Ella corrio hacia la puerta, salio a la noche. Luego corrio a toda velocidad, tropezando en el cesped hasta llegar al coche del jefe de policia. Dean lo queria todo de ella, y no le daba nada a cambio. Nada, salvo su corazon, que era tan fragil como el de ella.
25
Al principio Blue pinto una serie de carromatos gitanos, unos estaban escondidos en rincones secretos, otros rodaban por caminos vecinales hacia torreones imponentes con cupulas doradas. Luego siguio dibujando pueblos magicos con caminos sinuosos, caballos blancos y corcoveantes, y alguna que otra hada posada en la boca de una chimenea. Pinto como una loca, apenas terminaba un cuadro, empezaba otro. No dormia y apenas comia. En cuanto completaba un lienzo, lo guardaba.
– Te infravaloras igual que lo hacia Riley -declaro Nita por encima de los ruidos del Barn Grill una manana de domingo a mediados de septiembre, dos meses despues de que Dean hubiera vuelto a Chicago-. Hasta que reunas el suficiente valor para dejar que la gente vea tu trabajo, no tendras mi respeto.
– Vaya. Ahora ya no podre pegar ojo -replico Blue-. Y no actue como si no los hubiera visto nadie. Se que le envio a Dean una copia de esas fotos digitales que me obligo a sacar.
– Aun me cuesta creer que sus padres y el hayan vendido la exclusiva de su vida secreta a esa asquerosa revista sensacionalista. Casi me dio un ataque cuando vi ese titular: «Estrella del futbol americano es hijo natural de Jack Patriot.» Pensaba que tendrian un poco mas de dignidad. -Esa asquerosa revista fue la que mas pago -senalo Blue-. Y usted lleva anos suscrita a ella.
– Eso no tiene importancia -replico Nita.
El reportaje habia visto la luz la segunda semana de agosto, y Dean, Jack y April aparecieron en una entrevista exclusiva para una cadena de television no mucho despues. April le dijo a Blue que Dean habia decidido hacer publico el secreto el dia de la fiesta del cumpleanos de Nita. Jack se habia sentido tan emocionado que apenas habia podido hablar. Habian decidido vender la exclusiva al mejor postor con la intencion de crear con el dinero recibido una fundacion para ayudar a los ninos sin hogar. Solo Riley habia protestado. Ella habia querido que el dinero fuese destinado a los perritos abandonados.
Blue hablaba con todos ellos por telefono… con todos menos con Dean. April no hablaba mucho de el, y Blue no podia preguntar.
Nita se tironeo de un pendiente color rubi.
– Si me preguntaras, te diria que el mundo se ha vuelto loco. Ayer, cuatro RVs se peleaban por las plazas de aparcamiento que hay enfrente de esa libreria nueva. Lo siguiente que veremos es un McDonald en cada esquina. Y jamas entendere la razon de por que le has dicho al club de mujeres de Garrison que de ahora en adelante pueden reunirse en mi casa.
– Y yo jamas entendere por que usted y esa horrible Gladis Prader, una mujer a la que odiaba a muerte, se han hecho tan amigas. Algunos piensan que han formado un aquelarre.
Nita chasqueo la lengua con tal fuerza que Blue temio que se tragase un diente.
Tim Taylor aparecio de pronto a su lado.
– Va a empezar el partido. A ver si los Stars se espabilan por fin. -Senalo la pantalla instalada en el Barn Grill para que todos pudieran seguir los partidos de los Chicago Stars las tardes de los domingos-. Esta vez intenta no cerrar los ojos cada vez que placan a Dean, Blue. Pareces una cobardica.
– Metete en tus asuntos -le espeto Nita.
Blue suspiro y dejo caer la cabeza sobre el hombro de Nita. Permanecio asi un buen rato. Al final, dijo algo que solo Nita pudo escuchar:
– No voy a poder aguantar mucho mas.
Nita le palmeo la mano, le acaricio la mejilla con un nudillo nudoso y luego se lo hinco en las costillas.
– Ponte derecha o te va a salir joroba.
En octubre, el juego de Dean habia mejorado, pero no su estado de animo. La poca informacion que le sonsacaba a Nita no le bastaba. Blue estaba todavia en Garrison, pero nadie sabia por cuanto tiempo, y esos cuadros brillantes y magicos de carromatos gitanos y lugares lejanos que habia visto en las fotos que Nita le enviaban no lo animaban demasiado. El revuelo mediatico que habia suscitado el parentesco entre Jack y Dean comenzaba a desvanecerse poco a poco. A veces algun miembro de su familia acudia a un partido, siempre que se lo permitia el trabajo o las vacaciones escolares. Pero a pesar de lo mucho que Dean queria a su familia, el vacio que sentia en su interior aumentaba dia a dia, y le parecia que Blue se alejaba mas de el. Al menos habia descolgado el telefono una docena de veces para llamarla, pero siempre se arrepentia en el ultimo momento. Blue tenia su numero, y era ella la que tenia algo que probar, no el. Tenia que hacer eso por ella misma.
Y luego, una lluviosa manana de un lunes a finales de octubre, abrio el Chicago Sun Times, y sintio como la sangre le huia del rostro. Una gran foto a color le mostraba en Waterworks, uno de sus clubs favoritos, con una modelo con la que habia salido un par de veces el ano anterior. El tenia una botella de cerveza en una mano y con la otra le rodeaba la cintura a la chica mientras se daban un beso muy intimo.
«A Dean Robillard y a su antigua novia Ally Tree-Bow se les vio juntos la semana pasada en Waterworks. Ahora que han vuelto a salir,
Dean oyo el rugido de la sangre en los oidos. Esto era exactamente lo que estaba esperando Blue. Tiro el cafe al suelo en su prisa por coger el telefono. Le dejo varios mensajes, pero no obtuvo respuesta. Llamo a Nita. Ella estaba suscrita a todos los periodicos de Chicago, asi que Blue veria la foto tarde o temprano, pero Nita tampoco contesto. Tenia que estar en el campo de entrenamiento de los Stars en una hora para la reunion de los lunes. Pero en lugar de ir alli, salto al coche y enfilo hacia O'Hare, el aeropuerto de Chicago. De camino, tuvo que enfrentarse por fin a la verdad sobre si mismo.
Blue no era la unica que tenia que implicarse personalmente en esa relacion. Mientras ella utilizaba su agresividad para mantener a la gente apartada, el usaba su encanto con la misma eficacia. Le habia dicho que no confiaba en ella, pero ahora, eso le parecia una tonteria. Podia ser muy valiente en un campo de futbol, pero actuaba como un cobarde cuando se trataba de la vida real. Siempre se contenia, tan asustado de perder, que voluntariamente se sentaba en el banquillo en lugar de jugar el partido hasta el final. Deberia haberla llevado con el a Chicago. Hubiera sido mejor arriesgarse a que lo dejara de esa manera. Habia llegado el momento de madurar.
Una tormenta de hielo y nieve en Tennessee provoco la cancelacion de su vuelo, y para cuando llego a Nashville ya era media tarde. Hacia frio y llovia. Alquilo un coche y salio disparado hacia Garrison. De camino, vio arboles caidos y varias camionetas del servicio electrico reparando los cables de alta tension que habia derribado la tormenta. Al fin, tomo el camino enlodado que conducia a la granja. A pesar de los arboles sin hojas, el pasto mojado, y el estomago revuelto, sintio que habia llegado a casa. Cuando vio luz brillando por la ventana de la sala, respiro por primera vez desde que habia abierto el periodico por la manana.
Dejo el coche cerca del granero y corrio bajo la lluvia hacia la puerta lateral. Estaba cerrada y tuvo que abrirla con su propia llave.
– ?Blue? -Se quito los zapatos mojados, pero se dejo el abrigo puesto mientras recorria la casa fria.
No habia platos sucios en el fregadero, ni cajas de galletas saladas abiertas en las estanterias de la cocina. Todo estaba inmaculado. Un escalofrio lo atraveso. La casa parecia un mausoleo.
– ?Blue! -Se dirigio hacia la sala, pero la luz que habia visto por la ventana provenia de la lampara de un reloj-. ?Blue! -Subio las escaleras de dos en dos, pero incluso antes de llegar al