– No vas a hacerme dano -susurro ella.

– Tu fe en mi es infundada. No sabes lo que puedo hacerte.

Kane bajo la cabeza y la beso dura, exigentemente. Se adentro en su boca y le acaricio la lengua; luego, le chupo los labios.

Willow le rodeo el cuello y dio tanto como recibio, desairandolo con la lengua. Lo sintio ponerse tenso, sorprendido. Entonces, Kane la estrecho contra si.

Kane interrumpio el beso y se la quedo mirando a los ojos.

– Soy peligroso y no me gustan los jugueteos -dijo el-. No te convengo. No soy un hombre encantador. No llamo por telefono al dia siguiente y no me interesa pasar mas de una noche con una mujer. No me puedes cambiar, ni reformar ni curarme. Deberias alejarte de mi, creeme.

Las palabras de Kane la hicieron temblar.

– No me das miedo -le dijo ella.

– ?Por que no?

Willow sonrio y le acaricio el labio inferior con la yema de un dedo.

– Estoy de acuerdo en que eres un tipo duro y, probablemente, asustas. Pero Kane, me rescataste y tambien a los gatos, has sido amable con mi madre y con mi hermana; y cuando me llevaste a la cama, ni se te paso por la cabeza aprovecharte de mi. ?Como no me vas a gustar?

Kane cerro los ojos y lanzo un grunido.

– Eres imposible -comento Kane abriendo los ojos.

– No es la primera vez que oigo eso.

– Tambien eres irresistible.

– Eso es nuevo -contesto Willow suspirando-. ?Podrias repetirlo?

Kane la empujo hasta ponerla contra la pared. Willow sintio su cuerpo, su ereccion, contra ella.

– Te deseo -dijo el con voz ronca-. Quiero verte desnuda, rogandome y desesperada. Quiero penetrarte y hacerte olvidar hasta quien eres. Pero seria una tonteria por tu parte dejarte hacer. Si esperases algo de mi, lo unico que lograrias es sufrir. En cualquier caso, me voy a apartar de ti. Tu decides.

Willow vio sinceridad en sus ojos. Una vez mas, el sentido comun le decia que la habitacion de invitados era la opcion mas sabia. Pero ella nunca habia conocido a nadie como Kane y lo mas probable era que no volviera a conocer jamas a alguien asi. Kane se proclamaba un hombre duro y quiza lo fuera, pero ella tenia la impresion de que habia algo mas que Kane no queria que viera en el.

?Echarse atras? Imposible. Quiza Kane la hiciera sufrir, pero quiza no. Estaba dispuesta a correr ese riesgo. Tenia que hacerlo. Se sentia increiblemente atraida hacia el.

Ademas, ese hombre podia hacerla temblar con solo una mirada.

– Para insistir tanto en que la gente no te importa, estas haciendo lo imposible por evitarme sufrir -dijo ella-. Quiza deberias dejar de hablar y besarme otra vez.

– Willow.

– ?Lo ves? Sigues con lo mismo. He entendido las reglas del juego y estoy dispuesta a seguirlas, pero tu sigues hablando. ?Sabes una cosa? Creo que lo tuyo es una mascara. Creo que…

Kane la agarro y la beso. Sin mas. La beso profunda y apasionadamente, sin pausa y con posesividad.

Willow apoyo las manos en los hombros de Kane y se inclino sobre el. El cuerpo de Kane sujetaba el suyo. Ella ladeo la cabeza y le aprisiono la lengua con los labios, succionandola.

Kane se puso tenso; luego, dio un paso atras y se la quedo mirando. Habia placer y pasion en sus ojos, una mezcla irresistible.

– No me asusto facilmente -dijo Willow encogiendo los hombros.

Kane sacudio la cabeza; despues, la levanto en sus brazos y fue al pasillo.

Entraron en una habitacion iluminada por una lampara encima de una mesilla de noche. Ese cuarto si era totalmente masculino, con mobiliario de madera oscura. La cama era inmensa.

Kane la dejo en la cama y la miro fijamente.

Willow reconocio el reto de su mirada y se nego a apartar los ojos, ni siquiera cuando Kane empezo a desabrocharse la camisa. A la camisa le siguio una camiseta, dejandole el pecho desnudo.

Willow contuvo la respiracion. Era tan musculoso como habia imaginado, pero tenia docenas de cicatrices en el cuerpo: circulos pequenos e irregulares, y largas lineas. Cicatrices de heridas y operaciones.

?Que le habia pasado a ese hombre? ?Quien le habia hecho dano y por que?

Pero no era el momento para hacer esas preguntas. Kane se quito los zapatos y luego los calcetines. Siguieron los pantalones y los calzoncillos.

Kane estaba desnudo. Sumamente guapo, duro y a punto. Ese cuerpo se merecia ser inmortalizado en marmol, penso Willow. Lo deberia esculpir un maestro. Aunque sabia que Kane jamas accederia a posar.

Kane se llevo las manos a las caderas y se la quedo mirando.

– Todavia estas a tiempo de salir corriendo -la informo el.

– No puedo correr con este tobillo.

– Sabes a que me refiero.

– Si, lo se. Y no voy a ir a ninguna parte.

Kane dio un paso hacia la cama; entonces, se detuvo.

– Por favor, Willow…

Ella se quito el jersey y lo tiro al suelo.

– ?Que es lo que tiene que hacer una chica para llamar tu atencion?

Kane emitio un sonido gutural antes de lanzarse a la cama, encima de ella, rodando con ella hasta colocarsela encima. Y la beso hasta la saciedad.

Sus lenguas danzaron. Kane le acariciaba la espalda con las yemas de los dedos y, cuando llego a la cinturilla del pantalon, deslizo las manos por debajo de los pantalones y le apreto las nalgas.

Willow sentia la ereccion de el en el estomago. Queria que las manos de Kane estuvieran en todo su cuerpo, tocandoselo.

Kane se dio la vuelta y la dejo tumbada boca arriba. Sus oscuros ojos se clavaron en ella.

– Eres preciosa -susurro antes de desabrocharle el sujetador.

Las palabras de Kane la excitaron, pero no tanto como la boca de el en sus pechos.

Kane la chupo y ella lo sintio en el vientre y en la entrepierna. Los dientes de Kane le mordisquearon un pezon; luego, lo chupo hasta hacerla gritar.

El deseo aumento hasta hacerse insoportable. Willow movio las piernas. Queria quitarse el resto de la ropa y sentir su cuerpo desnudo pegado al de el.

Kane empezo a besarle el estomago, el vientre. Le desabrocho los pantalones y continuo besandola. Besos suaves, besos humedos, mordiscos. Enloquecedores.

Con movimientos rapidos, Kane le quito los pantalones y las bragas, dejandola desnuda. Entonces, sus besos continuaron un camino en descenso.

Cuando estaba a unos centimetros de la tierra prometida y ella pensaba que iba a morirse si no la tocaba ahi, Willow separo las piernas y se preparo para el asalto.

Fue increible. Ardiente y humedo, rapido y lento, y todo lo demas. Kane la chupo toda, la hizo gemir hasta hacerle rogarle que no se detuviera.

Kane movio la lengua sin tregua, llevandola casi al climax para luego detenerse. Willow estuvo a punto de tener un orgasmo dos veces, pero Kane se paro, impidiendoselo.

Ella respiraba trabajosamente. Se agarro a las sabanas e hinco los talones en el colchon. Kane continuo chupandola y lamiendola acelerando el ritmo, llevandola casi al climax otra vez. Estaba a punto, tan a punto…

– Kane -jadeo ella.

El se detuvo. Willow no alcanzo el orgasmo y casi grito de frustracion. Entonces, Kane le introdujo un dedo. Dentro y fuera, dentro y fuera. La intensidad del tenso placer que sentia la dejo atonita. Casi no podia respirar. Kane le cubrio con la lengua su punto erogeno mas sensible y lo succiono; al mismo tiempo, le acaricio con la punta de la lengua.

Willow estallo entonces. Fue un estallido sobrecogedor, casi violento. Nunca habia sentido nada igual.

El placer parecio durar una eternidad. Por fin, empezo a disiparse y Kane, alzando la cabeza, la miro.

Aun habia deseo en esos ojos oscuros, pero tambien satisfaccion.

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