Ella no dudo un instante.

—Me parece estupendo.

—Bueno. Te paso a buscar a las veinte.

—De acuerdo. ?De quien es el cumpleanos?

—Mio.

—?Como tuyo? ?Y tu…? ?Una fiesta sorpresa para ti?

Kinsman replico:

—Seria un pesimo comandante de base si no supiera todo lo que pasa, ?verdad? ?Que tal eres para simular que estas sorprendida?

—?No lo se! —dijo ella riendose.

—Bueno, no importa, lo intentaremos. Y ahora ?que te parece si me das una copia de mi mensaje?

—?Una copia en papel? —su mano se extendio hacia el teclado del escritorio—. Se supone que no debemos hacer copias en papel al menos que este especialmente autorizado. El papel es muy escaso.

—Lo se. Yo mismo plante cuatro arboles aqui con mis propias manos. Pero ahi tiene plastico reutilizable, en esa bandeja junto a la consola de la computadora.

La mujer se inclino sobre el escritorio y tomo una de las tarjetas reutilizables de la bandeja. La miro por un instante con curiosidad, la flexiono y luego la puso en la maquina de escribir. En lugar de escribir ella misma, sin embargo, se volvio hacia el teclado de la computadora y muy cuidadosamente, un dedo por vez, toco una serie de botones.

—Debo tener mucho cuidado —explico ella—. Operar con el teclado es extrano en esta gravedad. Y ademas yo nunca fui demasiado habil para eso.

La maquina que estaba sobre su escritorio comenzo de repente a funcionar automaticamente y con furia. Martillaba linea tras linea con un repiqueteo veloz e inhumano. Del mismo modo que comenzo, ceso el martilleo. Ellen saco el plastico de la maquina y se lo alcanzo a Kinsman.

—Tienes que firmar un recibo —le dijo al comandante.

Kinsman asintio con la cabeza, firmo el libro que ella le alcanzo y luego se lo devolvio. Al ponerse de pie nuevamente le dijo:

—Nos vemos a las veinte horas.

—No sabes la ubicacion de mi habitacion…

—Ya la encontrare —respondio el.

Cuando salio y entro al silencio y soledad de ese corredor con aspecto de tumba examino el mensaje descifrado:

PARA: COR. C.A. KINSMAN CMDTE, MNBS1 DIC 99

PRIORIDAD: UNO-UNO-CERO

REF: RMM 99-2074

CLASIFICACION DE SEGURIDAD: ULTRA SECRETO

AUMENTO OPERACIONES ORBITALES REQUIEREN APOYO LOGISTICO Y HUMANO DE MOONBASE. URGENTE SOLICITAMOS INFORME AL DIA SOBRE CAPACIDAD DE MOONBASE PARA PROVEER INMEDIATAMENTE APOYO LOGISTICO A DIEZ (10) OPERACIONES ORBITALES POR DIA DE BUSQUEDA Y DESTRUCCION. ADEMAS APOYO HUMANO PARA OPERACIONES Y/O PERSONAL DE APOYO PARA LAS ESTACIONES ALFA, BETA, GAMMA. LA PRIORIDAD PARA ESTE REQUERIMIENTO ES UNO-UNO-CERO. CONSIDERAMOS LA POSIBILIDAD DE ESTADO DE ALERTA AMARILLA INMINENTE; ALERTA ROJA ES POSIBLE. SE REQUIERE RESPUESTA DETALLADA EN VEINTICUATRO (24) HORAS.

B/G R.M. MURDOCK CMDTE USAF OPERACIONES LUNARES

Kinsman se detuvo en el vacio corredor y se quedo mirando la tarjeta de plastico amarillo que llevaba en la mano. Subitamente comenzo a temblar, todo su cuerpo vibraba en tanto su mente lo vio todo nuevamente: la falta de peso, la falta de ruidos, la lucha como una pesadilla en camara lenta; el traje presurizado del cosmonauta girando lentamente sobre si mismo, muy lentamente contra el escenario negro de solemnes y observadoras estrellas. La cara dentro del casco estaba fija en la expresion aterrorizada y subita ante la presencia de la muerte.

Lo haran, grito la mente de Kinsman. Me haran matar otra vez.

MIERCOLES 1? DE DICIEMBRE DE 1999, 21:20 HU

Todas las operaciones se regian por la Hora Universal. No solo aquellas que dependian de la comunidad lunar, sino tambien las actividades tripuladas en orbita cerca de la Tierra.

En una pequena nave espacial para un solo hombre, Frank Colt dirigio una rapida mirada al indicador de combustible en el panel de instrumental que estaba frente a el.

—Alfa a Mark Uno —dijo una voz distorsionada por la estatica en los auriculares de su casco—. Repito: advertimos que su reserva de combustible se acerca al limite de seguridad.

Colt estaba de pie, sin peso en el compacto aparato. El exterior del vehiculo se parecia a un astillero en miniatura, con salientes y antenas y brazos articulados para maniobrar proyectandose hacia afuera en todas direcciones. Dentro, solo habia espacio suficiente para un astronauta de pie, como un conductor de tranvias de otros tiempos.

Colt era mayor de la Fuerza Aeroespacial y uno de los pocos negros entre los astronautas. Habia pasado las ultimas horas maniobrando de orbita en orbita, persiguiendo satelites “no identificados”. A unos pocos cientos de kilometros de su aleta izquierda estaba la Tierra , tremendamente hermosa, azul y blanca. Deslumbrantes nubes formaban un encaje sobre el Atlantico Sur, y la costa de Africa era una fina bruma verde en el horizonte que se aproximaba velozmente.

Pero el mayor Colt no prestaba atencion a eso. Dentro de su hermetico traje presurizado, su cuerpo le picaba y transpiraba a pesar de los ventiladores que tenia el traje. Se le dormian constantemente los pies, y debia moverlos de tanto en tanto para activar la circulacion.

Estaba disgustado. Hasta el momento su radar habia detectado cuatro satelites “no identificados” en esta operacion, pero los cuatro habian resultado ser falsos: eran solo globos metalizados. No tenian ninguna inscripcion, pero todos sabian que si no provenian de los Estados Unidos, provenian de Rusia.

—Vamos Frank, abandona. Tienes que comenzar el regreso ahora; si no, tendre que pedir al Comando que prepare un rescate.

—Que se lo guarden —interrumpio Colt por el microfono de su casco—. Si ponen satelites falsos es porque por aqui debe haber satelites verdaderos. Tengo una senal en el radar que es cada vez mas aguda.

La pantalla de su radar solo mostraba azarosas chispas. La voz en sus auriculares suspiro.

—Hombre, tu nos das mas problemas que todo el resto del equipo junto…

—Te ensanas conmigo porque soy negro—. Colt sonrio mientras decia esto en su viejo acento de Motown.

Uno de los puntos luminosos en la pantalla de radar se hacia cada vez mas brillante. Habia una senal.

—?Maldicion, yo soy tan negro como tu! ?Cuando vas a dejar de usar tu piel como si fuera una armadura?

—?Y cuando vas a dejar de usar la tuya como si fuera un felpudo? —Colt toco las teclas de control en el panel delante de el. Una vibracion debida al empuje de los cohetes presiono sus espaldas.

La voz de la radio de la Estacion Espacial Alfa habia enmudecido. Lo hice callar, penso Colt, a medias culpable y a medias satisfecho. Siempre se aseguraban escrupulosamente de que hubiera un control negro en la base cuando el salia en una mision. La propia piel de Colt era de color cafe muy cargado de crema.

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