alguna ayuda, te avisara que podias contar conmigo.

– ?Que amable! -exclamo sintiendose halagada de que se hubiera acordado de ella antes de irse de viaje.

– ?Tienes algun problema? -pregunto ansioso Lubor.

Tenia el de su auto, pero si Ven no habia podido conseguir que el taller lo entregara hasta el martes siguiente, seguro que Lubor no podria hacer mas.

– Ninguno -y luego tratando de disimular su curiosidad, tuvo que preguntar-: ?Cuanto tiempo estara el senor Gajdusek de viaje?

– ?Quien sabe? -respondio Lubor-. Una semana o mas -y mientras Fabia empezaba a decidir que tenia que pasar por su auto y regresar a Inglaterra, aunque no hiciera la entrevista y no volviera a ver a Ven, Lubor cambio de tema y pregunto-. ?No quieres salir a cenar esta noche conmigo?

Ella estaba mas que preparada para saber que Lubor tenia la inclinacion de tornar cualquier invitacion en una reunion de amor, aunque como no podia hacer mas que coquetear sentado en la mesa, no veia ningun peligro en aceptar. Abrio la boca para sugerir que quizas ella lo podria invitar a cenar a su hotel, eliminando asi la posibilidad de que el tuviera ocasion de abrazarla cuando fueran en el auto y luego descubrio que en vez de sugerir le estaba preguntando:

– ?Te pidio el senor Gajdusek que me invitaras? -y se quedo pasmada de su atrevimiento y de tener a Ven siempre en mente.

– No -respondio Lubor con naturalidad-. De hecho es interesante que me haya pedido que solo hable contigo de asuntos impersonales -y cuando Fabia contuvo el aliento por la implicacion que veia en dicha declaracion Lubor prosiguio-. Yo soy quien te esta invitando, porque quiero verte. Por lo que respecta al senor Gajdusek, creo que quiso subrayar que debo ayudarte con tus problemas, pero sin intimidar contigo. ?No es obvio que cuando uno se involucra emocionalmente con un problema no puede resolverlo tan bien como cuando uno es objetivo?

– Si -asintio Fabia, pero lo que era mas obvio para ella era la indicacion de Ven de que Lubor fuera impersonal en su trato con ella, y que eso queria decir, que no confiaba que ella no fuera a hacerle preguntas sobre el. Le dolio que Vendelin pensara que ella haria la maldita entrevista por medio de Lubor, y se sintio segura de que no le simpatizaba el senor Gajdusek ya no digamos que le resultara atractivo. ?Jamas hubiera sonado pedirle informacion a Lubor!

– Todavia no has respondido a mi pregunta -le recordo Lubor, cuando ella casi la habia olvidado por un momento-. Pienso llevarte a un koliba, veras como te va a gustar -le prometio.

– Yo… -ella abrio la boca y estaba lista a invitarlo a que fuera a cenar a su hotel, pero al pensar, quien sabe por que, que Ven debia estar disfrutando esa noche en Praga, con alguna mujer checa maravillosa, no le cabia la menor duda, sin tener la menor idea de lo que era un koliba cambio de opinion-. Me encantaria ir contigo -acepto contenta-. ?A que hora pasaras por mi?

Fabia estaba lista y esperando cuando Lubor fue por ella a las seis cuarenta y cinco, esa tarde.

– Te ves preciosa -dijo y la joven acepto el halago.

– Me esta esperando un taxi -senalo el mientras la llevaba fuera del hotel-. Esta prohibido tomar y manejar, despues de beber, en toda Checoslovaquia.

Un koliba es un gran restaurante con paredes de madera tipo chalet que, en ese caso, estaba ubicado en medio de grandes pinos. Fabia subio los escalones con Lubor hasta la entrada que tenia cortinas de cuadros rojos y blancos y los condujeron hasta su mesa. Todavia miraba alrededor admirada cuando Lubor comento:

– No sabes que gusto me da que hayas aceptado cenar conmigo esta noche.

– Nunca habia estado en un koliba -murmuro la muchacha, pensando que era la hora de empezar a defenderse.

– ?Te gusta?

– Mucho -respondio rescatando su mano ya que Lubor habia decidido tomarla.

– Tienes unas manos encantadoras -murmuro el hombre como para excusarse de su impetu.

– ?Ay, Lubor! -Fabia se rio sin saber que otra cosa hacer. Era un buen joven, y era simpatico, pero carecia del encanto natural de Ven y el resultado de tanto esfuerzo era que, en vez de atraerla, le producia risa.

El no se inmuto y la chica empezo a estudiar el menu. Luego, viendo que Fabia no podia entender ni una palabra, le pregunto:

– ?Que te gustaria comer?

Para decir verdad ella habia perdido el apetito. Pero, como era su invitada y tenia que consumir algo, volvio a mirar el menu y sonriendo le sugirio:

– ?No quisieras ordenar por mi, por favor?

El pidio el polovnicky biftek, smavene hranolky y velka obloha, que cuando lo sirvieron resulto ser un plato de filete, papas fritas y verduras. Ambos ordenaron un vaso con cerveza y a pesar de su poco apetito, Fabia termino de cenar mejor de lo que habia anticipado. Aunque la mayor parte del tiempo lo paso defendiendose de sus comentarios aduladores o rompiendose la cabeza por hacer algun comentario propio, que no fuera acerca de su patron. Pero descubrio que queria hacerle mil preguntas sobre Vendelin. Por algun motivo sentia que necesitaba saber todo lo que pudiera acerca de el, y alli estaba el conflicto, porque cualquier cosa que ella hubiera preguntado o averiguado, no hubiera sido para algun articulo de su hermana, sino para su uso privado y personal.

Pero no podia hacerle preguntas a su acompanante acerca del hombre que tanto la fascinaba. Y quiza Lubor no estaria dispuesto a responderle. Podia ser un mujeriego de primera, pero ella ya se habia dado cuenta de que aparte de eso, el era muy leal a su patron.

Como no intentaba entonces hacerle preguntas sobre Ven, le costaba trabajo formular comentarios superficiales y cordiales sobre Lubor. El no necesitaba que lo entusiasmaran, como ya habia descubierto el martes pasado.

– ?Has vivido aqui desde hace mucho tiempo? -expreso Fabia, al fin, despues de una pausa en la que ordenaron una segunda cerveza.

– ?Marianky? -suponiendo que esa era una version de Marianske Lazne ella afirmo con un movimiento de la cabeza y Lubor sonrio-. Solo desde que trabajo para el senor Gajdusek -pero no resistio proseguir-. Me parece que estaba destinado a venir aqui… -hizo una pausa para lograr mayor efecto y anadio-, para esperarte.

Fabia sintio que hubiera sido cruel reirse de nuevo, pero sintiendo que no podia arriesgarse a tomarlo en serio, no supo que responder, y decidio:

– Ha sido una velada muy agradable… -y le dio gusto que el entendiera el mensaje.

– ?Ya quieres regresar al hotel?

Todavia era temprano y aunque habia disfrutado de su compania y de tener a alguien con quien conversar en ingles, le parecia agradable acostarse temprano.

– Si no te importa…

– Con mucho gusto -le aseguro el joven y de inmediato fue a ordenar que pidieran un taxi.

Cuando llegaron al hotel, comprendio Fabia que habia un malentendido sobre el motivo de que ella quisiera regresar temprano al hotel. En el taxi Lubor no habia hecho mas que tomarla de la mano y despues ella penso que era natural que la quisiera acompanar al ascensor ya que Ven habia hecho lo mismo la noche anterior.

Sin embargo cuando llego al ascensor y ella se volvio para despedirse como lo habia hecho con Ven, Lubor la tomo en sus brazos con una rapidez y una experiencia que no pudo ni parpadear. Cuando la chica quiso empujarlo, entro con ella al ascensor y cuando las puertas se cerraron la estrecho aun mas e intento besarla en la boca.

Sin embargo para cuando llegaron al piso donde estaba el dormitorio, Fabia no le dejo duda alguna de que no la habia complacido su atrevimiento.

– ?No! -le grito enfurecida-. ?Ne! -le dijo en checo, y ?Non! ?Nyeht!, anadio en frances y en ruso. Y cuando se abrieron las puertas del ascensor, por si acaso no habia comprendido el mensaje, lo empujo con todas sus fuerzas lejos de ella gritandole al mismo tiempo-. ?No te vuelvas a atrever a hacer eso conmigo! -y salio corriendo antes que el pudiera reaccionar.

Le tomo mas de media hora tranquilizarse y comprender que quizas habia exagerado respecto al abrazo de Lubor. Pero antes Ven la habia acompanado hasta el mismo lugar y solo le habia dado un beso en la mejilla. Lo que Lubor acaba de hacer era un insulto a ese recuerdo. Y ademas no queria que el secretario de Ven la besara.

Вы читаете Luces de bohemia
Добавить отзыв
ВСЕ ОТЗЫВЫ О КНИГЕ В ИЗБРАННОЕ

0

Вы можете отметить интересные вам фрагменты текста, которые будут доступны по уникальной ссылке в адресной строке браузера.

Отметить Добавить цитату
×