Le echo un vistazo a los ajustados boxers cortos de Zona de Anotacion.

– ?Por que te has puesto eso? Me gusta verte desnudo.

– Ya me he dado cuenta. -Su masaje se hizo mas suave cuando descubrio un lugar sensible en la parte de atras de la rodilla de Blue-. Eres una mujer insaciable. Esta es la unica manera de conseguir algo de tiempo para recuperarme.

Ella bajo la mirada a la verdadera zona de anotacion.

– Es obvio que Thor, el Dios del Trueno, esta absolutamente recuperado.

– Definitivamente, el descanso ha terminado. -Le arranco la sabana de un tiron-. Vamos a por el segundo tiempo.

Jack saco la bolsa del maletero del coche que habia aparcado en el granero. Hacia mucho tiempo que no tenia que acarrear su propio equipaje, pero llevaba dos semanas haciendolo; cada vez que abandonaba la granja para un rapido viaje a Nueva York u otro mas largo a la costa Oeste. La gira estaba tomando forma. El dia anterior habia aprobado los presupuestos, y hoy habia estado haciendo algunos anuncios promocionales del nuevo album. Por fortuna, el aeropuerto del condado era lo suficiente grande para alojar un jet privado, asi podia ir y venir a su antojo. Con el piloto encargandose de los preparativos, el habia logrado ir de un lado a otro sin ser reconocido.

Dean habia estado de acuerdo en permitir que Riley se quedara en la granja hasta que llegara el momento de entrenar con los Stars, lo que seria dentro de un mes. De igual manera, April habia pospuesto su regreso a Los Angeles, algo que el sabia que no hacia demasiado feliz a Dean. Parecia que todos estaban haciendo algun tipo de sacrificio por su hija.

Eran casi las siete, y los trabajadores ya se habian marchado. Dejo la bolsa en la puerta lateral y se dio una vuelta para ver si el electricista habia terminado de colocar la instalacion electrica del porche cubierto. Las paredes y el techo estaban terminadas, y el olor a madera recien cortada le dio la bienvenida. Desde algun lugar le llego una debil voz femenina, tan inocente, tan dulce, con una entonacion tan perfecta que, por un momento, creyo que la estaba imaginando.

?Recuerdas cuando eramos jovenes

y viviamos cada sueno como si fuera el primero?

Carino, ?por que no sonreir?

El se olvido de respirar.

Se que la vida es cruel. Y tu lo sabes mejor que yo.

Era la voz de un angel caido; dulce e inocente, pero con un matiz de desencanto. En su imaginacion podia ver las pristinas alas blancas rotas en las puntas y un halo de santidad ligeramente torcido. La voz improviso en la estrofa final, subiendo una octava, poniendo el corazon en cada nota, algo que el no podia hacer con su aspera voz de baritono. Siguio la musica hasta el porche trasero.

Ella estaba sentada contra la columna del porche con las piernas cruzadas y la vieja Martin de Jack acunada en el regazo. La perra estaba echada a su lado. La grasa infantil de Riley estaba desapareciendo, y un brillante rizo castano le rozaba la mejilla. Al igual que el, ella se ponia morena con facilidad, y a pesar de la proteccion solar que April le obligaba a usar, la piel de Riley estaba casi tan morena como la suya. Estaba concentrada en tocar los acordes correctos para conseguir que la cancion pareciera casi eterea.

Los acordes finales de «?Por que no sonreir?» se fueron desvaneciendo. Sin que se percatara de su presencia, Riley le hablo a la perra:

– Ya esta, ?que quieres que toque ahora?

Puffy bostezo.

– ?Me encanta esa cancion! -Rasgo los acordes iniciales de «Sucio y rastrero», uno de los grandes exitos de las Moffatts. Pero en las manos de Riley, la melodia country tenia mas gancho. Percibio un deje de la voz melancolica de Marli y su propia voz arrastrada, pero la voz de Riley era unica. Habia heredado las mejores cualidades de cada uno y las habia hecho propias. Puffy le dio la bienvenida con sus habituales ladridos agudos. Riley se detuvo en mitad de una estrofa, y Jack pudo ver su consternacion. Su instinto le advirtio de que fuera cauteloso.

– Parece que toda esa practica esta dando su fruto. -Jack sorteo una pila de restos de madera que nadie se habia molestado en retirar.

Riley apreto la guitarra contra el pecho, como si temiese que se la fuera a quitar.

– Crei que vendrias mas tarde.

– Te echaba de menos, asi que volvi antes.

Ella no se lo creyo, pero era cierto. Tambien habia echado de menos a April; mas de lo que creia. Y de alguna retorcida manera, incluso habia extranado la punzada de dolor que sentia al observar a Dean jugando con Riley, riendose con Blue o incluso discutiendo con la anciana. Se sento en el suelo al lado del unico hijo que en realidad tenia, la nina que de alguna manera le habia llegado al corazon.

– ?Como va ese acorde de Fa?

– Bien.

Recogio la pua que habia caido sobre la hierba.

– Tienes una voz unica. Lo sabes, ?no? -Ella se encogio de hombros.

De pronto, recordo las palabras que Marli habia pronunciado en una breve conversacion telefonica el ano anterior.

«Su profesor dice que tiene una voz maravillosa, pero nunca la he oido. Ya sabes como te besa el culo todo el mundo cuando eres una celebridad. Incluso utilizan a tus hijos para llegar hasta ti.»

Si, aquel era un error mas que anadir al equipaje. Habia asumido sin cuestionarlo que Riley estaria mejor con su ex esposa que con el, aunque sabia con exactitud lo egocentrica que era Marli. Jugo con la pua entre los dedos.

– Riley, cuentame algo.

– ?Sobre que?

– Sobre tu voz.

– No tengo nada que decir.

– No me vengas con esas. Tienes una voz increible, pero cuando te pedi que cantaras conmigo me dijiste que no podias. ?Pensabas que no me gustaria?

– Sigo siendo yo -mascullo ella.

– ?Que quieres decir?

– Que sepa cantar no me convierte en una persona diferente.

– No comprendo lo que quieres decir. -Lanzo la pua hacia los restos de madera-. Riley, explicamelo. Dime lo que piensas.

– Nada.

– Soy tu padre. Te quiero. Puedes contarmelo.

La incredulidad asomo a esos ojos tan parecidos a los suyos. Las palabras no la convencerian de lo que el sentia. Con la guitarra entre los brazos, se levanto de un salto. Los pantalones que April le habia comprado le cayeron hasta las caderas.

– Tengo que darle de comer a Puffy-

Cuando se alejo corriendo, el se apoyo contra una de las columnas del porche. Riley no creia que la queria. ?Y por que deberia hacerlo?

Unos minutos mas tarde, April emergio del bosque haciendo footing con un cenido top deportivo color carmesi y unos pantalones cortos ajustados de color negro. April solo se sentia segura con el si habia otras personas cerca, y sus pasos vacilaron. El penso que pasaria de largo, pero ella aminoro el ritmo y se dirigio hacia el. Ese cuerpo firme, con el estomago desnudo brillante de sudor, le hizo hervir la sangre.

– Pensaba que llegarias mas tarde -dijo ella, intentando recobrar el aliento.

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