– Claro. Ideare una nueva estrategia. Dejame pensarla un par de dias.
En aquel momento, Diane llamo a la puerta.
– Siento interrumpir, pero usted me dijo que le informara en cuanto su padre regresara. Esta aqui.
A Riley ni siquiera lo sorprendio.
– Muy bien. Dejame terminar aqui primero.
– Tu padre. Genial. Tal vez podriamos utilizarlo en la campana -comento Zeke.
– No.
– Simplemente estoy diciendo que te podria hacer parecer mas accesible.
– No.
Zeke abrio la boca y luego la cerro.
– Muy bien. Me pondre en contacto contigo esta tarde. Entonces, ya tendre los resultados de las encuestas y una nueva estrategia.
– Bien.
Zeke recogio sus cosas y se marcho. Segundos mas tarde, el padre de Riley entro en el despacho.
– Buenos dias, hijo -dijo, alegremente-. ?Como estas?
– Bien -respondio Riley. Vio que su padre llevaba el mismo traje, aunque se habia cambiado la camisa por otra igual de raida-. ?Cuanto quieres? -le pregunto, antes de que su padre pudiera volver a hablar.
– He estado pensando en un par de franquicias que parecen ir muy bien. Algunas de esas tiendas de bocadillos realmente ganan mucho dinero…
– Te he preguntado cuanto quieres -le espeto Riley, interrumpiendolo antes de que pudiera seguir hablando.
– ?Que te parecen unos doscientos mil?
Riley abrio el cajon del escritorio y saco su chequera. Escribio la cantidad sin pestanear.
– Te lo agradezco mucho, hijo. Tu generosidad significa mucho para mi.
Riley le entrego el cheque.
– La proxima vez, no te molestes en venir. Limitate a enviarme una carta.
Se miraron durante unos instantes y entonces, su padre asintio.
– Si eso es lo que prefieres…
– Si.
– ?No quieres saber como te he encontrado?
– No.
– Muy bien. Oh, ?como esta tu madre? ?Es feliz?
En aquel momento, Riley sintio deseos de darle un buen punetazo. Se contuvo.
– Esta bien. Gracias por preguntar -contesto, mirando hacia la puerta-. Ahora, tengo una reunion.
– Por supuesto. Gracias por el dinero.
El hombre que habia sido su padre durante las primeros diez anos de su vida se marcho. Riley tenia la esperanza de no volver a verlo, aunque estaba seguro de que recibiria bastantes cartas pidiendole mas dinero para suenos fallidos.
Cuando volvio a quedarse a solas, apreto el boton del interfono.
– ?Si? -dijo Diane.
– Quiero donar el dinero para el ala infantil del hospital -le anuncio-. A nombre de mi madre. Se produjo una breve pausa. Riley se imagino a su imperturbable secretaria completamente boquiabierta.
– Los llamare inmediatamente.
– Bien.
Riley dio la vuelta en su silla para mirar el retrato su tio. Seguia odiandolo y jamas cederia en sus deseos de venganza. Sin embargo, por primera vez su vida, Riley comprendio lo que habria sentido al ser un hombre que tenia dinero suficiente para resolver los problemas de todo el mundo.
Gracie dio la vuelta al molde con un rapido momento para poder sacar el pastel.
– Impresionante -dijo Pam-. Yo ni siquiera puedo sacar con facilidad las magdalenas de los moldes. Termino utilizando un cuchillo, con lo que siempre tienen los bordes rotos.
– Es solo practica -comento Gracie, mirando con orgullo el pastel.
– ?Cuantos pisos va a tienen este? -quiso saber Pam.
– Cinco.
Pam se inclino sobre la encimera y olio el postre
– No se lo que les pones en la mezcla, pero tus pasteles siempre huelen estupendamente
– Gracias.
– Y has preparado cientos de flores -dijo Pam, senalando las bandejas de adornos.
– Si. Ahora viene lo mas dificil -comento, consultando al mismo tiempo el reloj-. ?Vaya! -exclamo-. Tengo que darme prisa. El padre del novio va a venir a recogerlo dentro de seis horas. Es un fastidio que todo el mundo se case en fin de mana.
En aquel momento, su telefono movil empezo a sonar. Inmediatamente el cuerpo se le puso en estado de alerta. Cada vez que sonaba, no hacia mas que preguntarse si seria Riley. Tras mirar rapidamente a la pantalla, comprobo que no reconocia el numero.
– ?Si?
– ?Gracie Landon?
– Si.
– Hola, me llamo Neda Jackson. Trabajo como
– Yo… Estoy muy emocionada -dijo Gracie casi sin palabras.
– Yo tambien -replico Neda-. Sin embargo, no tenemos mucho tiempo. ?Que le parece a principios de la semana que viene?
– Genial. Estoy haciendo dos pasteles en estos momentos. ?Esta usted en Los Angeles?
– Si.
– Estupendo. Le pondre en contacto con las novias y vere si puede usted hacer las fotos este fin de semana.
– Perfecto.
Neda le dio a Gracie su numero de telefono y confirmo la hora de la reunion. Cuando colgaron, Gracie empezo a gritar de alegria y a dar vueltas por la cocina.
– Deduzco que eran buenas noticias -dijo Pam, riendo.
– Mejor que buenas. En lo que se refiere a mi trayectoria profesional, esto puede ser el empujon definitivo.
Capitulo 15
Aquella tarde cuando regreso a su casa, Gracie aun se sentia flotando. Tenia que preparar mas adornos y parecia que los realizaba mejor en un lugar tranquilo, sin que Pam la estuviera observando.
Coloco sus suministros en el comedor y luego saco los dibujos de los tres pasteles que tenia que preparar. Cinco minutos mas tarde, tenia la lista de decoraciones preparada. Era un desafio, pero estaba segura de que podria realizar la tarea sin problemas. Iba a tener que hacerlo, dado que la suerte le habia sonreido con aquel articulo.
– Un articulo de seis paginas -dijo en voz alta, tan solo para poder escuchar aquellas maravillosas palabras.
Con el de