– Yo se que no era un intento de suicidio pero, por lo que veo, tambien usted se ha dado cuenta de que mi hermano es… muy vulnerable en este momento.
Phinn asintio con la cabeza. Si, lo sabia.
– Se que usted me echa a mi parte de la culpa, pero le aseguro que yo no pude hacer nada. No sabia que Leanne iba a romper con el como lo hizo.
– Si, tal vez fue injusto por mi parte -asintio Ty-. Pero en fin… Ash me ha contado que no tiene usted trabajo ni sitio donde vivir y yo estoy en posicion de ofrecerle ambas cosas.
?Iba a darle una casa y un trabajo? Aquello era increible.
– Mire, se lo agradezco, pero no quiero caridad.
– Es usted un poquito susceptible, ?no? -suspiro el, irritado. Pero luego, al ver que tenia los ojos llenos de lagrimas, dio marcha atras-. ?No ira usted…? ?Que le pasa? ?Esta empezando a darse cuenta de lo que podria haber pasado en el riachuelo?
– No, no… mire, ?puede volver a ser desagradable? Me entiendo mejor con usted cuando se porta como un ogro.
Ty sacudio la cabeza.
– ?No tiene familia… alguien que pueda ayudarla?
– Mi madre vive en Gloucester, pero…
– Yo la llevare alli.
– No, no quiero ir alli.
– Deje de discutir -le ordeno el-. No esta usted en condiciones de conducir. Sera mas seguro que conduzca yo.
Aquel hombre era imposible.
– ?Quiere dejar de decirme lo que tengo que hacer? Si, estoy un poco… impresionada, pero no importa. Y no pienso ir a ningun sitio.
– Si no puedo llevarla a casa de su madre, tendre que llevarla a la mia.
– No pienso dejar a Ruby.
– Ruby estara perfectamente hasta manana…
– ?He dicho que no! Ruby ira conmigo donde quiera que vaya.
Ty Allardyce se quedo mirandola un momento, pensativo.
– Voy a hacer una taza de te.
De repente, Phinn solto una carcajada. La situacion era tan absurda…
– Perdone -se disculpo despues-. Pero ya he tomado un te y no quiero mas. Y, por favor, ?puede aceptar que se que esta usted agradecido por lo que paso esta manana y olvidarse de ello de una vez?
– ?Quiere que siga siendo el bruto que intentaba echarla de la finca?
Phinn asintio con la cabeza.
– Y yo seguire siendo… la chica del pueblo. La chica del pueblo que cree que deberia dejarme vivir en la granja hasta que la alquile.
– No.
– Pero es que tengo que irme de aqui manana mismo. Geraldine quiere que deje libre la habitacion y Ruby…
– Como le he dicho antes, eso no es un problema porque en Broadlands Hall hay sitio para usted y para Ruby. Por el momento el establo se usa como almacen, pero puede usted limpiarlo manana.
– ?Tiene agua?
– Claro.
– ?Y hay mas caballos?
– No, no hay caballos. Ruby tendra una vida idilica alli. Ademas, hay un corral estupendo en el que puede trotar a placer.
Phinn conocia bien ese corral. Ademas de tener una parte llena de arboles que le daban sombra, habia un cobertizo en el que Ruby podia entrar si hacia demasiado calor.
De repente, le dieron ganas de llorar otra vez. Todo sonaba tan maravilloso.
«Oh, Ruby, un sitio para ti».
– ?Y seria un trabajo permanente? Quiero decir, si piensa echarme dentro de una semana…
– Digamos que seria un contrato de seis meses, renovable despues de ese tiempo.
– Acepto -dijo Phinn entonces. Al menos tendria seis meses para encontrar otro trabajo y otro sitio donde vivir-. Puedo limpiar, cocinar, cuidar el jardin, catalogar su biblioteca…
– La senora Starkey lleva la casa y lo hace admirablemente bien y Jimmie Starkey tiene toda la ayuda que necesita en la finca.
– ?Y no necesita que cataloguen su biblioteca?
– No, lo que tengo en mente para usted consiste en otra cosa -dijo Ty-. Mi trabajo me obliga a viajar constantemente, de modo que no he podido pasar mucho tiempo en Broadlands Hall…
– Supongo que se mantenia en contacto con Ash por telefono.
– Pero eso no me preparo para la sorpresa que me lleve cuando vine hace un par de semanas. Supongo que tambien usted habra notado el cambio que se ha operado en mi hermano.
– Si, claro. ?Esta enfermo?
– No tiene ninguna enfermedad… nada que pueda curar un medico.
– ?Es culpa de Leanne entonces?
Ty Allardyce asintio con la cabeza.
– Yo no sabia que una mujer pudiera hacerle tanto dano a un hombre, pero… en fin, el caso es que no puedo volver a Londres y dejarlo solo aqui. Por eso necesito su ayuda.
– Hare lo que pueda -dijo ella.
– Entonces, el trabajo es suyo.
Phinn miro a aquel hombre que, debia admitir, empezaba a caerle bien. Aunque no se fiaba del todo.
– ?Y en que consiste el trabajo exactamente?
– Quiero que sea la acompanante de Ash.
– ?Quiere que sea la acompanante de su hermano? -repitio ella, perpleja.
– Le pagare, por supuesto.
– ?Me va a pagar por hacerle compania?
Tyrell Allardyce suspiro, impaciente.
– Mire, aunque yo podria hacer parte de mi trabajo en el despacho de Broadlands Hall, a traves del telefono y de Internet, ciertos asuntos requieren mi presencia en Londres o en cualquier otra capital del mundo. Y no quiero dejar solo a mi hermano.
Phinn lo penso un momento.
– ?Y cree que yo seria buena compania para Ash?
– ?Se le ocurre una persona mejor que alguien que le ha salvado la vida?
– No se…
– Mire, senorita Hawkins, yo se que a mi hermano le cae bien. El mismo me ha dicho que siempre es muy agradable. El otro dia, por ejemplo…
– ?El dia que usted me dijo que lo dejase en paz?
– Si, bueno, es que estaba enfadado -se disculpo Ty-. No queria que otra Hawkins terminase lo que la primera habia empezado. Pero eso fue antes de saber que Ash sigue tan loco por Leanne que las demas mujeres no existen para el. Francamente, no se fijaria en usted aunque intentase seducirlo con sus encantos.
?Seducirlo con sus encantos? Muy simpatico, desde luego. Phinn estaba a punto de decirle que no queria el trabajo cuando penso en Ruby, en el establo, en aquel corral tan agradable en el que podria trotar…
– Yo no se que se espera de una acompanante. ?Que tendria que hacer? Imagino que no querra que lo lleve al pub a emborracharse por las noches.
– ?Le gusta a usted la cerveza?
– ?No!
– Pero hoy ha bebido. Cuando la vi en el riachuelo note que olia a cerveza…
– ?Pero bueno! -lo interrumpio Phinn, indignada-. Mire, Allardyce, yo odio la cerveza, pero en este pueblo es