«Se lo dire al senor Fairbrother.»

Sus sollozos se hicieron mas espasmodicos. Habria podido contarselo a Fairbrother. El sabia que en la vida real pasaban esas cosas: tenia un hermano que habia estado en la carcel, le habia contado anecdotas de su juventud. No habia tenido una adolescencia tan dificil como la suya —Krystal sabia que nadie llevaba una vida tan misera como la suya, eso lo tenia claro—, pero si parecida a la de Nikki o Leanne. Se les habia acabado el dinero; su madre habia comprado una casa de proteccion oficial y luego no habia podido pagar la hipoteca; habian vivido un tiempo en una caravana que les habia prestado un tio suyo.

Fairbrother se encargaba de todo, sabia solucionar los problemas. Habia ido a su casa y habia hablado con Terri de los entrenamientos de remo, porque madre e hija se habian peleado y aquella se negaba a firmar los impresos para que Krystal fuera a los desplazamientos con el equipo. Fairbrother no se habia escandalizado, o lo habia disimulado, lo cual venia a ser lo mismo. Terri, que no confiaba en nadie y a quien nadie le caia bien, habia dicho: «Parece un tio legal», y habia firmado.

Una vez, Fairbrother le habia dicho: «Tu lo tendras mas dificil que los demas, Krys; yo tambien lo tuve mas dificil. Pero puedes salir adelante. No tienes que seguir el mismo camino que todos.»

Se referia a estudiar y esas cosas, pero ya era demasiado tarde para eso y, ademas, eran gilipolleces. ?De que iba a servirle ahora saber leer?

«?Como esta mi nino?»

«No es tu nino, capullo.»

«?Como lo sabes?»

La hermana de Leanne habia tenido que tomarse la pastilla del dia despues. Krystal le preguntaria a Leanne que habia que hacer para conseguirla e iria a buscarla. No podia tener un hijo de Obbo. Esa idea le producia nauseas.

«Tengo que salir de aqui.»

Penso en Kay, pero la descarto. Decirle a una asistente social que Obbo entraba y salia a su antojo de su casa, y que la habia violado, venia a ser lo mismo que decirselo a la policia. Si Kay se enteraba, seguro que se llevaria a Robbie.

Oia en su cabeza una voz lucida y clara que hablaba con el senor Fairbrother; el era el unico adulto que le habia hablado como ella necesitaba que le hablaran, y no como la senora Wall, tan bienintencionada y tan estrecha de miras, o la abuelita Cath, que no queria oir la verdad.

«Tengo que sacar a Robbie de aqui. ?Que puedo hacer? Tengo que salir de aqui.»

Su unico refugio seguro, la casita de Hope Street, ya estaban disputandoselo sus parientes…

Doblo a toda prisa una esquina bajo una farola, mirando hacia atras por si Obbo la seguia. Y entonces le vino la respuesta, como si el senor Fairbrother le hubiera mostrado el camino: si Fats Wall la dejaba embarazada, podria conseguir su propia casa de proteccion oficial. Si Terri volvia a drogarse, podria llevarse a Robbie a vivir con ella y el nuevo bebe. Y Obbo jamas pondria un pie en su casa. La puerta tendria cerrojos, cadenas y cerraduras, y su casa estaria limpia, siempre muy limpia, como la de la abuelita Cath.

Siguio corriendo por calles oscuras, y sus sollozos fueron reduciendose hasta desaparecer.

Seguramente los Wall le darian dinero. Ellos eran asi. Se imaginaba la cara preocupada de Tessa, inclinada sobre una cuna. Krystal iba a darles un nieto.

Fats la abandonaria cuando se quedara embarazada, eso era lo que hacian todos; Krystal lo habia visto infinidad de veces en los Prados. Aunque era un chico muy raro: quiza la sorprendiera. A ella tanto le daba. Su interes por el se habia reducido hasta casi extinguirse, solo le importaba porque era una pieza esencial de su plan. Lo que queria era el bebe: el bebe era mas que un medio para conseguir un fin. Le gustaban los bebes; siempre habia adorado a Robbie. Se los quedaria a los dos y los cuidaria; seria una especie de abuelita Cath para su familia, solo que mejor, mas carinosa y mas joven.

Quiza Anne-Marie fuera a visitarla cuando ya no viviera en casa de Terri. Sus hijos serian primos. Tuvo una clara vision en la que estaba con Anne-Marie ante la puerta de la escuela St. Thomas de Pagford, diciendo adios con la mano a dos ninitas con vestido azul claro y calcetines cortos.

En casa de Nikki habia luces encendidas, como siempre. Krystal echo a correr.

CUARTE PARTE

Demencia

5.11 Segun la ley ordinaria, los idiotas estan sujetos a una incapacidad legal permanente para votar, pero las personas que tienen la mente perturbada pueden votar durante sus intervalos de lucidez.

Charles Arnold-Baker La administracion local, 7.? edicion

I

Samantha Mollison ya se habia comprado los tres DVD del grupo musical favorito de Libby. Los tenia escondidos en el cajon de los calcetines y las medias, al lado de su diafragma, y preparo una coartada por si Miles los encontraba: eran un regalo para Libby. A veces, en la tienda, donde ultimamente habia menos movimiento que nunca, buscaba fotografias de Jake en internet. Durante una de esas sesiones de busqueda de imagenes —Jake con traje, pero sin camisa; Jake con vaqueros y camiseta de tirantes blanca— descubrio que el grupo iba a dar un concierto en Wembley dos semanas mas tarde.

Libby se alegraria mucho si le regalaba una entrada; ademas, seria una oportunidad para pasar un rato juntas. Samantha tenia una amiga de la universidad que vivia en West Ealing; podrian quedarse a dormir en su casa. Mas emocionada de lo que se habia sentido en mucho tiempo, consiguio dos entradas carisimas para el concierto. Esa noche, cuando regreso a su casa, estaba radiante por el efecto de aquel delicioso secreto, casi como si llegara de una cita.

Miles estaba en la cocina; todavia no se habia cambiado y tenia el telefono en la mano. Al verla entrar se quedo mirandola con una expresion extrana, dificil de descifrar.

—?Que pasa? —pregunto Samantha, un poco a la defensiva.

—No consigo hablar con papa. Su telefono comunica todo el rato. Han colgado otro mensaje.

Como ella lo miraba perpleja, anadio con un deje de impaciencia:

—?El Fantasma de Barry Fairbrother! ?Otro mensaje! ?En la web del concejo!

—Ah —dijo Samantha desenrollandose la bufanda—. Vale.

—Acabo de encontrarme a Betty Rossiter por la calle y me lo ha contado. He mirado en el foro, pero no he visto nada. Mama ya debe de haberlo borrado. Bueno, eso espero, porque si la Pelmaza va con esto a un abogado, mama va a estar en la linea de fuego.

—?Era sobre Parminder Jawanda? —dijo Samantha con tono deliberadamente despreocupado.

No pregunto de que se la acusaba, en primer lugar porque estaba decidida a no ser una bruja entrometida y cotilla como Shirley y Maureen, y en segundo lugar porque creia saberlo ya: que Parminder era la responsable de la muerte de Cath Weedon. Tras una breve pausa, pregunto con cierto retintin:

—?Y dices que tu madre va a estar en la linea de fuego?

—Bueno, es la administradora de la pagina web, asi que podrian responsabilizarla si no elimina cualquier afirmacion difamatoria o potencialmente difamatoria. No estoy seguro de que mis padres comprendan la gravedad de todo esto.

—Podrias defender a tu madre. A ella le encantaria.

Pero Miles no la oyo. Pulsaba una y otra vez la tecla de rellamada y fruncia el entrecejo, porque el telefono de su padre seguia comunicando.

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