– No todos los hombres son asi-le dijo Jack a su hija-. Pero la senora Garrison tiene parte de razon.
Dean utilizo la mano que tenia libre para agarrar a Blue por el brazo.
– Blue sabe cuidarse sola.
– Esa chica es un desastre andante -replico Nita-. Alguien tiene que cuidar de ella.
Eso fue demasiado para Blue.
– A usted no le importo nada. Solo quiere crear problemas.
– Eres una deslenguada.
– Seguimos comprometidos, senora Garrison -dijo Dean-. Vamonos, Blue.
Riley se interpuso en su camino.
– ?Puedo ser dama de honor o algo asi?
– No estamos comprometidos en serio. -Blue sintio el deber de decirle la verdad-. Lo unico que quiere Dean es divertirse.
Ese falso compromiso era demasiado conveniente para dejar que ella lo echara a perder.
– Estamos comprometidos -dijo-. Lo unico que ocurre es que Blue esta enfadada conmigo.
Nita golpeo el suelo con el baston.
– Ven conmigo a la sala, Riley. Lejos de ciertas personas. Te ensenare unos ejercicios para fortalecer los musculos de las piernas y que puedas volver a clases de ballet.
– No quiero ir a clases de ballet -mascullo Riley-. Lo que quiero es ir a clases de guitarra.
Jack dejo la cacerola que estaba secando.
– ?Quieres tocar la guitarra?
– Mama siempre decia que ella me ensenaria, pero jamas lo hizo.
– ?No te enseno siquiera algunos de los acordes basicos?
– No. No le gustaba que anduviera toqueteando sus guitarras.
La expresion de Jack se volvio sombria.
– Tengo una de las mias en la casita de invitados. Vamos a por ella.
– ?De veras? ?Me dejas tocar tu guitarra?
– Que diantres, te regalo esa maldita cosa.
Riley lo miro como si le hubiera ofrecido una diadema de diamantes. Jack solto el pano de secar los platos. Dean empujo a Blue afuera sin sentirse culpable de dejar a April sola con Nita y sus arrebatos.
– No estoy enfadada -dijo Blue mientras bajaban el porche lateral-. No deberias haber dicho eso. No esta bien que dejes que Riley se haga ilusiones sobre ser dama de honor.
– Lo superara. -Le echo una mirada al bidon de gasolina donde quemaban la basura. Estaba lleno. Encendio una de las cerillas que April guardaba en una caja y la tiro dentro-. ?Por que no se largan todos? Jack no hace mas que meter las narices en todos lados. April no se ira hasta que lo haga Riley. Y lo de esa vieja bruja ya es el colmo. ?Quiero que se larguen todos de mi casa ya! Todos menos tu.
– Pero no es tan facil, ?verdad?
No, no era facil. Mientras el fuego ardia, el se sento en la hierba para observar las llamas. Esa semana habia visto como crecia la confianza de Riley en si misma. Su palidez habia desaparecido, y las ropas que April le habia comprado habian hecho el resto. Tambien le gustaba trabajar en el porche, incluso aunque tuviera que hacerlo con Jack. Cada vez que clavaba un clavo sentia que imprimia su firma en esa vieja granja. Y no podia olvidarse de Blue.
Ella se movio a sus espaldas. El recogio un trozo de plastico que habia caido en la hierba y lo lanzo al fuego.
Blue observo como el trozo de plastico caia fuera del bidon, pero a Dean no parecio importarle haber errado el tiro. Su amenazante perfil estaba perfectamente silueteado contra la luz del crepusculo. Se acerco para sentarse en la hierba a su lado. Tenia otro vendaje en la mano, este en los nudillos. Se lo toco.
– ?Un accidente de trabajo?
El apoyo el codo en la rodilla.
– Tambien tengo un chichon del tamano de un huevo en la cabeza.
– ?Como van las cosas con tu companero de trabajo?
– El no habla conmigo, y yo no hablo con el.
Ella cruzo las piernas y miro al fuego.
– Al menos deberia admitir lo que te ha hecho.
– Lo hizo. -Giro la cabeza hacia ella-. ?Has tenido tu ese tipo de conversacion con tu madre?
Ella arranco una brizna de hierba.
– Las cosas son distintas con ella. -El fuego chisporroteo-. Mi madre es algo asi como Jesus. ?Habria tenido derecho la hija de Jesus a quejarse si el le hubiera arruinado la infancia porque estaba demasiado ocupado salvando almas?
– Tu madre no es Jesus, y si la gente tiene ninos, deberia estar con ellos para criarlos, o si no darlos en adopcion.
Ella se pregunto si el tendria intencion de criar a sus propios hijos, pero la idea de que el tuviera familia mientras ella andaba dando tumbos por el mundo la deprimia.
El le deslizo un brazo alrededor de los hombros, pero ella no dijo nada. Las llamas brincaron mas alto. A Blue se le calento la sangre. Estaba harta de hacer siempre lo que fuera mas conveniente. Por una vez en la vida, queria olvidarse de todo y dejarse llevar. La brisa de la noche le agito el pelo. Se puso de rodillas y lo beso. Mas tarde lo pondria en su lugar. Pero ahora, queria vivir el momento.
El no necesitaba que lo animaran para devolverle el beso, y antes de que pasara mucho tiempo, estaban detras del granero, ocultos entre la maleza y fuera de la vista de la casa.
Dean no sabia que habia hecho que Blue cambiara de opinion, pero como ella tenia la mano dentro de la cinturilla de sus pantalones, no pensaba preguntar.
– No quiero hacerlo -dijo ella abriendole el boton de los vaqueros.
– A veces, uno debe asumir la responsabilidad en nombre del equipo. -Le bajo los pantalones cortos y las bragas hasta los tobillos, se puso de rodillas para acariciarla con la nariz. Ella era dulce y calida, un perfume embriagador para los sentidos. Mucho antes da que el hubiera tenido suficiente de ella, Blue se separo. Dean la sujeto y
Blue le sujeto la cabeza entre las manos, y rechinando los dientes, le dijo con ferocidad:
– ?Ni se te ocurra apurarte!
El la comprendia, pero ella estaba demasiado excitada, demasiado humeda, y el habia llegado demasiado lejos para contenerse; le hundio los dedos en las caderas, la acerco hacia su ereccion y la penetro.
Luego, Dean, temiendo que ella tomara el control, la levanto contra su cuerpo y engancho una de las piernas de Blue sobre su propia cadera. Besandola profundamente, penetro en su cuerpo. Ella se arqueo y temblo entre sus brazos. Sintio la necesidad de protegerla. Movio la mano y la hizo volar libremente.
Cuando terminaron, el le acaricio el pelo que se le habia soltado de la coleta.
