– ?Que quieres decir con eso de que le dieron por muerto? -pregunto Marina mientras pasaba la cesta con los panecillos.
Willow agarro uno y ofrecio otro a Julie, que lo rechazo.
– El novio de su novia disparo a Kane y se marcho, dejandolo ahi tirado. Alguien llamo a una ambulancia y logro sobrevivir -Willow aun no podia creer lo ocurrido, pero habia visto las cicatrices en el cuerpo de Kane.
Las hermanas se habian reunido para almorzar cerca de la oficina de Julie. Era uno de esos dias calidos otonales que a la gente que vivia en zonas donde nevaba le hacia pensar en trasladarse a Los Angeles.
– Se lo que estas pensando -le dijo Marina-. Estas pensando que puedes salvarlo.
– Ni se te ocurra -anadio Julie-. No se parece en nada a los otros que has salvado. Es un hombre peligroso.
Lo que lo hacia aun mas atractivo, penso Willow.
– Esta solo. Creo que necesita a una mujer en su vida.
Marina miro a Julie y despues sacudio la cabeza.
– Willow, a veces, los hombres dicen lo que realmente piensan. No quiere tener relaciones. No puedes cambiarlo.
– Pero si me dejara intentarlo estaria mucho mejor -contesto Willow.
Julie le toco el brazo carinosamente.
– Sabes que te quiero y que siempre te apoyare, pero… ?por que te empenas en hacerte dano a ti misma? Lo haces siempre.
– Soy asi, no puedo remediarlo -declaro Willow-. Quiero cambiar las cosas. Quiero que un hombre me quiera y que desee pasar conmigo el resto de la vida. Kane puede ser ese hombre.
– Y tambien puede que te destroce el corazon -dijo Julie con ternura-. No me gustaria verte sufrir otra vez.
– Lo se. Pero esta vez es diferente.
– ?Lo es? -pregunto Julie-. ?En que es diferente? No, espera, no contestes. ?Se te ha ocurrido cuestionarte por que te enamoras de hombres que no te corresponden? ?No sera porque tienes miedo de enamorarte? Dices que quieres un amor eterno, pero tienes la tendencia a asegurarte de que eso no ocurra.
Willow miro a Julie y luego a Marina.
– Yo no hago eso.
Marina suspiro.
– Lo siento, pero estoy de acuerdo con Julie. Evitas a los hombres normales, a los hombres que quieren casarse y tener hijos.
Willow abrio la boca para luego cerrarla. Queria decir a sus hermanas que estaban equivocadas. Ella no hacia eso… aunque quiza si.
De repente, recordo un incidente en su adolescencia. Estaba en su cuarto arreglandose para salir con un chico cuando entro su padre. El no pasaba mucho en casa; por lo tanto, cuando estaba alli, tanto ella como sus hermanas estaban encantadas. Willow habia dado media vuelta y habia dejado el cepillo del pelo en la comoda.
– ?Que te parece, papa? ?Estoy guapa?
Su padre se la habia quedado mirando durante un tiempo y luego contesto:
– Nunca seras tan lista ni tan guapa como tus hermanas, pero estoy seguro de que acabaras encontrando a alguien que se haga cargo de ti. Pero no suenes con un principe azul, eso es todo.
Las palabras de su padre se le habian clavado en el alma. Habia salido con su amigo, pero no recordaba nada de aquella noche, las palabras de su padre no dejaron de rondarle en la cabeza.
Siempre habia sabido que Marina y Julie eran mas guapas que ella y que tenia que estudiar mas que sus hermanas para conseguir peores notas que ellas, pero nunca le habia dado importancia. Hasta ese momento, se habia considerado especial.
Pero si su propio padre no lo creia, quiza no lo fuera. Desde entonces, jamas se volvio a sentir especial… hasta la noche que paso con Kane.
– Willow, ?te pasa algo? -pregunto Marina inclinandose hacia ella.
– No, estoy bien -Willow respiro profundamente-. Teneis razon. Creo que evito a los hombres normales porque me da miedo enamorarme y ser rechazada. ?En que estaba pensando? No voy a cambiar a Kane. El no quiere tener nada que ver conmigo y voy a dejarlo en paz. Es lo mejor.
Julie se mordio el labio inferior.
– ?Te encuentras bien? No era mi intencion herir tus sentimientos.
– No lo has hecho. Estas preocupada por mi y te lo agradezco.
– Te quiero -dijo Julie con sinceridad.
– Y yo tambien te quiero -anadio Marina.
Willow reconocio el afecto de sus hermanas y se sintio algo mejor. Siempre podia contar con ellas. En cuanto a Kane, iba a olvidarlo. El no la queria en su vida, se lo habia dejado muy claro.
Quiza hubiera llegado el momento de dejar de querer imposibles y plantar los pies firmemente en la tierra. Quiza debiera buscarse un hombre normal. Pero… ?como era un hombre normal exactamente?
Capitulo 5
Kane entro en la casa y oyo el maullido de las crias, lo que le parecio extrano ya que, normalmente, no hacian ningun ruido. Dejo el portafolios en una silla de la cocina, salio al cuarto de estar y vio a las crias en la caja, pero no a la madre.
Busco por toda la casa, pero no habia rastro de la gata. Pero la ventana que habia dejado entreabierta para que se ventilara la casa estaba mas abierta y la rejilla estaba fuera, en el suelo. La gata se habia marchado.
Lanzo una maldicion y miro la caja con las crias. ?Habria abandonado a su familia? No necesitaba mas problemas, penso mientras agarraba el telefono, y fue cuando se dio cuenta de que no tenia su numero de telefono.
Tres minutos mas tarde estaba marcando. Sus programas de seguridad, junto con un buen ordenador y conexion de Internet, le permitian encontrar a cualquier persona en cualquier parte del mundo.
– ?Si?
Kane fruncio el ceno. La voz no le resultaba familiar.
– ?Willow?
Oyo un sonido nasal seguido de un tembloroso:
– Si.
Algo le pasaba. No queria saberlo, pero sabia que debia preguntar, era lo correcto. Al demonio, penso unos segundos mas tarde.
– Soy Kane.
Willow emitio un sonido semejante a un sollozo.
– ?Que pasa? -pregunto ella con voz espesa, una voz que a el le parecio de llanto-. No me llamarias si no te pasara algo.
Willow habia dicho la verdad y eso le gustaba.
– La gata se ha marchado.
– ?Jazmin?
– Si, Jazmin. He dejado la ventana abierta para que entrara aire y la gata ha conseguido tirar la rejilla y se ha escapado. Las crias no hacen mas que maullar y yo no se que hacer.
– No dejar la ventana abierta es lo mejor que podias haber hecho -dijo ella con voz queda-. Ahora mismo voy.
Willow hizo lo que pudo por recuperar la compostura, no queria que Kane pensase que habia llorado por el. No lo habia hecho. Sus problemas no tenian nada que ver con Kane. Pero los hombres eran tan arrogantes que