noche? -Comenzo a moverse con lentos movimientos majestuosos de su masculinidad. Pronto los dos gritaban por el placer compartido. Era casi el alba cuando el rey se dio cuenta de que si no volvia al palacio por el parque, se notaria su ausencia y se revelaria su secreto.

Se levanto, se vistio, se inclino y le dio un beso en los labios.

– Si me ves hoy, mi bella Rosamund, pensaras en la noche que pasamos. Esta noche no podre venir, pero pronto volvere, querida. ?Pronto!

– Adios, Hal. Te extranare, pero si no duermo al menos una noche las mujeres se daran cuenta de que tengo un amante y se preguntaran quien es. Ya sabes como son las damas de tu esposa -rio.

– ?Arpias! -dijo el, sonriendo, y se fue.

Cuando Annie fue a despertarla, casi enseguida, Rosamund no podia levantarse. Estaba agotada por los deliciosos excesos de la pasion de ambos. Nunca se habia imaginado que existiera un amante como el rey. Era insaciable y su energia, inagotable. Y la necesitaba. De verdad, la necesitaba, y ella estaba asombrada al ver que un hombre tan poderoso como Enrique Tudor pudiera precisar del amor y el carino de una mujer tan simple como ella. Pero Rosamund no se enganaba: con el tiempo el se aburriria y ella deberia alejarse en silencio, porque el rey no se llevaba bien con la culpa.

– Ve a ver a la reina -le dijo Rosamund a Annie-. Dile que estoy enferma, que tengo un flujo que me ha atacado los intestinos. Dile que le pido indulgencia, pero que hoy debo quedarme en cama.

Annie asintio, y dijo:

– Ese hombre misterioso que la visita, senora, ha de ser mago para dejarla en este estado. ?Esta segura de que es humano y no una criatura del mundo de las tinieblas? He oido de demonios que toman forma humana y luego eligen amantes. Les chupan la vida, dicen. ?Esta segura de que este hombre no es uno de ellos? -Se la veia muy preocupada.

Rosamund debio sofocar la risa.

– Mi amante, Annie, es el mas humano de los caballeros, lo juro. Ahora corre a buscar a la reina. Si te das prisa la veras antes de la misa. Dejame dormir hasta la tarde, y entonces traeme algo de comer, que para ese momento estare muerta de hambre. Y dile a mi primo que he decidido quedarme en la cama.

Rosamund fue despertada por su primo, que le trajo una bandeja con vino dulce, carne, pan, manteca y queso.

– ?Arriba, dormilona! -bromeo el, dandole una palmada en el trasero-. Ya son casi las cuatro de la tarde. Su Majestad la reina envia sus mejores deseos de recuperacion y espera verte manana por la manana. Su Majestad el rey me hizo un guino bastante procaz, que ruego no haya sido percibido por nadie mas que por mi. Desde el nacimiento de su hijo que no esta tan jovial. Por lo que veo, sus pequenas excursiones nocturnas le caen muy bien.

– Es incansable -murmuro Rosamund, medio dormida-. Alcanzame ese vestido que esta a los pies de la cama, Tom, y no mires. Tenemos que hablar. -Tomo la prenda que el le alcanzo, se la puso por la cabeza y la deslizo por el cuerpo-. ?Podrias darme el cepillo, primo? -El se lo acerco y la joven comenzo a cepillarse el cabello enredado-. Se queda practicamente toda la noche y yo no puedo descansar. ?No puedo servir al mismo tiempo a la reina y al rey! ?Que voy a hacer?

– No puedes hacer mucho mas que advertirle que sea mas circunspecto en su entusiasmo. ?Viene esta noche?

– Dijo que no, ?ojala que asi sea!

– Ah, si, hoy llegaron el embajador veneciano y su esposa. El rey y la reina los agasajaran hasta la madrugada. Habra una representacion de algo relacionado con Robin Hood con moros con turbantes dorados, y solo Dios sabe que mas. El rey posee una imaginacion muy fertil. Sus amigos tienen la mision de hacer que sus ideas se hagan realidad. -Tomo el cepillo de su prima, la ayudo con un nudo y siguio peinandola-. Si te dijo que no vendria, no lo hara. ?Por eso te tomaste el dia, querida prima?

– ?Si! y manana le pedire permiso a la reina para dejar el sequito en el norte. ?No te enteraste todavia de cuando dejaremos Greenwich?

– A mediados de junio, dicen, y por lo general los rumores sobre los viajes son precisos, porque los afortunados que seran visitados por la augusta presencia real deben partir a sus casas a preparar todo. Una visita del rey, aunque breve, puede dejar a un hombre en la ruina. Veras que pronto comienza un pequeno exodo -rio-. ?Ya esta! Ahora tu cabello es como una seda, querida nina. -Dejo el cepillo y se puso de pie-. Me reunire con mis amigos de la Corte esta noche para revisar los detalles del espectaculo para honrar a los venecianos. Los italianos adoran esas elegantes charadas.

– Lamento perdermelo, pero no me atrevo a aparecerme hasta la misa, manana, para que no se sospeche que yo tambien he interpretado un papel.

– ?No te parece, querida nina, que antes de pedirle permiso a la reina para irte a tu casa, bien podrias pedirselo tambien al rey? Eres el nuevo juguete de Enrique. No le agradara la idea de dejarte ir y se enojara mucho si la decision le cae por sorpresa.

– Tendra que renunciar a mi tarde o temprano, pero creo que tienes razon, primo. Se lo dire a Hal antes que a milady, la reina.

– Creo que es una decision prudente.

Rosamund aparecio en la Corte a la manana siguiente para volver a hacerse cargo de sus deberes. La reina tenia varias cartas para escribir ese dia y Rosamund estuvo muy ocupada. Por la noche, el rey fue al encuentro de su amante secreta. Despues de hacer el amor apasionadamente por primera vez en dos dias, Rosamund le dijo lo que planeaba.

– Le pedire permiso a la reina para abandonar el sequito, Hal. Ya hace muchos meses que falto de Friarsgate. Mis hijas me necesitan. No soy el tipo de madre que deja voluntariamente a sus pequenas al cuidado de otros. Quiero irme a mi casa. Necesito irme a mi casa.

– ?Lo prohibo! -exploto el, furioso.

– ?Milord! Mientras estemos en Greenwich, tu y yo podemos disfrutar de un dulce idilio y mantener nuestra relacion en secreto. Ni mi querida Annie sabe que eres tu quien me visita. Se pregunta si mi amante no sera un demonio que ha asumido forma humana, porque cree que solo alguien asi podria haber seducido a la senora de Friarsgate y haberla apartado del camino de la virtud. Solo mi primo Tom conoce tu identidad. Tal vez podamos mantener nuestro secreto mientras vivamos en Greenwich, pero cuando comencemos el viaje de verano nos sera muy dificil vernos, mucho menos en secreto. No quiero hacerle dano a la reina, que ha sido mi amiga, que es la madrina de mi hija. Tampoco debes herirla tu, porque te adora y es una buena esposa. Si albergas algun tierno sentimiento hacia mi, Hal, me dejaras ir. Los dos sabemos que no puedo ser parte de tu vida.

– ?Me amas, bella Rosamund?

– Si, creo que si.,

– ?Entonces, como puedes abandonarme cuando te necesito tanto? -dijo el rey, en tono de queja.

Era su rey. Era un hombre y, sin embargo, tambien un nino.

– ?Como puedes poner en peligro lo que tenemos, incluso sabiendo que no puede durar por siempre??Como podrias lastimar a tu reina otra vez, si ella te ama con toda la devocion de su corazon y de su alma? ?Yo te adoro, Hal! Pero me averguenzo de mi comportamiento, porque traiciono a una mujer que ha sido buena y generosa conmigo, y que te es completamente leal.

– Razonas como ese abogado de la ciudad, Tomas Moro -rezongo el-. Caramba, bella Rosamund, ?yo soy tu rey!

– Porque eres mi rey y porque te amo es que te hablo con franqueza, Hal. Si te niegas a permitirle a la reina que me deje ir a casa, ?que excusa pondras que no despierte sospechas? Aunque Kate no piense nada malo, sus damas lo haran. Y comenzaran a espiarnos para proteger a la reina. Si se hace publico que tomaste como amante a una dama nortena de una familia sin importancia, seras el hazmerreir no solo de Inglaterra, sino tambien de Francia, de Espana, del Sagrado Imperio Romano, de los Paises Bajos. Eres joven, milord, pero algun dia seras un gran rey. ?Yo lo se!

– Eres una muchacha mucho mas sabia e inteligente de lo que yo creia -dijo el, arrojandola sobre la cama.

– ?No aprendiste nada de nuestro primer encuentro de hace anos, Hal? Te dije entonces que no me seducirias hasta que yo no decidiera dejarme seducir. Yo tenia catorce anos entonces y era virgen. Debia proteger mi buen

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