Sara sintio un nudo en la garganta. Se sentia incapaz de hablar de Tessa con el. No asi.

– ?Has averiguado algo? -inquirio.

– He hablado con Jill Rosen, la madre del suicida. No me ha dicho gran cosa. En el bosque encontramos una cadena, una especie de collar con una estrella de David, que pertenecia al chaval. -Como Sara no respondiera, anadio-: Andy, el suicida, o bien estaba en el bosque o alguien le quito la cadena y se interno en el bosque.

Se obligo a hablar.

– ?Que te parece lo mas probable?

– No lo se -respondio-. Brad vio a Tessa recoger una bolsa de plastico blanca del suelo mientras subia la colina.

– Tenia algo en la mano -recordo Sara.

– ?Hay alguna razon por la que recogiera basura?

Sara intento pensar.

– ?Por que?

– Brad dijo que eso es lo que parecia estar haciendo en la colina. Encontro una bolsa y comenzo a meter basura dentro.

– Puede -dijo Sara, perpleja-. Antes se habia quejado de la gente que ensuciaba. No lo se.

– A lo mejor encontro algo en la colina y lo puso en una bolsa. Encontramos la estrella de David que pertenecia a la victima, pero estaba en el interior del bosque.

– Si Tessa recogio algo, significaria que alguien nos miraba mientras estabamos junto al cadaver. ?Como se llamaba? ?Andy?

– Andy Rosen -le confirmo Jeffrey-. ?Sigues pensando que hay algo raro?

Sara no sabia que responder. Parecia que hacia una eternidad que habia examinado a Rosen. Casi ni recordaba el aspecto que tenia el cuerpo.

– ?Sara?

Ella le dijo la verdad.

– Ya no me acuerdo.

– Tenias razon cuando dijiste que lo habia intentado antes. Su madre lo confirmo. Se rajo el brazo.

– Un intento anterior y una nota -dijo Sara, reflexionando que, aparte de lo que pudiera surgir en la autopsia, esos dos factores serian concluyentes a la hora de dictaminar suicidio-. Podemos hacerle un examen toxicologico. No habria saltado de ese puente sin luchar.

– Tenia un aranazo en la espalda.

– No se lo habia hecho de manera violenta.

– Puedo hacer que Brock lo compruebe -le propuso. Dan Brock, el responsable de pompas funebres de la zona, habia sido el forense del condado antes de que Sara aceptara el empleo-. Hasta ahora no he mencionado que haya nada sospechoso. Brock sabe guardar un secreto.

– Que le tome muestras de sangre, pero quiero hacer yo la autopsia -dijo Sara.

– ?Crees que podras?

– Si esto tiene alguna relacion -comenzo-. Si quienquiera que le hizo eso a Tessa… -Sara no pudo acabar la frase, pero nunca hasta ahora habia sentido necesidad de venganza. Por fin dijo-: Si, podre hacerlo.

Jeffrey no parecia muy seguro, pero le informo:

– Estamos registrando el apartamento de Andy. Han encontrado una pipa en su cuarto. La madre dice que hace tiempo tuvo problemas con las drogas, pero el padre dice que lo dejo.

– Muy bien -afirmo Sara.

Sintio como montaba en colera ante la idea de que su hermana se hubiera visto atrapada en el fuego cruzado de algo tan estupido y absurdo como una transaccion de drogas que habia salido mal. El apunalamiento de Tessa era el tipo de violencia que solia pasar por alto la gente que afirmaba que las drogas eran una diversion inofensiva.

– Estamos espolvoreando la habitacion, intentando obtener huellas para pasarlas por el ordenador. Manana hablare con los padres. La madre me dio un par de nombres, pero ya se han trasladado de universidad o se han graduado.

Jeffrey hizo una pausa, y Sara se dio cuenta de que se sentia frustrado.

Las puertas de la sala de cirugia se abrieron de golpe, pero el paciente no era Tessa. Sara apreto los talones contra el mostrador de las enfermeras para que el equipo pudiera pasar. Una anciana de pelo rubio oscuro iba en la camilla, con los parpados vendados tras la operacion.

– Y los padres, ?como se han tomado la noticia? -pregunto Sara, pensando en los suyos.

– Bien, dadas las circunstancias. Jeffrey hizo una pausa-. La madre se derrumbo en el coche. Algo pasa entre ella y Lena. Pero no se lo que es.

– ?Como que? -pregunto Sara, aunque Lena Adams era la ultima persona en el mundo que le importaba en ese momento.

– No lo se -dijo el, y no era para sorprenderse. Sara le oyo tamborilear los dedos-. Rosen perdio el control en el coche. Simplemente lo perdio. -Dejo de tamborilear-. Su marido me llamo cuando se entero. Lo trajeron directamente de la estacion. -Hizo una pausa-. Los dos estan destrozados. Estas cosas pueden ser muy duras. La gente suele…

– Jeffrey -le interrumpio Sara-. Te necesito… -De nuevo sintio un nudo en la garganta, como si las palabras la asfixiaran-. Te necesito aqui.

– Lo se -dijo el en un tono de resignacion-. No creo que pueda venir.

Sara se seco los ojos con el dorso de la mano. Uno de los medicos que pasaban levanto la vista hacia ella, pero enseguida la bajo hacia el grafico que llevaba en las manos. Sintiendose estupida y observada por todo el mundo, intento resistir las emociones que pugnaban por aflorar.

– Claro, lo entiendo -dijo por fin.

– No, Sara.

– Sera mejor que cuelgue. Estoy hablando desde el mostrador de enfermeria. Un tipo se ha pasado una hora al telefono en la sala de espera. -Se rio, solo para relajarse-. Hablaba en ruso, pero creo que era un traficante de drogas y estaba cerrando algun negocio.

– Sara -la interrumpio Jeffrey-, se trata de tu padre. Me ha pedido… me ha ordenado que no viniera.

– ?Que? -Sara pronuncio la palabra tan fuerte que varias personas levantaron la vista de su trabajo.

– Estaba alterado. No lo se. Me dijo que no fuera al hospital, que era un asunto familiar.

Sara bajo la voz.

– El no tiene derecho a decidir…

– Sara, escuchame -dijo Jeffrey, con mas serenidad en la voz de la que ella sentia-. Es tu padre. Tengo que respetar su decision. -Hizo una pausa-. Y no es solo tu padre. Cathy dijo lo mismo.

Se sintio idiota por repetirse, pero todo lo que consiguio articular fue:

– ?Que?

– Tienen razon -dijo Jeffrey-. Tessa no deberia haber estado alli. No deberia haberle permitido que…

– Soy yo quien la llevo a la escena del crimen -le recordo Sara, y la culpa que habia experimentado en las ultimas horas volvio a agitarse en su interior.

– Ahora estan muy afectados. Y es comprensible. Jeffrey hizo una pausa, como si pensara como expresarse-. Necesitan tiempo.

– ?Tiempo para ver que pasa? -le pregunto-. Si Tessa se recupera, entonces te invitaremos a comer el domingo, y si no… -No pudo acabar la frase.

– Estan enfadados. Asi es como se sienten las personas cuando pasa algo semejante. Se sienten desamparados, y se enfadan con el primero que tienen cerca.

– Yo tambien estaba cerca -le recordo Sara.

– Si, bueno…

Por un momento, Sara se sintio demasiado consternada para hablar. Al final pregunto:

– ?Estan enfadados conmigo?

Aunque sabia que tenian muchos motivos para estarlo. Sara era responsable de Tessa. Siempre lo habia sido.

– Necesitan tiempo, Sara -dijo Jeffrey-. Tengo que darselo. No voy a disgustarlos mas.

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