Estaba malgastando saliva puesto que Vendelin ya le estaba abriendo la puerta. Salio y vio alrededor varios edificios separados y un pequeno hotel con restaurante.

Levanto la vista y se sorprendio porque Ven estaba mas cerca de lo que habia imaginado y descubrio que estaba mirando dentro de un par de ojos inescrutables y penetrantes. Se dio cuenta de que el observo sus labios y luego, otra vez, sus ojos, sintio que su corazon empezaba a latir alocadamente y tuvo la necesidad de decir algo, cualquier cosa.

– ?Adonde estamos?

Se pregunto que demonios le estaba pasando ya que Ven no parecia afectado como ella, sino que con calma la tomo del brazo y la guio al restaurante diciendo solo:

– Becov.

El restaurante era acogedor y casero y a Fabia le fascino de inmediato.

– ?Suele venir a comer aqui? -pregunto ella mientras le ofrecia el menu checoslovaco.

– Es un sitio agradable para detenerse a descansar -respondio, Fabia no pudo contenerse y emitio una carcajada-. ?Dije algo divertido?, pregunto el observando con insistencia su boca al reir.

– Alguna vez me dara una respuesta directa a una pregunta directa -explico ella-, y caera el techo sobre nosotros.

– Entonces ?que te gustaria comer? -pregunto Ven, ella disfrutaba cuando sonreia-. ?Algo parecido a la comida inglesa? -sugirio.

– ?Claro que no! -aseguro indignada, pero estaba tan feliz que nada le hubiera impedido seguir sonriendo-. Me gustaria algun platillo tipico por favor, si es posible.

– ?Quieres probar nuestros knedlilcy?

– ?Seguro! -indico ella. Pero luego le entro la curiosidad-. ?Que son? -pregunto haciendolo reir.

– ?Ya lo veras!

Cuando lo sirvieron, resultaron ser bolitas de pasta cortadas en rebanadas. Pero no se parecian a las inglesas, por suerte. Para acompanarlo Ven ordeno un guiso de cerdo, la combinacion deliciosa. De hecho, a medida que comia, y veia comer con gusto a Ven, Fabia decidio que era uno de los mejores almuerzos de su vida.

– ?Que quieres de postre? -pregunto el escritor al ver que ella habia limpiado su plato.

– Nada mas -contesto y comento que habia disfrutando la comida, y que estaba satisfecha.

– ?Estas segura?

– ?Usted puede ordenar lo que quiera! -exclamo cuando Ven iba a pedir la cuenta y se arrepintio de inmediato. El era un hombre seguro de si mismo y si hubiera querido ordenar algun postre lo hubiera hecho aunque ella no lo acompanara. Fabia recupero la respiracion cuando el comento:

– Ya fue suficiente -y luego la condujo de nuevo al auto.

Veinte minutos despues estaban en las afueras de Marianske Lazne y Fabia empezo a recordar los momentos de esa esplendida manana. Claro que habia tenido ciertas diferencias sobre todo cuando estuvieron tomando cafe en Karlovy Vary, pero gracias a Dios, aunque el no solia sonreir mucho tenia un gran sentido del humor y no tenia resentimientos contra ella por la manera tan descortes en que le habia solicitado que le concediera la entrevista.

Cuando Ven se estaciono frente a un hotel, Fabia comprendio que habia sido muy amable en concederle tanto tiempo. Habia ido a Karlovy Vary solo a entregar un paquete y ya casi eran las cuatro de la tarde.

Volvio la cabeza para agradecerle todas sus atenciones, pero el ya habia salido para ir a abrirle la puerta del auto. Fabia salio y antes de poder pronunciar una palabra, el la condujo al interior del hotel, espero a que le entregaran su llave y luego camino con ella hasta el ascensor.

– Gracias por haberme hecho pasar una manana tan maravillosa -le dijo ella con sinceridad mientras esperaban y sintio que se le salia el corazon del pecho cuando el fijo su mirada varonil y oscura en su rostro.

– Yo tambien la disfrute -respondio con tono grave cuando llego al ascensor. Fabia se sintio hipnotizada, casi no respiraba cuando vio que inclinaba la cabeza, luego la beso en la mejilla.

– Ahoj -murmuro usando la version informal de adios y dio un paso hacia atras.

Como alguien que camina dormido, ella entro al ascensor.

– Bye -murmuro ella con voz ronca y mientras subia no podia pensar en nada.

Guando entro en su habitacion todavia estaba embelesada. Podia sentir la boca calida de Ven, donde esos labios estupendos le habian tocado la piel.

Sin embargo cuando volvio a la realidad se percato de que no habia dicho nada mas de la entrevista. Esbozo una sonrisa mientras se despojaba de sus zapatos y luego fue a recostarse en la cama. Porque Ven le habia prometido que lo pensaria, y eso queria decir que se volverian a ver, ?o no?

Capitulo 5

Fabia desperto el viernes con una sonrisa y se quedo recostada pensando en Ven. Todavia lo tenia en mente cuando se bano, se vistio y fue a tomar su desayuno de costumbre, un yogur exquisito, pan, queso y cafe.

Estaba bebiendo el cafe cuando se dio cuenta de que Ven habia estado en sus pensamientos desde que se habia despertado, ?y de cuanto ansiaba verlo de nuevo? Valgame Dios, penso al bajar la taza. Tratando de analizar el motivo por el cual deseaba tanto volver a verlo comprendio que no tenia nada que ver con la infernal entrevista.

Fabia regreso a su habitacion admitiendo, por algun motivo no habia querido admitirlo antes, que si, la atraia Ven.

Para cuando cerro la puerta de su dormitorio, aunque una parte de ella se resistia a aceptar la atraccion, se decia que no habia razon para que no se sintiera atraida por el. ?Un hombre como Vendelin, con tantos rasgos positivos, no era natural que ella lo encontrara… interesante, mas que a cualquier hombre de los que habia conocido hasta entonces?

Pasaron veinte minutos sin que ella se diera cuenta. De pronto, desperto, elimino a Ven de sus pensamientos, y se pregunto que iba a hacer durante el dia. Se veia nublado el cielo, pero no iba a quedarse encerrada en su habitacion. Si tuviera su coche… miro el telefono… ?podria llamar a Ven para preguntarle? Ya le habia dicho el martes que les llevaria una semana o mas conseguir el repuesto, ?para que molestarlo?

Fue en ese momento que se estremecio al comprender que estaba buscando una excusa para volverlo a ver. El orgullo la hizo olvidar el telefono. Mientras se preparaba para salir, tuvo al fin el brillante descubrimiento de que habia una importante razon para no pensar mas en Ven, y era que ella no le interesaba.

No quiso creer que el beso en la mejilla del dia anterior significaba algo, y colocandose la bolsa en el hombro abrio la puerta. En ese momento sono el telefono, y por dos minutos ella se quedo inmovil.

Luego corrio a contestar y sintio gran desilusion cuando supo que no era Ven sino su secretario.

– Hola Lubor -saludo ella con cordialidad. ?Por que habria de culparlo a el de su desilusion?

– Cuando no aceptaste cenar conmigo el martes, decidi ir a pasar la velada con mis padres en Plzev, pero de haber sabido que ibas a estar contenta de oir de mi, me hubiera regresado antes -no perdio tiempo en tomar ventaja. La chica comprendio que era el momento de retroceder.

– ?Como has estado? -ella ignoro su comentario.

– Ocupado -replico el, y mientras ella evito comentar que eso le evitaria hacer travesuras Lubor la desilusiono aun mas al anadir-. El senor Gajdusek ha salido de viaje y me dejo mucho trabajo. Parece que tendre que trabajar todo el fin de semana.

– Espero que el senor Gajdusek te de luego dias libres para compensarlo -sugirio Fabia, tratando de guardarse todas las preguntas que surgian en su cerebro; ?adonde habia ido el senor Gajdusek y cuanto tiempo iba a tardar en regresar?

– Claro, siempre lo ha hecho asi, es muy justo en todos sus tratos.

– Me alegro -murmuro la joven, habiendo sufrido en su orgullo, pregunto-: ?Dijiste que el senor Gajdusek salio de viaje?

– Se fue esta manana a Praga -revelo Lubor-. Me encargo mucho que si tenias algun problema o necesitabas

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