– Si, me gustaria que te fueras antes.

– No lo hare -dijo Ben-. Pero me mantendre fuera de tu camino.

– Gracias.

– Adios, Rachel.

Rachel no contesto y Ben no sabia si era porque no sabia como hacerlo o porque no le importaba.

En una ocasion, se habia preguntado si podria haber algo mas doloroso que haber perdido a Rachel trece anos atras y en ese momento, mientras salia de su dormitorio, estaba conociendo la respuesta.

Aquello era mucho peor. Sentia como se le rompian el corazon y el alma mientras regresaba a su dormitorio. Y cuando saco la bolsa de viaje de debajo de la cama para preparar el equipaje, todo en su interior parecio rebelarse.

Su estancia en aquella casa habia sido algo temporal, se recordo. El preferia la provisionalidad, vivia para ella.

Pero eso habia sido antes. Antes de conocer a Emily como debia hacerlo un padre. Antes de haber vivido tantos detalles del dia a dia y haber descubierto que no eran en absoluto tan tediosos como imaginaba.

Al principio, la necesidad de salir de alli lo devoraba, pero, de alguna manera, aquella urgencia habia desaparecido para ser sustituida por un nuevo anhelo. El anhelo de algo que pudiera sentir propio. El anhelo de un hogar.

Comenzo a meter sus cosas en la bolsa sabiendo que al dia siguiente estaria a miles de kilometros de la cama de la que Rachel lo habia echado.

Lo habia echado de su corazon y de su cama. Se lo merecia, suponia, en primer lugar, por haber puesto su vida en peligro. Resignado a su destino, cerro la cremallera de la bolsa.

Rachel permanecia en bata, intentando consolarse a si misma con una bolsa de barritas de chocolate. Y habia terminado con la mitad de la bolsa, cuando se decidio a compartir aquella particular fiesta privada.

– ?Todavia no has terminado las compras?

– Mi tarjeta de credito todavia funciona, ?por que?

– He comido ya medio kilo de chocolate y no funciona.

– ?Que te pasa?

– Ben -contesto Rachel, y se echo a llorar.

– Oh, carino, llego a casa en unos minutos.

Por su culpa, se decia Melanie mientras rodeaba el edificio de Rachel buscando un aparcamiento. Ella era la responsable del sufrimiento de la unica persona que la habia querido de verdad.

Durante todo ese tiempo, habia pensado que odiaba a Garret por haberle hecho sentir que tenia el corazon podrido, cuando en realidad se odiaba a si misma. Habia vivido durante todos aquellos anos sin preocuparse por nada ni por nadie. Pero, de alguna manera, aquello habia empezado a cambiar.

Encontro por fin un lugar para el coche y corrio al interior de la casa. Estaba en silencio. Busco por todas las habitaciones, y comenzaba a asustarse cuando vio a su hermana en el jardin. Cruzo las puertas de cristal del cuarto de estar y le hizo un gesto con la mano.

Su hermana, sentada en el cesped con la perrita, se estaba llevando una patata frita a la boca y no le devolvio el saludo.

– No tenias por que dejar de comprar solo porque yo haya cometido una estupidez -le dijo.

Mel se sento a su lado, intentando no pensar en el efecto que tendria la hierba sobre su vestido.

– Tu nunca has sido estupida. ?Has estado llorando? ?Y todo por un hombre?

– No seas ridicula. En esto no tiene nada que ver ningun hombre.

– Mentirosa.

– Manana se va, despues de que llevemos a Emily a Los Angeles a conocer a su amiga. Se montara en un avion y se marchara. Otra vez.

– ?Y tu le has dicho que se vaya? ?Otra vez?

Al ver la expresion de culpabilidad de Rachel, Melanie sacudio la cabeza.

– Lo has hecho.

– ?Y eso que importa?

– Claro que importa. Ben te quiere, Rachel. Caramba, eres tan idiota como yo. El te quiere -repitio, pensando que Garret deberia verla en aquel momento… Estaba deseando ser buena-, siempre te ha querido, pero debido a su infancia, jamas se quedaria en un lugar en el que no se siente querido.

– ?Que? ?Que acabas de decir?

– Oh, esto de hacer las cosas bien me va a matar -susurro Melanie mirando hacia el cielo.

– Ben no me quiere.

– ?Has visto como te mira? Por favor, si le salen estrellas por los ojos. Ha cruzado medio mundo, lo ha dejado todo para venir a estar contigo. Dios mio, Rachel, se ha quedado a tu lado, por ti. ?Tu sabes lo que le cuesta eso a un hombre como el?

Rachel se quedo mirandolo fijamente.

– ?Por que sabes que tuvo una infancia dificil?

– Todo el mundo lo sabe.

– Yo no lo sabia -susurro Rachel-, Ben no me ha contado los detalles hasta hace muy poco.

– Bueno, no te lo tomes a mal, hermanita, pero a ti tampoco se te da muy bien abrirte, o dejar que otros se abran a ti.

– Deberia haberlo intentado.

– ?Por que? Tu, o bien te estas acostando con el o negando todo lo que sientes. Blanco o negro, siempre has sido asi -al ver el sufrimiento que reflejaba el rostro de su hermana, suspiro-. Mira, ayudame a hacer las cosas bien. Durante mucho tiempo, he hecho todo lo posible por evitar vuestra relacion y me he equivocado por completo. Y… -ah, al infierno con todo-, Rach, hay algo mas. Durante todos estos anos, cuando le llevaba a Emily, jamas lo he visto con ninguna mujer.

– Pero tu decias…

– Si, decia que se habia convertido en un mujeriego, pero era mentira. Y… -se mordio el labio. Toda la culpa que nunca habia sentido la inundaba en aquel momento-, y siempre preguntaba por ti, siempre.

– El… -Rachel miro a su hermana aturdida. Y herida-. No me lo creo, ?por que ibas a mentirme?

– Ya te lo dije, queria ser feliz antes que tu. Y, bueno, ya que estoy siendo sincera, creo que deberia decirte que pase una noche salvaje con tu vecino.

– ?Con Garret?

– ?Te acuerdas de la ultima vispera de Ano Nuevo? Tu te acostaste temprano y… yo no. Me fui a un bar, y el estaba alli. Dios mio, no se como paso exactamente, pero no volvimos a hacerlo nunca mas.

– Ya entiendo… Asi que querias que me acostara con Adam porque eso podria hacerme parcialmente feliz y tu podrias ser mas feliz que yo y sentirte mejor contigo misma. Y no me hablaste de Garret porque… supongo que porque eso era asunto tuyo. Pero, Mel, no entiendo por que me mentiste sobre Ben.

– Si, bienvenida al club -se froto la cara-. Mira Rach, lo siento, no pretendia hacerte dano.

– Pero me lo hacias. Me hacia sufrir cuando me decias todas esas cosas sobre Ben. Yo te crei y, durante anos, eso ha cambiado la opinion que tenia sobre el. Mel, lo que has hecho ha sido increiblemente egoista.

– Si, pero eso no es nada nuevo, ?verdad? -intento sonreir.

Rachel no le devolvio la sonrisa.

– Estoy intentando arreglar las cosas -susurro Mel.

– Eso no siempre es posible.

– Rach…

– De acuerdo, ya basta -se llevo las manos a las sienes-, ?sabes que? Solo necesito pensar, estar sola.

Mel asintio.

– De acuerdo, entrare en casa…

– No, creo que deberias irte a tu casa.

Rachel no podia evitarlo, su mente estaba trabajando a toda velocidad. Mel habia intentado sabotear su felicidad. En realidad, eso no tenia nada de extrano. Pero su hermana habia sido la unica capaz de comprender la razon por la que Ben se habia alejado de ella. En dos ocasiones.

Y Rachel no se habia dado cuenta, aunque no era capaz de comprender por que.

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