verlos.

Busco en su maletin y saco varias carpetas. Todd y Ryan se miraron y luego la observaron.

– Se que me ofrecieron un par de cuentas como oferta de paz y, aunque estoy agradecida, he decidido que quiero todo el negocio -continuo Julie- Por la sencilla razon de que no encontraran un bufete mejor. Necesitan algo mas que consejo, necesitan un socio. No delegamos responsabilidades. Asesoramos a nuestros contactos. Yo misma me encargo de hablar directamente con China. Nadie puede alegar un error de traduccion.

– ?De que diablos esta hablando? -pregunto Todd.

– Hablo mandarin -contesto ella.

– Si -dijo Ryan-. Supongo que olvide mencionarlo.

– Lo aprendi gracias a una vecina -dijo Julie-. Pase varios veranos en China y un semestre de la universidad. Lo hablo con fluidez.

– Interesante -dijo Todd-. Si me disculpa un momento.

Ryan vio como su primo salia de la sala y entonces se giro hacia Julie.

Estaba radiante, aunque siempre lo estaba. Lista y sexy. ?Como habia tenido tanta suerte? Si tan solo pudiera convencerla para que se casara con el.

Tenia la sensacion de estar haciendo progresos, lo cual era bueno. Cuanto mas tiempo pasaba con ella, mas disfrutaba de su compania, lo cual era aun mejor.

– No era un negocio por compasion -le dijo.

– Lo que sea -dijo ella, encogiendose de hombros- Era un pedazo muy pequeno del pastel.

– ?Lo quieres todo?

– Por supuesto. ?Pensabas lo contrario?

– No se. Esto seria algo importante para ti. Es una cuenta importante para que te asciendan.

– Ya lo se -dijo ella con una sonrisa-. Soy muy capaz.

– Eso suavizaria las cosas con los socios cuando se enteren de que estas embarazada.

– Lo se. Es parte de mi motivacion, pero no la mayor parte. Ryan, soy buena. Se lo que estoy haciendo. Si estuvieramos hablando de Europa, Rusia o America del Sur, no presionaria tanto. Pero conozco esa parte del mundo.

Sus ojos brillaban con intensidad y conviccion. Por una vez querria ver esos ojos iluminarse al verlo a el. Eso seria…

Vaya. ?De donde habia salido eso? Deseaba casarse con Julie por el bien del bebe. No habia otra razon. Si, era fantastica y sexy, y la deseaba, pero no se trataba de tener una relacion. Habia renunciado a eso hacia seis meses. No pensaba volver a poner en peligro su corazon.

Todd regreso a la sala de conferencias con una mujer china. Ryan emitio un gemido.

– Estas de broma, ?verdad? -pregunto.

Todd lo ignoro.

– Senorita Lee, esta es Julie Nelson.

La senorita Lee se inclino y comenzo a hablar en lo que Ryan suponia que era mandarin.

– ?Es que no puedes confiar en ella? -le pregunto a Todd en voz baja.

– Tu no habrias confiado en nadie. Si vamos en serio a la hora de darle el negocio, entonces sera mejor que sea la persona correcta -dijo Todd- Antes eras un cinico bastardo como yo. No me digas que esa parte de ti se ha esfumado.

– No se ha esfumado -dijo Ryan mientras Julie y la senorita Lee charlaban-. Ha cambiado.

– ?Por una mujer?

Por suerte, la senorita Lee se giro hacia el en ese instante.

– Su mandarin es bueno y lo entiende todo -dijo-. Aunque necesita trabajar el acento.

– Lo se -dijo Julie, riendose-. Lo intento.

– Lo hace muy bien.

Todd se encogio de hombros, y dijo:

– De acuerdo, entonces supongo que tenemos algunas cosas de las que hablar.

La puerta de la sala se abrio y aparecio la secretaria de Ryan.

– Ryan, la llamada del banco que estabas esperando.

– Gracias.

Miro a Todd y a Julie.

– Tengo que contestar. Volvere en cinco minutos. Tratad de no mataros.

– No lo haremos -dijo Julie.

Ryan le dio las gracias a la senorita Lee por su ayuda y la acompano fuera.

Julie miro a Todd.

– Hablar mandarin no es algo sobre lo que se deba mentir -dijo.

– Son negocios.

– Lo comprendo -en su posicion, probablemente ella habria hecho lo mismo. Aunque no pensaba decirselo-. Tengo una pregunta.

– ?Cual?

– Tu tia nos ofrecio un millon de dolares por casarnos contigo. ?Que tienes de malo para que quisiera hacer eso? Aparte de lo evidente.

Habia esperado que Todd se enfadase. Simplemente se rio.

– Estoy empezando a entender lo que ve Ryan en ti -dijo.

– Lo cual es encantador, pero no contesta a mi pregunta.

– Mi tia tiene algunas ideas interesantes sobre las relaciones. Esta es una de ellas. Se que sigues enfadada por lo de la primera cita, Julie, pero no es todo culpa de Ryan.

– Oh, ya se que la culpa es tuya.

– Que agradable. Pero no me referia a eso -miro hacia la puerta y luego otra vez a ella-. Ryan lo paso mal hace unos meses. Una relacion complicada.

Dado que Julie tambien habia tenido una asi, comprendia perfectamente por que ocurrian esas cosas.

– Ryan siempre ha sido cauteloso -continuo Todd- Los dos lo hemos sido. Pero conocio a esa mujer y parecia perfecta. No estaba interesada en su dinero. Era madre soltera y el lo respetaba. Y estaba loco por la nina.

Julie sintio un pinchazo en su interior que nada tenia que ver con estar encandilada por Ryan; en vez del calor, sintio frio y algo pesado en el estomago.

Podia traducir perfectamente lo que Todd estaba insinuando. Ryan se habia enamorado perdidamente de aquella mujer y adoraba a su hija.

Intento decir que no le importaba. Apenas le importaba Ryan. Pero, por alguna razon, no logro articular palabra.

– Yo la conoci y tambien me parecio estupenda -dijo Todd- Estaba un poco preocupado porque Ryan parecia estar mas excitado por ser padre que por ser marido, pero imagine que todo se igualaria. Las cosas se pusieron serias cuando Ryan la oyo hablando con una amiga. Dijo que, al quedarse embarazada, todo habia sido un desastre, pero, despues de nacer su hija, habia descubierto que a los ricos les encantaban los bebes. Todos se imaginaban siendo padres. La relacion en si misma era aburrida, pero se casaria con Ryan, esperaria dos anos y luego se marcharia, llevandose una importante suma de dinero consigo. Despues de todo, el se habria encarinado con la nina y no querria que sufriera.

El frio aumento. Julie se sentia mareada y, por una vez, no tenia nada que ver con el embarazo.

– Eso es horrible -murmuro.

– Y mucho mas. Ryan estaba bien. Se escapo a tiempo. Pero la experiencia hizo que se sintiera estupido. Eso no le gusta a nadie.

– Puedo imaginarme el resto -dijo ella-. Pocos meses despues, vuestra tia explico sus planes. Y nos visteis a mis hermanas y a mi como mas de lo mismo.

– Eso es. Le conte a Ryan la situacion y se ofrecio a ocupar mi lugar.

– Para ensenarme una leccion.

– No era nada personal -dijo Todd-. Solo queria que supieras por que lo hizo. Vas a tener un bebe con el. Ryan es un buen tipo. Cometio un error y lo lamenta. Eso deberia servir de algo.

– Y sirve -dijo ella-. Pero aun asi me mintio. Aunque entiendo la situacion en la que estais metidos, eso no os

Вы читаете Una Extrana Herencia
Добавить отзыв
ВСЕ ОТЗЫВЫ О КНИГЕ В ИЗБРАННОЕ

0

Вы можете отметить интересные вам фрагменты текста, которые будут доступны по уникальной ссылке в адресной строке браузера.

Отметить Добавить цитату