Todd miro a Kane.

– ?Es verdad eso?

– No te preocupes por mi, no estoy interesado en las relaciones.

Willow se habia ido y no volveria a verla, justo lo que queria. Pero en el transcurso del dia fue recordando su sonrisa, su risa y sus caricias. Era como cuando se le metia en la cabeza una cancion y no podia dejar de tararearla.

Willow aparecio el sabado por la manana sin previo aviso ya que no tenia el numero de telefono de Kane. Lo habia buscado en la guia, pero Kane no aparecia. Incluso habia mirado en Internet, pero nada. Era como si Kane no existiese.

Pero si existia, ella lo sabia muy bien. Kane era un hombre que poseia una interesante mezcla de contrastes: era un hombre duro que sabia ser tierno, era un hombre rico que vivia con sencillez.

Se habia dicho a si misma que debia olvidarlo, pero no lo conseguia. Cada vez que cerraba los ojos casi podia sentirlo tocandola otra vez. La noche anterior habia sonado con el.

Por lo tanto, preparada para la posibilidad de que Kane le pidiera que se diera media vuelta y volviera a su casa, agarro una bolsa que habia dejado en el asiento posterior del coche y salio del vehiculo. Le faltaban unos metros para llegar a la puerta cuando esta se abrio.

Kane llevaba vaqueros y una camisa de manga larga; estaba para comerselo.

– Has vuelto -dijo Kane. Ni su voz ni su expresion mostraban emocion.

– He venido a ver a los gatos, no a ti -dijo ella con una sonrisa, esperando que Kane no se diera cuenta de que era una mentira-. Asi que no te asustes.

– No estoy asustado.

La sonrisa de Willow se agrando.

– Te habria llamado de haber tenido tu numero de telefono, pero no me lo diste. Y no te molestes en decirme que no me lo diste porque no querias, eso ya lo se. Tenias miedo de que me convirtiera en una peste.

– No me das miedo, te lo aseguro.

Willow avanzo hacia el, preparandose para recibir el impacto de esa oscura mirada y esa boca.

– Podrias tenerme miedo y lo sabes -dijo ella en tono animado-. Y ahora, dejame entrar.

Kane se echo a un lado y la dejo entrar.

En el cuarto de estar, Willow se vio asaltada por los recuerdos. Ahi estaba el sillon al que el la habia llevado en brazos cuando se hizo dano en el tobillo y ahi estaba la puerta que daba al pasillo que conducia a su habitacion.

La piel se le calento al recordar sus caricias. Se dio media vuelta, de cara a Kane, para preguntarle como estaba, pero las palabras murieron sin ser pronunciadas.

La expresion de Kane mostraba solo un cortes interes, nada mas. No habia humor en su rostro, ni deseo. Era como si no hubiera ocurrido nada entre los dos.

Desde luego, Kane no habia dicho en broma lo de que solo se acostaba con la misma mujer una noche, penso Willow con tristeza. Si hubiera sido otra persona quiza se le insinuara, pero era ella. ?Que sentido tenia hacerlo? Deberia alegrarse de lo que habia tenido por una noche y contentarse con que, al menos, Kane la hubiera deseado una vez en su vida.

Willow dejo la bolsa en el reposapies y se acerco a la caja que estaba junto a la chimenea. La gata estaba tumbada al lado de sus tres crias. Ronroneo cuando ella se acerco.

– Hola, carino -murmuro Willow-. ?Que tal estas? Tus gatitos han crecido. ?Te va bien?

La gata froto la cabeza contra la mano de ella.

– ?Come bien? -le pregunto Willow a Kane.

– Creo que come el doble de lo que deberia -la informo el.

– Bueno, eso es porque esta sana. ?Has pensado en un nombre para ella?

– No voy a ponerle ningun nombre.

– Tienes que hacerlo, necesita una identidad.

– Es una gata vagabunda.

Willow se sento en la alfombra y lo miro.

– Todo el mundo se merece un nombre.

– En ese caso, ponselo tu.

– Esta bien -Willow miro de nuevo a la gata-. ?Que tal Ensaimada?

– No, Ensaimada no.

– ?Por que no?

– Porque no es comida. A una gata no se le pone el nombre de algo de comer.

– ?Pookey?

– No -gruno Kane.

– Has dejado muy claro que no es tu gata. ?Por que te crees con derecho a veto?

– Porque esta viviendo en mi casa. Tendre que llamarla por su nombre. Pookey no.

– ?Jazmin? ?Copito de nieve? ?Princesa Leia?

– ?Princesa Leia?

– Como en La Guerra de las Galaxias.

– No, mejor Jazmin.

– ?No Copito de Nieve?

– No es blanca.

– La nieve puede ser gris.

Kane emitio un sonido gutural que podia ser otro grunido, pero Willow no estaba segura.

– En ese caso, Jazmin -Willow se puso en pie-. Hola, Jazmin. Bienvenida a la familia.

Pero antes de que Kane pudiera decir que no eran una familia, Willow agarro la bolsa y se dirigio a la cocina.

– Voy a hacer unas pastas.

Kane la siguio.

– ?Aqui? ?En mi cocina?

– En tu horno -dijo ella mientras regulaba la temperatura.

– ?Y si no quiero pastas?

– Todo el mundo quiere pastas -Willow lo miro-. De chocolate, para ser exactos. ?Como no te van a gustar?

Willow saco de su bolsa una bandeja para el horno y un paquete de masa para pastas precocinada. Lo unico que tenia que hacer era separarla en unidades, ponerla en la bandeja y meterlas en el horno. Pastas casi instantaneas.

Cuando la bandeja estuvo lista, Willow se apoyo en el mostrador de la cocina y miro a Kane. Estaba guapo, muy guapo. Le hacia desear que las cosas fueran diferentes, que el quisiera poseerla otra vez. De tener el menor indicio de que asi era, se aferraria a la idea; pero, por el momento, nada.

Tambien habia que, si no quisiera que estuviera alli, la echaria sin contemplaciones.

– Bueno, ?que tal te va? -pregunto Willow.

– Dejalo, no te va a servir de nada -la informo el.

– ?El que?

– No me vas a convencer de tener relaciones contigo.

– Eso lo se.

– Lo de las pastas es solo un gesto amable -y tambien una excusa para quedarse ahi un rato.

Kane la miro fijamente, haciendola estremecer.

– ?Por que te acostaste conmigo? -pregunto el-. Te deje las cosas muy claras y se que no eres una mujer que se acueste con un hombre una noche y se de por satisfecha.

– Si, es verdad, no lo habia hecho nunca -dijo Willow suspirando-. Creo que se debio a la perdida de sangre, el cerebro no me funcionaba bien.

Kane sonrio; pero, desgraciadamente, su sonrisa se desvanecio rapidamente.

– Vamos, sigo esperando una respuesta seria. ?Por que lo hiciste?

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