba muy lentamente, como si casi no pudiera mantenerse despierta.

– Duermete.

– Mmm…

Riley extendio la mano y apago la luz. Entonces, los arropo muy bien a ambos y se quedo mirando el techo.

Gracie tenia razon. El no era la clase de hombre de los que duermen con sus conquistas. Considerando todo

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