– ?Que estan haciendo Massimo y Giancarlo alli abajo?

– Algo relacionado con los desagues o con un pozo, dependiendo de la traduccion.

El bostezo de nuevo.

– Voy a correr un poco. Despues hablaremos con Tracy. Y no te niegues, a menos que quieras cargar sobre tu conciencia con la muerte de una mujer embarazada y sus cuatro odiosos hijos.

– Oh, no voy a negarme. No querria perderme ver como te subes por las paredes.

El fruncio el entrecejo y se fue.

Una hora despues Isabel estaba cambiando las sabanas de su cama cuando le oyo regresar y entrar en el bano. Ella sonrio. No tardo demasiado en oirlo aullar.

– Se me olvido decirtelo -dijo con dulzura-. No tenemos agua caliente.

Tracy estaba en medio del dormitorio que habia ocupado. Maletas, ropa y todo un surtido de juguetes se extendian por el suelo a su alrededor. Mientras Ren se apoyaba en la pared mirandolas a ambas con ceno, Isabel empezo a separar la ropa sucia de la limpia.

– ?Entiendes ahora por que me divorcie de el?

Tracy tenia los ojos enrojecidos y parecia cansada, pero aun asi estaba atractiva con un albornoz color cereza. Isabel se pregunto como seria disponer de semejante belleza sin esfuerzo alguno. Tracy y Ren eran tal para cual.

– Es un hombre frio. Un cabron sin sentimientos. Por eso me divorcie de el.

– Si tengo sentimientos. -Ren sono totalmente falso-. Pero ya te he dicho que, dado el delicado estado de los nervios de Isabel…

– ?Estas mal de los nervios, Isabel?

– No, a menos que tengas en cuenta una grave crisis vital. -Dejo una camiseta en la pila de la ropa sucia y se dedico a seleccionar la ropa interior limpia. Los ninos estaban en la cocina con Anna y Marta pero, al igual que Ren, habian dejado rastro de su paso por todas partes.

– ?Te molestan los ninos? -pregunto Tracy.

– Son estupendos. Estoy disfrutando mucho con ellos. -Se pregunto si Tracy entenderia que los problemas en el comportamiento de sus hijos se debian a la tension reinante entre sus padres.

– Esa no es la cuestion -tercio Ren-. La cuestion es que te has presentado aqui sin avisar…

– ?Podrias pensar en alguien mas que en ti mismo por una vez? -Tracy tiro al suelo un GameBoy, interrumpiendo el meticuloso trabajo de recogida de Isabel-. No podre cuidar a cuatro ninos tan activos en una habitacion de hotel.

– ?Suite! Te he reservado una suite.

– Tu eres mi amigo de toda la vida. Si el amigo de toda la vida no quiere ayudar a su amiga de toda la vida cuando tiene problemas, ?quien lo hara?

– Los amigos mas recientes. Tus familiares. ?Que tal tu prima Petrina?

– Detesto a Petrina desde nuestra puesta de largo. ?No recuerdas que intento pegarte? Ademas, ninguna de esas personas esta ahora en Europa.

– Lo cual es otra razon para que vuelvas a casa. No soy un experto en embarazos, pero entiendo que una mujer embarazada tiene que estar rodeada de cosas familiares.

– Tal vez en el siglo XVIII. -Tracy hizo un gesto de desesperacion hacia Isabel-. ?Podrias recomendarme un buen psicologo? Me he casado dos veces con hombres que tienen piedras en lugar de corazon, asi que necesito ayuda. Aunque al menos Ren no me puso los cuernos.

Isabel aparto de la linea de fuego la ropa que habia ordenado.

– ?Tu marido te ha sido infiel?

La voz de Tracy se hizo mas insegura.

– No quiere admitirlo.

– Pero crees que tenia una aventura…

– Los pille juntos. Una secretaria suiza de su oficina. El me culpaba de haberme vuelto a quedar embarazada. -Cerro los ojos-. Fue su venganza.

Isabel no pudo evitar sentir un creciente desagrado por el senor Harry Briggs.

Tracy inclino la cabeza y el cabello le cayo sobre un hombro.

– Se razonable, Ren. No voy a quedarme para siempre. Solo necesito unas semanas para aclarar mis pensamientos antes de enfrentarme al regreso.

– ?Unas semanas?

– Los ninos y yo estaremos todo el rato en la piscina. Ni siquiera te enteraras de que estamos aqui.

– ?Maaaaaami? -Brittany entro en la habitacion; a excepcion de los calcetines, iba completamente desnuda-. ?Connor ha vomitado! -Y se marcho.

– Brittany Briggs, ?vuelve inmediatamente! -Tracy salio tras la nina dando bandazos-. ?Brittany!

Ren sacudio la cabeza.

– Resulta dificil creer que sea la misma chica que se ponia hecha una furia si la criada la despertaba antes del mediodia.

– Es mas fragil de lo que crees. Por eso ha venido a buscarte. Comprendes que tienes que dejar que se quede, ?verdad?

– Tengo que salir de aqui. -La agarro del brazo, y ella apenas tuvo tiempo de coger el sombrero de paja antes de que la sacase por la puerta-. Te invito a un cafe en el pueblo, y tambien te comprare uno de esos calendarios pornograficos que tanto te gustan.

– Es tentador, pero debo empezar a tomar notas para mi nuevo libro. El de la superacion de las crisis personales -anadio.

– Creeme. Alguien que se entretiene recogiendo basura de los campos no tiene la menor idea de como superar una crisis. -Empezo a bajar las escaleras-. Algun dia tendras que admitir que la vida es demasiado complicada como para arreglarlo todo con tus Cuatro Piedras Angulares.

– Ya he visto lo complicada que puede ser la vida. -Sono a defensa, pero no pudo evitarlo-. Tambien he comprobado como aplicar los principios de las Cuatro Piedras Angulares puede hacer que las cosas vayan mejor. Y no solo para mi, Ren. Hay mucha gente que puede asegurarlo. -?Cuan patetico habia sonado eso?

– Estoy seguro de que las Cuatro Piedras Angulares funcionan en muchas situaciones, pero no siempre para todo el mundo, y no creo que esten funcionandote a ti ahora.

– No estan funcionando porque no estoy aplicando los principios de manera adecuada. -Se mordio el labio inferior-. Y, ademas, tengo que anadir algunos pasos nuevos.

– ?Vas a relajarte de una vez?

– ?Y tu?

– No me juzgues tan rapidamente. Al menos, yo tengo una vida.

– Trabajas en peliculas horrorosas donde tienes que hacer cosas terribles. Tienes que disfrazarte para salir a la calle. No estas casado, no tienes familia. ?A eso llamas tener una vida?

– Bueno, si te vas a poner quisquillosa… -Recorrio el suelo de marmol hacia la puerta principal.

– Tal vez puedas desmontar la vida de los demas con un par de comentarios ironicos, pero eso no funciona conmigo.

– Eso es porque has olvidado como reir -le espeto y cogio el pomo de la puerta.

– Eso no es cierto. Ahora mismo me estas haciendo reir. ?Ja!

La puerta se abrio y al otro lado habia un hombre.

– ?Maldito bastardo ladron de mujeres! -grito. Y propino un punetazo a Ren.

11

Isabel cayo en el suelo de marmol, pero el hombre solo habia golpeado a Ren en el hombro y, de hecho, este ya estaba de nuevo en pie, dispuesto a acabar con el. Ella le lanzo una mirada de incredulidad al asaltante.

– ?Esta usted loco? -le espeto.

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