– ?Hablo con alguna de ellas?

– La verdad es que no. Puede que las saludara.

– ?Seria exacto decir que Chamique Johnson fue la unica de las tres bailarinas exoticas con la que mantuvo una conversacion?

Pubin estuvo a punto de protestar, pero lo penso mejor.

– Si -dijo Flynn-. Seria exacto.

Suficientes preliminares.

– Chamique Johnson ha testificado que gano dinero extra manteniendo relaciones sexuales con varios de los jovenes de la fiesta. ?Sabe si esto es cierto?

– No lo se.

– ?Ah, no? ?Usted no utilizo sus servicios?

– No.

– ?Y tampoco oyo hablar a ninguno de sus companeros de fraternidad respecto a que la senorita Johnson mantuviera relaciones de caracter sexual con ellos?

Flynn estaba atrapado. O mentia o admitia que habia tenido lugar una actividad ilegal. Hizo lo mas tonto, tomo el camino de en medio.

– Puede que oyera algun rumor.

Ni chicha ni limonada, y le hacia quedar como un mentiroso.

Eche mano de mi tono mas incredulo.

– ?Puede que oyera algun rumor?

– Si.

– Asi que no esta seguro de haber oido rumores -insisti, como si fuera la cosa mas ridicula que habia oido en mi vida-, pero podria ser. Simplemente no se acuerda de si oyo rumores o no. ?Ese es su testimonio?

Esta vez se levanto Flair.

– ?Senoria?

El juez le miro.

– ?Este es un caso de violacion o el senor Copeland trabaja en antivicio? -Desplego las manos-. ?Es tan debil el caso de violacion, tan cogido por los pelos, que pretende procesar a los chicos por contratar una prostituta?

– No pretendo eso -dije.

Flair me sonrio.

– Entonces tenga la bondad de hacer a este testigo preguntas relacionadas con los presuntos cargos. No le pida que recite todas las faltas que ha visto cometer a sus amigos.

– Avance, senor Copeland -dijo el juez. Maldito Flair.

– ?Le pidio el telefono a la senorita Johnson?

– Si.

– ?Por que?

– Pense que podria llamarla.

– ?Le gustaba?

– Me sentia atraido por ella, si.

– ?Porque era un siete, quizas un ocho? -Gesticule antes de que Pubin pudiera levantarse-. Lo retiro. ?Llego a llamar a la senorita Johnson?

– Si.

– ?Puede decirnos cuando? ?Y puede contarnos lo mejor que sepa lo que se dijo en esa conversacion?

– Diez dias despues la llame y le pregunte si queria venir a una fiesta en la fraternidad.

– ?Queria que volviera a realizar uno de sus bailes exoticos?

– No -dijo Flynn. Vi que tragaba saliva y tenia los ojos un poco humedos-. La invite a la fiesta.

Hice una pausa. Mire a Jerry Flynn. Deje que el jurado le mirara. Habia algo en su cara. ?Le gustaba de verdad Chamique Johnson? Alargue la pausa. Porque estaba confundido. Creia que Jerry Flynn formaba parte del complot, que el habia llamado a Chamique y le habia tendido una trampa. Intente aclararme mentalmente.

– ?Senor Copeland? -dijo el juez.

– ?Acepto su invitacion la senorita Johnson?

– Si.

– Cuando dice que era su invitada -dibuje unas comillas con los dedos- ?se refiere a que era como una cita?

– Si.

Le hice contar como la habia recibido y la habia acompanado hasta el ponche.

– ?Le dijo que contenia alcohol? -pregunte.

– Si.

Era mentira. Y sono a mentira, pero yo queria poner enfasis en lo ridiculo de esa afirmacion.

– Cuenteme como fue la conversacion -dije.

– No entiendo la pregunta.

– ?Le pregunto a la senorita Johnson si queria tomar algo?

– Si.

– ?Y ella dijo que si?

– Si.

– ?Y entonces usted que dijo?

– Le pregunte si queria un poco de ponche.

– ?Y ella que dijo?

– Dijo que si.

– ?Y entonces que?

Se agito en la silla.

– Le dije que contenia alcohol.

Arquee una ceja.

– ?Asi, sin mas?

– ?Protesto! -Pubin se levanto-. ?Asi, sin mas? Le dijo que contenia alcohol. Pregunta contestada.

Tenia razon. Que se quedaran con su evidente mentira. Hice un gesto al juez dando a entender que pasaba a otra cosa. Le conduje por el relato de la noche. Flynn se cino a la historia que habia contado; dijo que Chamique se emborracho y empezo a flirtear con Edward Jenrette.

– ?Como reacciono usted al verlo?

Se encogio de hombros.

– Edward es del ultimo curso, yo voy a primero. Son cosas que pasan.

– ?Asi que cree que Chamique estaba impresionada porque el senor Jenrette era mayor?

Esta vez Pubin decidio no protestar.

– No lo se -dijo Flynn-. Puede ser.

– Ah, por cierto, ?ha estado alguna vez en la habitacion del senor Marantz y el senor Jenrette?

– Claro.

– ?Cuantas veces?

– No lo se. Muchas.

– ?En serio? Pero si usted es de primero.

– Aun asi son amigos mios.

Puse una expresion esceptica.

– ?Ha estado en ella mas de una vez?

– Si.

– ?Mas de diez veces?

– Si.

Puse una cara aun mas esceptica.

– Bien, pues, digame: ?que clase de estereo o sistema de musica tienen en la habitacion?

Flynn respondio a esto inmediatamente.

– Tienen unos altavoces Bose para sistema iPod.

Yo ya lo sabia. Habiamos registrado la habitacion y teniamos fotos.

– ?Y el televisor de la habitacion? ?De que medida es?

Sonrio como si hubiera visto mi trampa.

– No tienen.

– ?No tienen televisor?

– No.

– Bueno, pues, volvamos a la noche en cuestion…

Flynn siguio con su cuento. Estaba disfrutando de la fiesta con sus amigos. Vio a Chamique subir las escaleras cogida de la mano de Jenrette. No sabia que habia

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