curioseado con las noticias bienvenidas que el actualmente disfrutaba del afecto de una joven y hermosa viuda de un industrial italiano.

Solo Gerry no habia aceptado su invitacion, y Francesca lo echaba de menos. Se preguntaba si acaso todavia estaba enfadado con ella porque habia vuelto a rechazar su ultima demanda para aparecer en su programa.

Dallie la pillo mirandolo y le dirigio una sonrisa privada que le decia tan claramente como si se lo dijera con palabras cuanto la amaba. A pesar de sus diferencias superficiales, habian descubierto que sus almas eran practicamente gemelas.

Teddy se habia acurrucado cerca de Holly Grace en vez de con su padre, pero Francesca penso que la situacion pronto se resolveria y no permitio que ello molestara el placer del dia.

Dentro de una semana ella y Dallie estarian casados, y era mas feliz que nunca en su vida.

El Presidente se giraba hacia arriba con gran elociencia. -Y por eso America es todavia la tierra de las oportunidades, el hogar de la iniciativa individual, como atestigua el exito de estas personas que honramos este dia. Somos el pais mas grande del mundo…

Francesca habia hecho programas sobre los sin hogar en America, sobre la pobreza y la injusticia, el racismo y el sexismo. Conocia todos los defectos del pais, pero ahora ella solo podia estar de acuerdo con el Presidente.

America no era un pais perfecto; a menudo era demasiado egoista, violento, y avaro. Pero era un pais que tenia con frecuencia el corazon en el lugar correcto, aunque no siempre podia resolver todos los detalles justamente.

El Presidente termino con una estimulante ovacion, capturada por las camaras de television para sacarlo en las noticias de la noche.

Entonces la Juez del Tribunal Supremo dio un paso adelante. Aunque no pudiera ver la Isla de Ellis detras de ella, Francesca sintio su presencia como una bendicion, y penso en toda aquella multitud de inmigrantes que habian venido a esta tierra con solo la ropa sobre sus espaldas y la determinacion de labrarse una nueva vida.

De todos los millones que habian pasado por estas puertas de oro, seguramente ella habia sido la mas inutil.

Francesca se puso de pie con los demas, una sonrisa fija en sus labios cuando recordo a una muchacha de veintiun anos con un vestido rosado de antes de la guerra, caminando trabajosamente por una sucia carretera de Louisiana llevando una maleta de Louis Vuitton.

Levanto su mano y comenzo a repetir las palabras que estaba diciendo la Juez del Tribunal Supremo.

– Por la presente declaro, sobre juramento, que renuncio completamente a guardar lealtad y fidelidad a cualquier principe extranjero, potentado, estado o soberania…

?Adios!, Inglaterra, penso.

No fue culpa tuya que yo fuera un autentico desastre. Eres un buen pais, antiguo… pero necesitaba un caracter mas aspero, algo joven que me ensenara como mantenerme de pie yo sola.

– … que apoyare y defendere la Constitucion y las leyes de los Estados Unidos de America contra todos los enemigos, extranjeros y nacionales…

Lo intentaria por lo menos, aun cuando las responsabilidades de la ciudadania la intimidaran. Para lograr que una sociedad permaneciera libre, ?como se podian tomar esos deberes a la ligera?

– … que portare armas a favor de los Estados Unidos.

?Por Dios, ciertamente esperaba que no!

– … que realizare trabajos de importancia nacional bajo direccion civil cuando sea requerido por la ley…

El mes que viene, debia declarar ante un comite del Congreso del problema de las fugitivas, y ya habia comenzado a formar una organizacion para recaudar fondos para construir refugios. Realizando 'Francesca Today' solo una vez al mes, finalmente tendria la posibilidad de devolver algo al pais que le habia dado tanto.

– … que tomo esta obligacion libremente sin ninguna reserva mental o proposito de evasion; y con la ayuda de Dios.

Cuando la ceremonia se termino, una serie de aplausos al estilo de Texas surgio de la audiencia. Con lagrimas en los ojos, Francesca miro a sus invitados. Entonces el Presidente saludo a los nuevos ciudadanos, seguidos de la Juez del Tribunal Supremo y los otros miembros del gobierno.

Una banda comenzo a tocar 'Barras y Estrellas Para Siempre', y el empleado de la Casa Blanca responsable de la ceremonia comenzo a mover a los participantes hacia unas mesas con banderitas colocadas bajo los arboles, donde habian puesto sandwiches y jarras de te, como en una merienda campestre del Cuatro de Julio.

Dallie salio de la multitud el primero, con una sonrisa burlona del tamano de Texas por toda su cara.

– La ultima cosa que necesita este pais es otra votante democrata, pero estoy verdaderamente orgulloso de ti de todos modos, carino.

Francesca se rio y lo abrazo. En la zona este de la isla hubo un rugido ruidoso cuando el helicoptero presidencial salio, llevandose al Presidente y los otros miembros del gobierno presentes en la ceremonia.

Como el Presidente ya no estaba, el ambiente se relajo. Cuando el helicoptero desaparecio, se anuncio que la estatua se abria de nuevo en una hora para todo el que quisiera visitarla.

– Estoy orgulloso de ti, mama -dijo Teddy. Ella le dio un abrazo.

– Estabas casi tan elegante como ese disenador coreano -le dijo Holly Grace-. ?Sabias que llevaba calcetines rosas con mariposas de pedreria?

Francesca aprecio la tentativa de Holly Grace de buen humor, sobre todo porque sabia que estaba fingiendo.

El brillo de Holly Grace se habia destenido en los ultimos meses.

– Aqui, senorita Day -la llamo uno de los fotografos.

Ella sonrio a la camara y hablo con todos los que fueron a saludarla. Sus antiguas fugitivas hacian cola para conocer a Dallie. Ellas coquetearon con el de forma extravagante, y el coqueteo con ellas hasta que a los pocos minutos reian tontamente. Los fotografos querian instantaneas de Holly Grace, y las camaras de television le pidieron una pequena entrevista a Francesca. Despues de terminar la ultima, Dallie puso una vaso de te en sus manos.

– ?Has visto a Teddy?

Francesca echo un vistazo alrededor.

– No desde hace un rato -se dio la vuelta hacia Holly Grace que acababa de pasar a su lado-. ?Has visto a Teddy?

Holly Grace nego con la cabeza. Dallie parecia preocupado y Francesca se rio de el.

– Estamos en una isla, no puede encontrarse con demasiados problemas.

Dallie no parecio convencido.

– Francie, es tu hijo. Con semejantes genes, me parece que podria meterse en problemas en cualquier parte.

– Vamos a buscarlo -ofrecio la sugerencia mas como un deseo de estar sola con Dallie que de buscar en realidad a Teddy. La isla estaba cerrada a turistas durante otra hora. ?Que podia ocurrirle?

Cuando dejaba el vaso sobre la mesa, vio que Naomi agarraba la mano de Ben Perlman y le instaba a mira al cielo.

Protegiendose los ojos, Francesca alzo la vista, tambien, pero todo lo que vio fue un pequeno avion volando muy alto. Y entonces vio como algo caia de la avioneta, y un paracaidas empezaba a abrirse. Uno a uno, las personas alrededor empezaron a mirar fijamente al cielo y se quedaron observando como bajaba el paracaidista hacia la Isla de Libertad.

Mientras caia, iba desplegando una larga pancarta blanca detras de el. Tenia unas grandes letras impresas en negro, pero eran imposibles de desfrifar porque el viento azotaba la pancarta hacia un lado y hacia el otro, amenazando con enredar al propio paracaidista. De repente, la pancarta dejo ver nitidamente el mensaje.

Francesca sintio unas unas afiladas clavandose en la manga de su chaqueta.

– Ah, Dios mio -susurro Holly Grace.

Los ojos de cada espectador… asi como todas las camaras de television enfocaron un primer plano de la pancarta, y esto es lo que decia:

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