la de un cuerpo exuberante. Las manos de Varian parecian enormes y, sin embargo, sus pechos se adaptaban a ellas a la perfeccion. Varian le acaricio los pezones e inclino la cabeza para besarla en el cuello y en el hombro.
– Eres preciosa, Nyssa -murmuro sin soltarle el pecho izquierdo y enterrando la otra mano en su vientre-. ?Sabes que eres preciosa?
Nyssa entorno los ojos y permitio que los dedos de Varian encontraran su recompensa. Apreto sus nalgas contra el y gimio.
– Tus caricias hacen que me sienta atrevida -confeso.
– Me gusta -contesto el mordiendole el lobulo de una oreja-. Te voy a ensenar a ser muy atrevida.
Cuando sus caricias se hicieron mas insistentes, Nyssa quiso cerrar los ojos pero Varian la obligo a contemplar en el espejo los cambios que se producian en su rostro mientras el la excitaba. A cada nueva caricia su cuerpo se encendia mas y la imagen que le devolvia el espejo probaba que el sentia lo mismo.
– Ahora… -suplico.
– Todavia no -replico el tomandola en sus brazos y llevandola a la cama. Ante la sorpresa de Nyssa, no la acosto a lo largo, sino a lo ancho, de manera que sus piernas colgaban fuera. Sorprendida pero incapaz de moverse, Nyssa contemplo a su marido mientras este se arrodillaba frente a ella y le separaba los muslos. De repente, su lengua empezo a recorrer su carne sensible.
– ?No…! -protesto debilmente-. ?Varian, no, por favor!
Quiso pedirle que se detuviera pero no tenia fuerzas para hacerlo. La sensacion que sentia era tan agradable que estaba segura que aquel tenia que ser un acto prohibido. Trato de oponerse a sus besos pero, cuando la agradable.sensacion empezo a poseerla, dejo de resistirse. ?Era maravilloso! Cuando creia que no iba a ser capaz de soportarlo mas, Varian se separo de ella y vio que el tambien estaba a punto de estallar de deseo.
Varian se puso en pie, apoyo las rodillas en el borde de la cama, se inclino hacia adelante y, levantando a Nyssa por las nalgas, empezo a penetrarla. Le acaricio los pechos con una mano y se introdujo en su cuerpo dando furiosas embestidas que de repente le hicieron sentirse muy fuerte.
Varian le hacia dano al hundirle las unas en los pechos pero la sensacion de tenerle dentro resultaba tan agradable que ni siquiera lo notaba. Casi sin darse cuenta, rodeo el cuerpo de su marido con los brazos y las piernas y hundio el rostro en su cuello. Un sonido parecido a un gemido se escapo del fondo de su garganta. No parecia un sonido humano y estaba segura de que nunca habia emitido un grunido asi. Esta vez no sintio dolor, sino una tension creciente que se hizo tan intensa que temio no poder soportarla durante mucho tiempo.
– ?Nyssa! -sollozo Varian hundiendo el rostro en su cabello humedo-. ?Dios mio, nunca habia deseado tanto a una mujer!
Nyssa tuvo tiempo de oir aquellas palabras antes de quedar atrapada en una espiral de colores vivos que le arrebato el poco dominio de si misma que conservaba. Se sentia como la mariposa que aletea desesperada atrapada en la red del cazador.
– ?Varian…! -gimio en el momento en que el se vaciaba antes de caer entre sus brazos exhausto.
Segundos despues, Varian levanto la cabeza y busco los ojos de Nyssa. La joven estaba palida y apenas respiraba, pero sus ojos azul violeta estaban bien abiertos.
– Te quiero, Nyssa -declaro apasionadamente-. ?Te quiero!
– No digas eso -sollozo ella-. Yo no te amo. ?Ni siquiera te conozco! ?No es justo! El destino nos ha hecho marido y mujer pero yo no estoy enamorada de ti. ?Como puedes amar a una mujer a quien no conoces? Esas cosas solo ocurren en los cuentos de hadas.
– Te quiero, Nyssa -repitio Varian-. Te lo dije anoche y te lo vuelvo a repetir ahora. Te quiero desde la primera vez que te vi en Hampton Court. Ni yo mismo lo entiendo, pero es asi. Cuando mi abuelo amenazo con entregarte a otro hombre si no accedia a tomar parte en su plan, supe que me moriria de celos. Eres mia, Nyssa, ?mia! Yo te ensenare a quererme.
Dicho esto, suspiro y apoyo la cabeza en-el pecho de Nyssa mientras esta le acariciaba el cabello. ?Como se aprende a amar a un desconocido?, se pregunto. Su madre se habia casado con Edmund Wyndham sin conocerle y habia aprendido a hacerlo. Y Anthony, su padrastro, siempre habia amado a Blaze en secreto, incluso cuando esta le culpo injustamente por la muerte de su primer marido. El amor era un sentimiento de lo mas curioso: el mismo Varian, sin ir mas lejos, aseguraba amarla aun sabiendo que ella nunca habria accedido a casarse con el.
De repente advirtio que estaba hambrienta. No habia probado bocado desde primera hora de la manana, cuando Tillie le habia llevado un poco de pan y una copa de vino.
– Tengo hambre, senor -dijo-. ?Habeis comido algo?
– Eres una muchacha muy codiciosa -rio Varian ayudandola a ponerse en pie-. ?No basta mi amor por ti para calmar tu apetito?
– Siento el estomago vacio, senor -replico Nyssa-. A mi tia le gusta la buena mesa y apuesto a que ha hecho trabajar duro a las cocineras.
– ?Que te parece si llamamos a Tillie y le pedimos que nos traiga algo de comer? -propuso Varian-. Haceros el amor me da un hambre canina.
– Sera mejor que os tapeis un poco -sugirio Nyssa volviendo a la cama y ocultando su desnudez bajo la colcha-. Tillie es una buena chica y no debeis avergonzarla.
Varian de Winter se puso los pantalones y llamo a los dos criados. Ordeno a Tillie que les subiera algo de comer y a Toby que llenara de nuevo la banera. Minutos despues, Tillie regreso acompanada de dos doncellas. Las muchachas no pudieron reprimir una risita nerviosa al ver a su senor medio desnudo y descalzo. Tillie las reprendio con una mirada severa y les dio un papirotazo en la cabeza…
– ?Cuidad vuestros modales! -siseo.
Les ordeno dejar las bandejas sobre una larga mesa de madera de roble situada junto a la ventana y ella hizo lo mismo con las copas y las jarras de vino y cerveza que traia. Hizo una reverencia a su senora y a su nuevo senor y las tres doncellas se apresuraron a abandonar la habitacion. Toby termino de llenar la banera y tambien les dejo solos.
– ?Vais a banaros ahora o preferis comer primero? -pregunto Nyssa.
– El agua esta demasiado caliente -contesto Varian mientras inspeccionaba el contenido de las bandejas-. Tenias razon: a tu tia le gusta la buena mesa. Espero que te parezcas a ella -anadio.
– No debeis preocuparos -aseguro Nyssa-. Cumplire con mis deberes de esposa. ?Es vuestra casa grande y distinguida?
– No; es una propiedad muy modesta. Apenas he vivido alli y quiza la encuentres algo descuidada pero tienes mi permiso para decorarla a tu gusto. Quiero pasar el resto de mis dias alli, contigo y con nuestros hijos. A veces pienso que mi padre debe haberse sentido muy solo. Se caso muy mayor y mi madre murio al nacer yo. Cuando me traslade a casa de mi abuelo apenas pasaba alli cortas temporadas durante el verano y despues de su muerte solo he vuelto cada mes de septiembre para cazar -Mientras hablaba, el conde se sirvio una generosa racion de ternera, capon, ostras crudas, pan y queso. Se sento sobre la cama y se volvio hacia Nyssa-. Cuentame como era tu vida en Riveredge. Tu padre era conocido en la corte por ser un hombre agradable y hospitalario. Hasta mi padre decia que Ed-mund Wyndham era todo un caballero.
– Por desgracia, yo solo tenia dos anos cuando murio y no le recuerdo -contesto Nyssa-. Anthony Wyndham es el unico padre que he conocido. Riveredge es el lugar mas maravilloso del mundo y ultimamente no dejo de preguntarme por que tuve que marcharme. Tengo cinco hermanos y dos hermanas gemelas que nacieron hace seis meses. ?Apuesto a que se han convertido en unos bebes preciosos! -anadio orgullo-sa-. Mis mejores amigos eran los potros, los caballos, los perros y mi prima Maria Rose. En verano soliamos atravesar los campos descalzas y en invierno nos encantaba hacer excursiones a caballo. Como veis, tuve una infancia de lo mas sencilla.
– Te equivocas, Nyssa -replico Varian-. Eres una mujer afortunada. Tienes un padre y una madre que te adoran, muchos hermanos y tios, primos y abuelos que viven cerca de tu casa y estan ahi cuando les necesitas.
– ?Y vos, senor? -pregunto Nyssa sospechando que el pobre huerfano criado por su poderoso abuelo no debia haber tenido una infancia muy feliz. En casa del duque de Norfolk no debia haber habido lugar para el amor cuando incluso la duquesa habia hablado mal de Thomas Howard tras separarse de el-. ?Tuvisteis una infancia feliz?