– No quiero estar contigo porque no quiero -respondio ella con firmeza-. No quiero tener una relacion contigo, Chuck. Marchate.

Chuck se echo a reir.

– Ni lo suenes.

Willow miro a Kane.

– Perdona, Kane. Este es Chuck. Eramos amigos.

Chuck la miro furioso y luego lanzo una maldicion. Chuck asintio, se subio a su moto y se marcho a toda prisa.

Kane se volvio hacia Willow, que lo miraba con intensidad.

– Desde luego, si algo no eres es aburrida.

Willow sonrio.

– Bienvenido a casa.

Capitulo 7

Kane entro en la casa primero. Willow lo siguio y cerro la puerta.

– No se que le ha pasado, jamas habia sido posesivo -comento Willow, confusa por el comportamiento de Chuck y aliviada de que Kane hubiera llegado cuando lo habia hecho-. Era muy debil de caracter e introvertido. Jamas habia mostrado interes en mi. Y otra cosa, yo no lo he traido aqui. Estaba esperandome a la puerta de mi casa. Charlamos, le dije que todo habia acabado entre nosotros y se fue. Creo que me ha seguido hasta aqui. Es muy raro.

– No es raro -dijo Kane mirandola-. Antes, siempre estabas disponible. Esta vez no lo estabas. Eso le habia hecho desearte mas.

– Que retorcido -murmuro ella; de repente, noto lo guapo que estaba Kane.

Kane llevaba un traje que enfatizaba la anchura de sus hombros. Si hubiera sido el quien la hubiera invitado a irse a vivir a Tucson no habria vacilado ni medio segundo.

– Es tipico. Siempre queremos lo que no podemos tener -dijo Kane.

Willow considero esas palabras y luego sacudio la cabeza. No, a ella le gustaria Kane aun mas si el le rogara que se quedara con el. Aunque Kane jamas haria una cosa asi.

– En cualquier caso, no le va a quedar mas remedio que conformarse -dijo Willow con firmeza-. Estoy harta de ayudar a los hombres. Ya no necesito ayudar a nadie para tener confianza en mi misma.

Kane arqueo las cejas.

– ?Has leido eso en alguna revista?

– No.

Willow sonrio traviesamente, le agarro una mano y tiro de el hasta la ventana. Despues, le dijo:

– Mira. Flores. Bonitas.

– Te estas burlando de mi.

– Solo un poco. Esta bien, estos tiestos tienen hierbas. Albahaca y romero, y se las reconoce por el olor y por sus usos culinarios. Y estos otros dos tiestos tienen flores, son rosales pequenos, de pitimini; muy faciles de cuidar.

– Bueno.

Willow espero a que dijera algo mas. Sabia que a Kane las plantas no le volvian loco, pero… ?aceptaria el regalo?

– ?Que? -pregunto el.

– Podrias fingir interes.

– ?Me creerias?

– Lo intentaria.

Kane suspiro.

– Son preciosas. Gracias.

– De nada.

Willow, aun agarrandole la mano, tiro de el otra vez.

– Ven a ver a los gatos. Dos de las crias han abrieron los ojos.

Kane le permitio llevarlo al otro lado del cuarto de estar. Jazmin maullo cuando lo vio; se levanto, se estiro y salto de la caja.

Kane se agacho y acaricio al animal.

– ?Que tal el viaje? -le pregunto ella cuando Kane se enderezo.

– Bien.

– ?Cafe?

– Bueno -respondio el tras titubear unos momentos.

Una vez en la cocina, Willow echo el agua en la cafetera y saco el paquete de cafe de la nevera.

– Me he portado muy bien durante tu ausencia -declaro ella-. No he cotilleado. Ni he mirado los cajones, ni los armarios ni nada.

– En ese caso, ?como sabias donde tenia el cafe?

Willow sonrio.

– Te vi sacarlo de la nevera cuando estaba aqui. De hecho, no me he portado bien, me he portado excelentemente.

– ?Te ha resultado muy dificil?

Willow encendio la cafetera electrica.

– Si, bastante. Pero te di mi palabra y soy una persona de principios.

Kane la miro y ella sintio la intensidad de su mirada. ?Habia ardor en esos ojos o eran imaginaciones suyas?

– ?Cuantos hombres ha habido en tu vida? -pregunto el-. Me refiero a tipos como Chuck.

– Un par.

Kane continuo mirandola.

– Unos cuantos -anadio Willow.

– ?E intentabas solucionarles la vida a todos?

– Mas o menos; algunas veces, funciono.

– ?Y sigues pensando en solucionarme la vida a mi? -pregunto Kane con ironia.

– ?Sabes? Estaba pensando justo en eso. La cuestion es que no creo que tu necesites que te solucione la vida nadie. La tienes mas o menos resuelta. A excepcion de lo de estar solo. Eso es una pena.

– Puede que sea porque me gusta el silencio.

– A nadie le gusta estar solo todo el tiempo. Admitelo, te has alegrado de verme al llegar.

– Si, me ha encantado verte con un tipo que estaba a punto de pegarte.

– No creo que pensara hacerlo en serio -comento Willow.

– Pues yo creo que si -Kane se le acerco-. Eres un peligro para ti misma.

Willow sintio el calor del cuerpo de Kane.

– ?Vas a solucionarme la vida? -pregunto ella mirandolo a los ojos, y contuvo la respiracion al ver tanta pasion.

Volvia a desearla.

– Lo tuyo no tiene arreglo.

– Podrias intentarlo.

– Tengo una idea mejor.

?Maravilloso! Willow apago la cafetera.

– Dime que quieres hacer esto -dijo Kane.

– Te deseo, Kane.

Kane le saco el jersey por la cabeza y, mientras se besaban, le bajo la cremallera de los pantalones. Al momento, ella sintio los dedos de el en la entrepierna y todo pensamiento coherente se desvanecio.

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