muchacha inteligente que una vez me habia servido como bibliotecaria. No se parecia en nada a su padre; era amable y reservada. Aunque no deseaba que nuestra amistad continuara, senti que merecia vivir. Los eunucos de Su Shun fueron condenados a morir a latigazos. Por supuesto, eran cabezas de turco, pero necesitaba del terror para dar un escarmiento.

En cuanto a Su Shun, la autoridad judicial recomendo la muerte por descuartizamiento, pero decidi que debia ser conmutada.

– Aunque Su Shun bien merece el castigo -decia mi decreto a la nacion-, no podemos imponerle la pena maxima. Por tanto, como muestra de indulgencia, lo sentenciamos a ser decapitado inmediatamente.

Tres dias antes de la ejecucion de Su Shun, estallo una algarada en un distrito de Pekin donde vivian muchos realistas. Se oyo la queja de que Su Shun habia sido nombrado ministro por el emperador Hsien Feng. «Si Su Shun no tenia ninguna virtud y merecia tan severo castigo, ?debemos poner en duda la sabiduria de nuestro difunto emperador? ?O debemos sospechar que se esta violando la voluntad de su majestad?»

Yun Lu controlo la algarada. Pedi al principe Kung y a Yung Lu que custodiaran la ejecucion de Su Shun. Les indique que debian estar extraordinariamente atentos porque en el pasado los portaestandartes manchues ya habian rescatado a condenados como modo de empezar una rebelion.

El principe Kung presto poca atencion a mis preocupaciones. A sus ojos, Su Shun estaba ya casi muerto. Al creer que contaba con el pleno apoyo del pueblo, el principe Kung propuso cambiar el lugar de la ejecucion; en vez de en el mercado de verduras, se celebraria en el mercado de animales, un lugar mas grande que podia acomodar a diez mil personas.

Como no estaba tranquila ante semejantes planes, decidi investigar el pasado del verdugo. Envie a An-te-hai y a Li Lien-yin a hacer el trabajo y enseguida volvieron con noticias preocupantes. Tenian pruebas de que ya habian sobornado al verdugo.

El hombre que la corte habia nombrado para decapitar a Su Shun era conocido como Una Tos, pues realizaba su trabajo con concienzuda velocidad. No tenia ni idea de que era tradicion sobornar al verdugo. Para ganarse algun dinero, los miembros de aquel macabro oficio, desde el verdugo hasta el afilador de las hachas, trabajaban de comun acuerdo.

Cuando llevaban a un convicto a prision, lo trataban de manera lamentable si la familia no sobornaba adecuadamente a las personas oportunas. Por ejemplo, se le podia infligir heridas invisibles e indetectables en los huesos y en las junturas, dejando al prisionero tullido de por vida. Si el prisionero estaba sentenciado a una muerte lenta por descuartizamiento, el verdugo podia tardar diez dias en convertirlo en un esqueleto y que aun respirase. Si el verdugo estaba satisfecho con el soborno, su cuchillo iba a parar directamente al corazon, acabando con el sufrimiento antes de que empezara.

Aprendi que en lo relativo a una decapitacion, existian niveles de servicio. La familia del condenado y el verdugo llegaban a sentarse y negociar. Si el verdugo no estaba satisfecho, cortaba la cabeza y la dejaba rodar. Con la ayuda de sus aprendices, que se escondian entre la multitud, la cabeza «desaparecia». Hasta que la familia entregaba el dinero, no se «encontraba» la cabeza. Poco despues, la familia tenia que pagar a un talabartero para que le volviera a coser la cabeza al cuerpo. Si pagaban lo suficiente, el verdugo se aseguraba de que la cabeza quedara pegada al cuerpo por una franja de piel. Este era un objetivo dificil y a Una Tos se le consideraba muy versado en esta materia.

Le pedi a Yung Lu que se entrevistara con Una Tos por mi. Queria oir con mis propios oidos como se preparaba para la decapitacion de Su Shun, pero la ley lo prohibia. Asi que observe a Una Tos desde detras de un biombo.

– La palabra «hachazo» o «matanza» es incorrecta para describir mi trabajo -empezo Una Tos en un tono sorprendentemente amable. Era un hombre de cabeza pequena, estructura corpulenta y brazos cortos y gruesos-. La palabra correcta es «rebanar», eso es lo que yo hago: rebanar. Sujeto el cuchillo hacia atras por el mango con la mano derecha, es decir, con la parte posterior del cuchillo hacia mi codo y la hoja mirando hacia fuera. Cuando me den la orden de proceder, llevare el cuchillo directamente a la nuca de Su Shun. La mayoria de la gente que aguarda la muerte no es capaz de mantenerse en pie cuando son llevados hasta mi. Nueve de cada diez tienen problemas para mantenerse erguidos mientras estan arrodillados. Asi que mi ayudante mantiene los hombros del tipo rectos cogiendole por la trenza. Yo estare de pie detras de Su Shun, un poco a la izquierda para que no me vea. De hecho, lo observare desde el momento en que lo escolten hasta que suba al patibulo. Estudiare su nuca para localizar el lugar donde pueda cortar.

»Para empezar, le dare un golpecito en el hombro derecho con mi mano izquierda. Solo tendre que darle un ligero toque y dara un salto. La cuestion es sobresaltarlo para que su cuello se yerga, e inmediatamente soltare el codo. La cuchilla se clavara directamente entre las vertebras espinales. Entonces, hundiendo el cuchillo lo desplazare hacia la izquierda y, antes de que salga el extremo, levantare la pierna y le dare una patada al cuerpo para que caiga hacia delante. Tengo que ser rapido al darle la patada o de otro modo me manchare de sangre, lo cual en mi profesion se considera que da mala suerte.

Llego el dia de la ejecucion de Su Shun. Yung Lu me dijo mas tarde que nunca habia visto a tanta gente en una decapitacion. La calles estaban abarrotadas y tambien los tejados y los arboles. Los ninos se habian llenado los bolsillos de piedras y cantaban canciones de celebracion. La gente escupia a Su Shun cuando pasaba dentro de su jaula. Al llegar al lugar de la ejecucion, tenia el rostro cubierto de saliva y la piel desgarrada por las piedras.

Una Tos vacio una botella de licor antes de subir al patibulo, no podia creer que estuviera decapitando a Su Shun, pues en el pasado habia decapitado a otros acatando ordenes de el.

En cuanto a este ultimo, el consideraba su propio fracaso «un barco vuelto del reves en las aguas residuales». Gritaba a la multitud alborozada que «habia un asunto salaz entre la emperatriz y su cunado imperial, el principe Kung». En cuestion de minutos, la cabeza de Su Shun rodo como la de un criminal comun.

Estaba embelesada por la ejecucion. Las imagenes que Yung Lu describia cobraban realidad en mi mente. An-te-hai me conto que en suenos yo decia a voz en grito que lo unico que queria era alumbrar a una docena de ninos y vivir como una campesina y que no cesaba de mover el cuello de un lado a otro como si quisiera eludir la hoja.

La inmensa fortuna de Su Shun se dividio entre los miembros de la familia real en compensacion por el abuso que habian sufrido. De la noche a la manana, Nuharoo y yo eramos ricas. Ella compro joyas y ropa y yo pague espias. El intento de asesinato habia acabado con mi sensacion de seguridad. Con el dinero que me quedo, compre la compania de opera de Su Shun. En mi solitaria vida de viuda imperial, la opera se convirtio en mi solaz.

La corte voto y aprobo una proposicion, que someti en nombre de Tung Chih, concediendo el ascenso a Yung Lu y An-te-hai. A partir de aquel momento, Yung Lu detentaba el cargo militar mas alto de China. Era responsable no solo de la proteccion de la Ciudad Prohibida y la capital sino de todo el pais. Su nuevo titulo era comandante en jefe de las Fuerzas Imperiales y ministro de la Casa Imperial. En cuanto a An-tehai, le di el trabajo del eunuco jefe Shim. Consiguio tambien un segundo rango, el de ministro de la Corte, que era el mas elevado al que podia aspirar un eunuco.

Despues del tumulto, necesite unos dias de tranquilidad. Invite a Nuharoo y a Tung Chih a venir conmigo al palacio de Verano, donde navegamos por el lago Kunming, lejos de la aniquilacion causada por los invasores. Rodeada de sauces, la superficie del lago estaba cubierta de lotos en flor. Despues del verano, los fertiles campos parecian el campo del sur del rio Yangtse, la region de mi ciudad natal, Wuhu.

Tung Chih insistio en quedarse en el barco de Nuharoo, que era mas grande y estaba lleno de invitados y animadores. Yo navegaba sola con An-te-hai y Li Lien-ying ocupandose de los remos. La belleza autentica del lugar me envolvia; estaba tan relajada que mis problemas parecian haberse acabado por fin. Habia visitado el palacio de Verano muchas veces, pero siempre con la gran emperatriz Jin. Me sacaba tanto de quicio que no tenia ni idea de como era el palacio por dentro.

En su origen habia sido la capital de la dinastia Sung del norte, en el siglo XII. Con el paso de los anos, emperadores de diferentes dinastias habian anadido numerosos pabellones, torres, pagodas y templos. Durante la dinastia Yuan, se agrando el lago para que formara parte de la provision de agua imperial. A partir de 1488, los

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