Empezo a trabajar en las hojas, que fue dando forma hasta convertir en los petalos individuales de las flores. Segun sus calculos, le harian falta unas trescientas sesenta hojas. Cuando las tuviera hechas, tendria que convertirlas en flores. Menos mal que disfrutaba trabajando por las noches.
Estaba completamente sumida en su trabajo cuando escucho el sonido del motor de un coche en el exterior. Se puso de pie y se dirigio a la puerta principal justo en el momento en el que alguien llamaba a la puerta.
No era una persona cualquiera. Era Riley.
– Hola -dijo el-. Pasaba por aqui y vi tu coche.
– Me alegro de que te hayas detenido. ?Que te ha traido por aqui?
– Un par de cosas.
Riley cerro la puerta y, tras tomarla entre sus brazos, la beso. Gracie cerro los ojos y se perdio en aquel beso. Aquel dia estaba resultando muy agradable.
– Puedes pasarte cuando quieras -susurro ella.
– Lo hare, pero esa no es la unica razon. Queria invitarte a cenar.
– ?De verdad?
– Si. Me ha llamado Mac y me ha sugerido que salieramos los cuatro a cenar. Pense que seria divertido.
Lo primero que Gracie penso era que no habia ido a ver a Jill y que podrian charlar durante la cena. Lo segundo fue…
– ?Divertido? ?Tu crees? ?Los dos saliendo a cenar en parejitas? ?Y en publico? ?Tienes idea de lo que diria la gente? Eres candidato a la alcaldia de esta ciudad y yo estoy tratando de llevar una vida normal. Nada de eso va a ocurrir si salimos a cenar.
– ?Significa eso que no?
– Por supuesto que no. Solo estaba advirtiendote de lo que pasara. ?A que hora deberia estar lista?
– Estas haciendo esto aproposito, ?verdad? Estas tratando de acobardarme.
– En absoluto. Bueno, tal vez un poco. Sin embargo, la gente hablara. Ahora, ven conmigo. Tengo que trabajar. Me estoy retrasando y eso no es bueno -dijo. Echo a andar hacia el salon seguida de Riley. Una vez alli, le indico las sillas-. Sientate. Tengo que hacer hojas.
– Hacer un pastel supone un gran trabajo -dijo Riley mientras tomaba asiento,
– Dimelo a mi. ?Oh! A ver si adivinas lo que ha ocurrido. Como nunca lo adivinarias, te lo dire yo. Hoy he recibido una llamada de telefono -anuncio. Rapidamente, le conto a Riley la entrevista con Neda Jackson-. No me lo puedo creer. ?Sabes 1o que esto va a suponer para mi negocio?
– Lo va a hacer despegar.
– Exactamente.
– He visto tu calendario, Gracie. Estas al limite. ?Significa esto que estas lista para la expansion?
– No lo se. Si consigo mucho mas trabajo, voy a tener que contratar a alguien. Asi que supongo que si, aunque odio tener que dejar de controlarlo todo. Me encanta hacer todos los pasteles a mi sola.
– El dia tiene un numero de horas muy concreto. Parece que vas a tener que tomar una decision muy importante para tu carrera.
– ?Tengo que hacerlo?
– No, si no quieres.
Gracie suspiro. Sabia que Riley tenia razon. Durante los ultimos cinco anos, habia ido construyendo su negocio basandose en el boca a boca. Las cosas se iban a poner mucho mas complicadas. No podia hacer mas pasteles de los que ya hacia, lo que significaba que, o empezaba a rechazar encargos o contrataba a alguien.
– Supongo que tendre que ampliar el negocio.
– Bien dicho. ?Donde vas a poner la tienda? ?Aqui?
– Ni aunque me pagaran. Los Lobos no representa mi idea de diversion. Regresare a Los Angeles.
– En eso estoy contigo. Al menos en lo de dejar Los Lobos.
– Te recuerdo que, cuando ganes las elecciones, tu seras el alcalde, Tu: mandato sera de cuatro anos.
– El testamento dice que tengo que ganar, no que tenga que ejercer como alcalde.
– ?Serias capaz de dejarlo todo? ?Y el banco? ?Lo venderias?
– No. Lo cerraria.
– No lo comprendo.
– Cuando sea dueno del banco, puedo hacer lo que quiera con el. Lo cerrare. Ese maldito negocio fue lo unico que le importaba a mi tio. Quiero que desaparezca como si jamas hubiera existido.
– Si el banco cierra, ?que les ocurrira a las personas que tienen dinero en el?
– Lo recuperaran. Se cerraran las cuentas, se liquidaran los prestamos y se pagaran las deudas. Entonces, nada.
– Y ?que van a hacer las personas que deban dinero?
– Tendran que conseguir otro medio de financiacion.
– ?Y si no pueden?
– No es mi problema.
Podria ser el de Gracie, aunque estaba bastante segura de que su madre podria conseguir otro prestamo. Tenia la casa pagada y solo habia tomado prestado lo suficiente para la boda de Vivian., Al menos, eso era lo que Gracie esperaba.
– La hipoteca que Pam ha sacado para su hotel la tiene con mi banco. Seguro que eso te parece una buena noticia:
– Supongo, pero me preocupan todos los demas. Se que te quieres vengar de tu tio, Riley y lo comprendo, pero, ?y la ciudad? Vas a destruirla.
– Una vez mas, no es mi problema.
Gracie habia estado tan sumida en como la hacia sentirse y en lo bien que se habia portado con ella que se habia olvidado de que la ira rugia en el interior de Riley. Llevaba soportando su dolor durante mucho tiempo, tanto que le habia danado el alma.
– No me puedo creer que seas capaz de hacerle dano a personas inocentes solo por vengarte de un hombre.
– Te aseguro que no pienso sentirme culpable. Ademas, ?que te importa a ti? Estas deseando marcharte de aqui.
– Lo se, pero siento pena por todos los que se van a ver afectados por esto.
– Lo superaran. Bueno, ?vamos a salir a cenar?
– Por supuesto. ?Por que?
– Estas pensando demasiado. No apruebas mi decision.
– No es mi labor aprobar o desaprobar lo que haces. Solo espero que lo hayas pensado todo bien y que lo que hagas merezca la pena.
– No te preocupes. Tal y como van las cosas, ni ganare las elecciones ni heredare el banco. Entonces, la ciudad estara a salvo.
– Tu no te rindes facilmente. Yo diria que aun tienes una gran posibilidad.
– Tienes razon -dijo Riley, poniendose de pie-. ?Puedes estar lista para las siete y cuarto? He quedado con Mac y Jill en el mexicano de Bill.
– Claro -respondio ella, al tiempo que miraba el reloj.
Eran poco mas de las cuatro. Tenia mucho tiempo para trabajar y para vestirse y deslumbrar. Si aquella noche iba a ser el centro de todas las miradas, estaba dispuesta a darle a todo el mundo algo especial de lo que hablar.
– No hace falta que me acompanes -anuncio Riley-. Hasta luego.
– Adios.
Oyo que la puerta principal se cerraba a espaldas de Riley y entonces suspiro. Aunque comprendia que queria cerrar el banco para vengarse de su tio, estaba segura de que se equivocaba. Sin embargo, ?como podia convencerlo de lo contrario?
Una cosa mas de la que preocuparse. Eso y que su madre hubiera pedido un `prestamo. Por supuesto, Gracie la ayudaria si era necesario. Al menos, de eso no tenia por que preocuparse.
Eso le dejaba tiempo para pensar en su posible embarazo, en por que Pam era tan amable con ella, en quien estaba siguiendo a Riley para hacerle fotos, en las elecciones, en la boda o no boda de su hermana, en su relacion