– No se que responder a esa pregunta.
– Supongo que es una pregunta bastante estupida.
– No -le aseguro ella-. Es algo que me he estado preguntando ultimamente. «?Como lo llevo?» Se lo hare saber en cuanto obtenga una respuesta.
Jeffrey se sento junto a ella, mirando el patio del campus. Algunos estudiantes se sentaron en el cesped para almorzar, mientras extendian una manta y sacaban unos sandwiches de sus bolsas de papel marron.
Rosen tambien contemplaba a los estudiantes. Tenia el borde del cuello del sueter en la boca. Estaba tan deshilachado que Jeffrey dedujo que era un habito nervioso.
– Creo que voy a dejar a mi marido -dijo ella.
Jeffrey la miro pero no dijo nada. Se dio cuenta de que le costaba hablar.
– Quiere marcharse. Irse de Grant. Empezar de nuevo. Yo no puedo empezar de nuevo. No puedo.
Bajo la mirada.
– Querer marcharse es comprensible -dijo Jeffrey, invitandola a continuar hablando.
Rosen senalo el campus con una inclinacion de cabeza.
– Llevo aqui casi veinte anos. Hemos echado raices aqui, para bien o para mal. Esa clinica forma parte de mi vida.
Jeffrey guardo silencio durante unos instantes. Al ver que ella callaba, le pregunto:
– ?Le ha dicho por que quiere marcharse?
Rosen nego con la cabeza, pero no porque no supiera el porque. Su voz reflejaba una tristeza casi insoportable, como si hubiera decidido admitir la derrota.
– Una reaccion tipica de el. Bravuconea como si fuera muy macho, pero al primer inconveniente huye con el rabo entre las piernas.
– Lo dice como si no fuera la primera vez.
– Y no lo es -le confirmo.
Jeffrey insistio.
– ?De que huye?
– De todo -dijo ella, pero no le dio detalles-. Toda mi vida laboral se basa en ayudar a la gente a enfrentarse con su pasado, y sin embargo soy incapaz de ayudar a mi marido a enfrentarse con sus demonios. -Con voz mas serena, anadio-: Ni siquiera puedo ayudarme a mi misma.
– ?Y cuales son sus demonios?
– Los mismos que los mios, supongo. Cada vez que giro por una esquina, espero encontrarme con Andy. Estoy en casa, oigo un ruido y miro por la ventana, esperando verle subir las escaleras de su habitacion. Para Brian, que trabaja en el laboratorio, tiene que ser mas duro. Se que es mas duro. Tiene que entregar su trabajo en una fecha limite. Hay en juego muchisimo dinero. Lo se. Se de que va todo eso.
Habia levantado la voz, y Jeffrey percibio en ella una colera que llevaba tiempo gestandose.
– ?Es por lo de su aventura?
– ?Que aventura? -pregunto Rosen. Su sorpresa parecia autentica.
– Corre un rumor -le explico Jeffrey, y le entraron ganas de desmontarle los dientes de una patada a Carter-. Alguien me conto que Brian estaba liado con una estudiante.
– Dios mio -musito Rosen, cubriendose los labios con el cuello del sueter-. Casi desearia que fuera cierto. ?No le parece horrible? -pregunto-. Significaria que hay algo que le importa aparte de su queridisima investigacion.
– Su hijo le importaba -dijo Jeffrey, recordando la discusion del dia anterior.
Rosen habia acusado a Keller de no preocuparse por su hijo hasta que murio.
– Le iba a rachas -prosiguio Rosen-. El coche. La ropa. El televisor. Le compraba cosas. Era su manera de demostrar su carino.
Habia algo mas que ella intentaba decirle, pero Jeffrey no sabia que.
– ?Adonde quiere irse?
– ?Quien sabe? -respondio Rosen-. Es como una tortuga. Cuando ocurre algo malo, esconde la cabeza y espera a que pase. -Sonrio, dandose cuenta de que ella tambien escondia la cabeza en el cuello de su sueter-. Era para ilustrar el simil.
El sonrio a su vez.
– Simplemente no puedo. No puedo seguir viviendo asi. -Miro a Jeffrey-. ?Me enviara la factura de esta sesion, o debo pagarle ahora?
El volvio a sonreir, deseando que continuara.
– Supongo que su trabajo es muy parecido al mio. Escucha hablar a la gente e intenta imaginar lo que realmente intentan decir.
– ?Y usted que intenta decir? Rosen considero la pregunta.
– Que estoy cansada -dijo-. Quiero una vida… la que sea. Si todos estos anos he estado con Brian ha sido porque pensaba que era lo mejor para Andy, pero ahora que ya no esta…
Se echo a llorar, y Jeffrey saco su panuelo. No se dio cuenta de que estaba manchado de la sangre de Lena hasta que se lo entrego a Rosen.
Jeffrey se disculpo.
– Lo siento.
– ?Se ha cortado?
– Lena se corto -dijo Jeffrey, observando atentamente su reaccion-. Hable con ella esta manana. Tenia un corte debajo del ojo. Alguien la golpeo.
Un destello de preocupacion asomo a los ojos de la mujer, pero no dijo nada.
– Sale con alguien -explico. Parecia que Rosen se esforzaba por mantener la boca cerrada-. Esta manana fui a su apartamento y el estaba con ella.
Rosen no le dijo que continuara, pero sus ojos se lo suplicaban. Era evidente que temia por la seguridad de Lena.
– Tenia un corte en el ojo y la muneca magullada, como si alguien hubiera forcejeado con ella. -Hizo una brevisima pausa-. Ese tipo tiene antecedentes, doctora Rosen. Es un hombre muy peligroso y violento.
Rosen estaba sentada en el borde del banco, y casi le suplicaba con la mirada que siguiera.
– Ethan White -dijo Jeffrey-. ?Le suena el nombre?
– No -le dijo Rosen-. ?Deberia?
– Tenia la esperanza de que le sonara -dijo, porque eso indicaria que existia una conexion entre Andy Rosen y Ethan White.
– ?Es grave? -pregunto Rosen.
– Por lo que he podido ver, no -dijo Jeffrey-. Pero no deja de hurgarse la mano. Le sangra y, a pesar de ello, continua hurgandose la cicatriz.
Rosen volvio a apretar los labios.
– No se como ayudarla a que se aparte de el -dijo Jeffrey-. No se como ayudarla.
Rosen miro a lo lejos, fijandose de nuevo en los estudiantes. -Solo ella puede ayudarse -aseguro Rosen, y su tono otorgo un significado mas profundo a sus palabras.
– ?Era paciente suya? -pregunto Jeffrey, rezando a Dios por que asi fuera.
– Sabe que no puedo darle esa informacion.
– Lo se -dijo Jeffrey-, pero si, hipoteticamente, pudiera, me ayudaria a resolver un interrogante.
Ella le miro.
– ?Que interrogante es ese?
– Cuando estabamos junto al rio, Chuck pronuncio el nombre de su hijo, y Lena parecio sorprendida, como si le conociera -dijo Jeffrey, elaborando la explicacion a medida que hablaba-. ?Podria ser posible que cuando Lena dijo «Rosen», como si le sonara el nombre, lo dijera porque la conocia a usted, y no a Andy?
La mujer parecio pensar como responder a Jeffrey sin comprometer su reputacion.
– Doctora Rosen…
Ella se reclino en el banco, acercandose aun mas el cuello del sueter.
– Ahi viene mi marido.
Jeffrey intento ocultar su exasperacion. Keller estaba a unos quince metros, y Rosen podria haber respondido