que recreaba lo que sus cuerpos harian mas tarde… cuando los dos estuvieran desnudos y Molly estuviera debajo de el.

Molly deslizo la mano a su espalda para acariciarlo y atraerlo mas a ella. Recorrio su piel desde los hombros hasta la cintura. La curva tensa de su trasero la tento, pero todavia no se sentia tan valiente para eso. Aunque habia fantaseado a menudo con hacer el amor con el, la realidad superaba con creces la ficcion.

Las manos de Dylan eran calidas y seguras cuando la empujaron suavemente hasta dejarla tumbada boca arriba. Molly obedecio, ladeando la cabeza para poder seguir besandolo. Le gustaba como le pasaba las manos por los brazos. Luego le acaricio el cuello, y aquella mano siguio bajando hacia su pecho. Molly se quedo inmovil.

Dylan no parecio darse cuenta. Su beso no habia cambiado, aunque ella habia dejado de participar y habia dejado las manos a los costados para cerrar los punos. El miedo, la verguenza, la confusion se mezclaron. No podia hacerlo. Con el no. Nunca.

Se lo habria dicho si hubiera dejado de besarla, pero no lo hizo. Sus labios continuaron rozando los suyos y su lengua penetrando su boca. No la tenia inmovilizada, podia haberse apartado o haberlo empujado facilmente, y casi lo hizo, excepto que… Lo deseaba. Eso no habia cambiado.

Molly siguio debatiendose entre el deseo y el miedo. Trato de concentrarse en lo que hacia, en el calor y la humedad que se intensificaban entre sus muslos. Se dijo que tendria que superar aquello alguna vez y que lo mas facil seria superarlo con Dylan. Entonces, decidio que no le haria dano devolverle el beso. Despues de unos momentos, se dio cuenta de que la mano de Dylan seguian deslizandose arriba y abajo entre sus senos, acercandose pero sin llegar a tocarlos. La parte externa de su seno izquierdo estaba todavia un poco dolorido por la intervencion, pero el pezon estaba en perfectas condiciones. Como el derecho, estaba contraido, casi de forma incomoda. El suave algodon de su sujetador de deporte le irritaba la piel. Se movio para intentar calmarlo pero aquello no sirvio de nada.

Deseaba… Deseaba que Dylan la tocara alli. Se quedo sin aliento al comprender que sus senos estaban llenos y anhelantes de deseo. Habia abierto los punos y en aquellos momentos se agarraba con fuerza a la colcha. Habia separado un poco las piernas y volvia a notar el calor entre ellas.

Molly le paso el brazo por los hombros y le acaricio el pelo. Cuando Dylan corto el beso y levanto la cabeza, ella gimio en senal de protesta y lo siguio. Una vez dentro otra vez de su boca, la exploro y saboreo. La excitacion crecio entre ellos. Aquello era lo que queria. Dylan, siempre Dylan.

Su mano continuo moviendose por su pecho, desde el vientre hasta el cuello. Al bajar, deslizo los dedos un poco a un lado y le rodeo el seno derecho con la mano. Lenta, suavemente. Molly hundio los dedos en su pelo.

– Si -susurro ella junto a sus labios, dandoles a los dos permiso para disfrutar de aquella parte de su cuerpo.

Dylan acaricio cada centimetro de sus curvas, descubriendo las posibilidades, ensenandoles a los dos que le hacia estremecerse y suspirar, y cuando finalmente atormento el pezon contraido, Molly se aferro a el y gimio su nombre.

Sin previo aviso, Dylan se separo. Antes de que ella pudiera preguntarle que pasaba, estaba tirando de su camiseta y sacandosela por la cabeza para arrojarla al suelo. Que ella lo viera desnudo de cintura para arriba era una cosa, pero que el la viera a ella, otra muy distinta.

– No es una buena idea -dijo, cruzandose de brazos sobre el sujetador de deporte que impedia que sus senos se movieran demasiado.

Vaya momento para no llevar puesto su modelo de encaje y saten. Dylan la miro a los ojos.

– ?Por que?

– No quiero quitarme el sujetador. El corte que me hicieron todavia no ha cicatrizado y no quiero que lo veas -contesto Molly, sintiendo las mejillas ardiendo, y no precisamente de pasion.

– Porque pensare que es horrible.

Dylan no le estaba haciendo una pregunta, pero Molly asintio de todas formas. Tampoco importaba, el ambiente se habia vuelto tenso.

– No ha sido una buena idea -murmuro-. Olvidalo -le dijo, y empezo a levantarse de la cama.

– No -la detuvo Dylan, asiendola del brazo-. No me dejes asi. ?De verdad crees que me importa que tengas una incision y unos puntos? No quiero mirar porque tenga una fascinacion morbida por tu herida. Quiero verte desnuda porque la sola idea me excita mucho. Llevo imaginando mucho tiempo que haciamos esto. Quiero acariciar y saborear todo tu cuerpo.

Realmente tenia facilidad de palabra, y Molly penso que tal vez el ambiente no estaba tan tenso como habia creido.

– ?No podemos hacerlo aunque no me quite el sujetador?

– Claro. Pero preferiria que te lo quitaras.

– ?Por que te importa tanto?

– A mi no, a ti.

Molly apreto los labios. De acuerdo, no necesitaba estudiar psicologia para saber que queria decirle. Si le permitia que la viera desnuda, con cicatriz y todo, le quitaria importancia a su pecho.

– No sabes lo que me pides.

– Lo se. Nunca creeras que no vaya a rechazarte por tu aspecto hasta que no me pongas a prueba. Si hace falta, hare lo que me pidas, pero preferiria que te fiaras de mi. No te decepcionare, Molly. Me importas demasiado como para herirte.

?Como podia resistirse?, penso con tristeza. ?Por que un hombre no podia ser un cretino insensible y hacerlo sin preocuparse por su psique o por sus senos? Pero no, tenia que ser atento y afectuoso. Que horror.

Lo absurdo de sus protestas le hizo reir.

– Dylan, no tengo remedio.

Antes de poder cambiar de idea, Molly deslizo las manos por la espalda para soltarse el sujetador. Saco los tirantes por los brazos y volvio a caer sobre la cama, dejando la prenda suelta pero todavia en su sitio. No podia terminar de quitarsela. Dylan tendria que hacerlo por si mismo.

Cerro los ojos para no ver la expresion de desagrado en su cara y se preparo para lo inevitable. No ocurrio nada. Luego sintio un calido aliento sobre su estomago, y un tiron. Comprendio que le estaba bajando la cremallera de los vaqueros. Genial. Tendria que preocuparse por meter la tripa. Y luego la gente hablaba de romanticismo.

Un calor humedo se concentro por encima de su ombligo. Molly abrio de golpe los ojos y miro para ver que estaba haciendo. Su garganta se cerro cuando la imagen combinada con el placer sensual le hicieron casi desmayarse. Utilizando la lengua, Dylan dibujaba circulos alrededor de su ombligo, luego la introdujo en el centro. Sus musculos se contrajeron y Molly solto una carcajada.

– Me haces cosquillas.

Dylan sonrio junto a su vientre pero no se detuvo y subio hacia arriba, dejando un rastro humedo a su paso. Molly se estremecio de placer y de expectacion. Dylan siguio ascendiendo mas y mas hasta llegar a su pecho. Molly se puso tensa e intento relajarse, pero no pudo. ?Que diria Dylan? ?Fingiria interes?

Cambio de rumbo. Se movio un poco hacia su seno derecho y Molly se relajo. No le importaba que la tocara alli, aunque el sujetador era un estorbo. Podia introducirse por debajo o…

Dylan lamio la parte inferior de su pecho, apartando la prenda lo suficiente para tener acceso a su piel sensible. Su lengua calida y humeda se movia de un lado a otro, deslizandose poco a poco hacia el pezon. Molly casi gemia de placer. Elevo las caderas ligeramente, como si la accion lo animara a continuar. Queria que siguiera subiendo, que tomara el pezon en la boca y lo chupara. Queria…

Dylan le leyo los pensamientos, y Molly se deleito sintiendo como rodeaba la punta contraida y la atraia al interior de su boca. Levanto los brazos para deslizar los dedos por su pelo, acariciandolo al tiempo que le sujetaba la cabeza para que no se moviera.

La humedad empapo sus braguitas. Tambien queria que la tocara alli. Queria sentirlo dentro, llenandola, haciendole sentirse plena y especial. Dylan beso el valle entre sus senos. Mientras ascendia por su seno izquierdo, sus dedos continuaron dandole los cuidados que habia iniciado con la lengua en el seno derecho, acariciando su pezon tenso, deslizandolo entre el pulgar y el indice, haciendole gemir y suplicar que no parara nunca.

Dylan beso la curva inferior de su pecho izquierdo y luego ascendio hacia el pezon. De nuevo lo introdujo en

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