Susan Mallery
Seducida por el millonario
Seducida por el millonario (2010)
Titulo Original: High-Powered, Hot-Blooded (2009)
Prologo
– ?Esto es inaudito! -Lawrence Patrick tiro el periodico sobre la mesa del consejo de administracion, furioso.
Duncan se echo hacia atras en la silla, intentando disimular un bostezo.
– ?Querias que diese una entrevista?
– No me refiero a eso y tu lo sabes.
– ?Entonces? -le pregunto Duncan, mirando a su tio y a los demas miembros del consejo-. ?Estamos ganando demasiado dinero? ?Los inversores no estan contentos?
– La cuestion es que la prensa te odia -replico Lawrence-. Has comprado un camping de caravanas y echaste a los residentes, la mayoria de ellos personas mayores o sin medios economicos.
– El camping estaba al lado de una de nuestras nuevas instalaciones, necesitaba esa parcela para ampliarlas. Y el consejo de administracion lo aprobo.
– ?No aprobabamos a las ancianas que salian en television llorando porque no tenian ningun sitio al que ir!
Duncan levanto los ojos al cielo.
– Pero bueno… parte del trato era llevar a los residentes a otro camping mucho mas grande y que esta en una zona residencial. Tienen un servicio de autobuses en la puerta y hemos pagado el traslado… nadie se ha quejado ni ha pedido un centimo. Han sido los medios de comunicacion los que han creado esa historia.
Uno de los miembros del consejo lo fulmino con la mirada.
– ?Estas negando que dejaste en la ruina a la competencia?
– No, en absoluto. Si quiero comprar una empresa y el dueno se niega a vendermela encuentro la manera de convencerlo -Duncan se irguio en su silla-. Una manera legal, senores. Todos ustedes han invertido en la empresa y todos han ganado dinero. Me importa un bledo lo que la prensa diga de mi o de Industrias Patrick.
– Ahi esta el problema -intervino su tio-. A nosotros, si nos importa. Industrias Patrick tiene una reputacion espantosa, igual que tu.
– Las dos inmerecidas.
– En cualquier caso, esta no es tu empresa, Duncan -le recordo otro de los miembros del consejo-. Nos llamaste cuando necesitabas dinero para comprar la parte de tu socio y el trato es que tienes que contar con nosotros para tomar decisiones.
A Duncan no le gustaba nada eso. El era quien habia convertido a Industrias Patrick en un gigante cuando solo era una empresa familiar. No el consejo de administracion, el.
– Si estas amenazandome…
– No te estamos amenazando -dijo otro miembro del consejo-. Duncan, nosotros entendemos que hay una diferencia entre «agresivo» y «perverso», pero el publico no lo entiende. Te estamos pidiendo que controles tu comportamiento durante los proximos meses.
– Sal de esa lista como sea -dijo su tio, moviendo el periodico frente a su cara-. Practicamente estamos en Navidad. Da dinero a los huerfanos, encuentra una causa benefica… rescata a un cachorro, sal con una buena chica para variar. Nos da igual que cambies de verdad o no, la percepcion lo es todo y tu lo sabes.
Duncan sacudio la cabeza.
– Asi que no os importa que sea el mayor canalla del mundo mientras nadie lo sepa, ?no?
– Eso es.
– Muy bien, de acuerdo -Duncan se levanto de la silla. Podia «hacerse el bueno» durante unos meses, mientras buscaba dinero para comprar las acciones de los miembros del consejo. Entonces no tendria que dar explicaciones a nadie y asi era como a el le gustaban las cosas.
Capitulo Uno
Annie McCoy podia aceptar una rueda pinchada porque el coche era viejo y deberia haber cambiado las ruedas la primavera anterior. Tambien podia entender que Cody hubiese comido tierra en el patio y que vomitase despues sobre su falda favorita.
No se quejaria de la carta que habia recibido de la compania electrica senalando, muy amablemente, eso si, que tenia pendiente la ultima factura… otra vez. Pero todo eso le habia ocurrido el mismo dia. ?El universo no podia darle un respiro?
En el viejo porche de su casa, Annie reviso el resto del correo. No habia mas facturas, a menos que esa carta de UCLA exigiese el inmediato pago de la matricula de su prima Julie.
La buena noticia era que su prima habia conseguido entrar en la prestigiosa universidad. La mala noticia, que ella tenia que pagar sus estudios.
Incluso viviendo en casa, el coste de una carrera era enorme y Annie hacia lo que podia para ayudar.
– Un problema para otro momento -se dijo a si misma mientras abria la puerta y dejaba el correo en la caja hecha de macarrones y pintada con purpurina dorada que sus alumnos le habian regalado el ano anterior.
Suspirando, entro en la cocina para mirar la pizarra donde anotaba los horarios…
Era miercoles, de modo que Julie tenia clase por la noche. Jenny, la gemela de Julie, estaria trabajando en el restaurante de Westwood. Y Kami, la estudiante de intercambio de Guam, habia ido de compras con unos amigos.
De modo que tenia la casa para ella sola… al menos durante un par de horas. Y era como estar en el cielo.
Sonriendo, saco de la nevera una botella de vino blanco y, despues de servirse una copa, se quito los zapatos y salio descalza al jardin.
La hierba era tan fresca bajo sus pies… alrededor de la verja crecian plantas y flores. Estaban en Los Angeles y alli todo crecia de maravilla mientras pudieras pagar la factura del agua. Ademas, le recordaban a su madre, que habia sido una estupenda jardinera.
Pero apenas se habia dejado caer en el viejo y oxidado balancin bajo la buganvilla cuando sono el timbre. Por un momento penso no abrir pero, suspirando, volvio a entrar en la casa, abrio la puerta y miro al hombre que estaba en el porche.
Era alto y atletico, su traje de chaqueta destacando unos hombros y un torso anchisimos. Parecia uno de esos