— Te enganchaste… te solto… ?te das cuenta de los riesgos?

Ivan guino un ojo.

— Ella era muy buena para eso. Eh… maternal, ya sabes.

Elena estudio el techo, friamente desdenosa.

— Esa palmada en el culo que te dio en el tubo de la lanzadera no me parecio a mi precisamente maternal.

Ivan se sonrojo.

— De cualquier modo, aqui estoy. — Se envalentono —. ?Y antes que el viejo Dimir! Tal vez no me vea en tantos problemas como pense.

Miles se paso la mano por el cabello.

— Ivan… ?seria demasiado complicado comenzar por el principio? Suponiendo que haya uno.

— Oh, si, supongo que no sabras nada del gran follon.

— ?Follon? Ivan, eres la primera noticia que tenemos de casa desde que abandonamos Colonia Beta. El bloqueo, ya sabes… aunque tu pareces haberlo atravesado como humo…

— La pajara era habil, eso hay que reconocerlo. No sabia que las mujeres mayores pudieran…

— El follon — le reoriento Mles, apremiante.

— Si, bien. El primer informe de Colonia Beta que llego a a casa decia que habias sido raptado por un tipo que era desertor del Servicio…

— ?Oh, Dios! Y mi madre… ?Que hizo mi padre?

— Estaban bastante preocupados, supongo, aunque tu madre seguia diciendo que Bothari estaba contigo y, de todos modos, a alguien de la embajada se le ocurrio hablar con tu abuela Naismith, quien no pensaba en absoluto que hubieses sido raptado. Eso calmo mucho a tu madre, y ella, hm, calmo a tu padre… Como sea, decidieron esperar nuevos informes.

— Gracias a Dios.

— Bien, los siguientes informes fueron de un agente militar aqui, en el espacio local de Tau Verde. Nadie me dijo que contenian… bueno, nadie se lo dijo a mi madre, lo cual suele ser sensato si uno lo piensa un poco. Pero el capitan Illyan anduvo corriendo un tiempo en circulos, veintiseis horas al dia, entre la Casa Vorkosigan, el Cuartel general, la Residencia Imperial y el Castillo Vorhartung. Tampoco ayudo mucho el que los informes que obtuvieron estuviesen fechados tres semanas antes.

— ?El Castillo Vorhartung? — murmuro sorprendido Miles —. ?Que tiene que ver con esto el Consejo de Condes?

— No podia imaginarmelo tampoco. Pero el conde Henri Vorvolk fue sacado tres veces de la clase en la Academia para asistir a sesiones del comite de los condes, asi que lo arrincone… Parece que existia el fantastico rumor de que estabas en el espacio local de Tau Verde reuniendo tu propia flota mercenaria, nadie sabia por que… al menos, yo pense que era un rumor fantastico… Como sea, tu padre y el capitan Illyan decidieron finalmente enviar un correo expreso para investigar.

— Via Colonia Beta, me imagino. Eh… ?por casualidad te cruzaste con un tipo llamado Tav Calhoun mientras estabas alli?

— Oh, si, el betano loco. Anda dando vueltas por la embajada… Tiene una orden de detencion en tu contra, y se la muestra a todo el que pesca entrando o saliendo del edificio. Los guardias no le dejan entrar ya.

— ?Hablaste con el personalmente?

— Brevemente. Le dije que existia el rumor de que habias ido a Kshatryia.

— ?De veras?

— Por supuesto que no. Pero era el lugar mas lejano en que pude pensar. El clan — dijo afectadamente Ivan — debe permanecer unido.

— Gracias… — Miles se lo penso un momento —. Espero. — Suspiro —. Supongo que lo mejor sera esperar a tu capitan Dimir, entonces. Al menos podria llevarnos de vuelta a casa, lo cual solucionaria un problema. — Miro a su primo —. Te explicare todo mas tarde, pero ahora tengo que averiguar tantas cosas… ?puedes mantener la boca cerrada un rato? Se supone que nadie aqui sabe realmente quien soy. — Un horrible pensamiento sacudio a Miles —. ?No habras estado preguntando por mi usando mi nombre, no?

— No, no, solo por Miles Naismith — le tranquilizo Ivan —. Sabiamos que estabas viajando con tu pasaporte betano. De todas formas, acabo de llegar aqui ayer por la noche y practicamente la primera persona con quien me encontre fue con Elena.

Miles suspiro aliviado y se volvio hacia Elena.

— ?Has dicho que Baz esta ahi fuera? Tengo que verle.

Ella se retiro, dando un amplio rodeo en torno a Ivan.

— Lamento lo del viejo Bothari — dijo Ivan cuando la joven hubo salido —. ?Quien hubiera pensado que podia pasarle eso limpiando armas, despues de tantos anos? Sin embargo, hay un aspecto positivo; finalmente tienes oportunidad con Elena sin que el este echandote el aliento en la nuca, asi que no es una perdida inutil.

Miles exhalo lentamente, abatido por la ira y el dolor recordado. El no sabe, se dijo a si mismo. No puede saber…

— Ivan, uno de estos dias alguien va a sacar un arma y va a dispararte, y tu vas a morir en medio del asombro, preguntando: «?Que he dicho? ?Que he dicho?»

— ?Que he dicho? — pregunto indignado Ivan.

Antes de que Miles pudiera entrar en detalles, vino Baz, flanqueado por Tung y Auson; Elena les seguia. La habitacion estaba repleta. Todos parecian estar sonriendo como tontos. Baz agito en el aire, triunfalmente, unas finas hojas de plastico. Estaba tan radiante como un faro, orgulloso, apenas reconocible como el hombre que, cinco meses atras, Miles habia encontrado escondido entre la basura.

— El cirujano dice que no podemos quedarnos mucho, mi senor — le dijo a Miles —, pero pense que esto podria darle animos.

Ivan se sobresalto ligeramente ante el honorifico y le llamo la atencion solapadamente al maquinista.

Miles tomo las hojas.

— Tu mision… ?pudiste completarla?

— Como un reloj… Bueno, no exactamente, hubo algunos momentos malos en una estacion de trenes… deberia ver el sistema ferroviario que tienen en Tau Verde IV. La maquinaria… magnifica. Barrayar se perdio algo al pasar directamente del caballo al transporte aereo…

— ?La mision, Baz!

El maquinista reboso alegria.

— Echele una mirada. Son las transcripciones de los ultimos despachos entre el almirante Oser y el alto mando peliano.

Miles empezo a leer. Despues de un rato, comenzo a sonreir.

— Si…, ya habia oido que el almirante Oser tiene un famoso repertorio de invectivas cuando… se excita… — La mirada de Miles se cruzo ligeramente con la de Tung. Los ojos de este brillaban de satisfaccion.

Ivan estiro el cuello.

— ?Que pasa? Elena me conto lo de los saqueos a las nominas, tambien tengo entendido que os las arreglasteis para alterar las transferencias electronicas. Pero no comprendo… ?los pelianos no van a pagar otra vz, cuando vean que la flota oserana no ha sido pagada?

La sonrisa de Miles se se volvio maligna.

— Ah, pero es que si fue pagada: ocho veces de mas. Y ahora, como creo que dijo un general de la Tierra, Dios los ha puesto en mi mano. Despues de no poder entregar, durante cuatro veces seguidas el pago en efectivo, los pelianos han exigido que se les devuelva el sobrepago electronico. Y Oser — Miles miro las hojas — se niega. Categoricamente. Esa fue la parte mas delicada, calcular exactamente la cantidad adecuada de sobrepago; demasiado poco, y los pelianos podrian haberlo dejado pasar; excesivo, y Oser se hubiera sentido incluso inclinado a devolverlo. Pero justo la cantidad adecuada…

Suspiro, y se recosto feliz contra la almohada. Tenia que aprenderse de memoria algunas de las frases selectas de Oser, decidio. Eran unicas…

— Esto le gustara, entonces, almirante Naismith — prorrumpio al fin Auson, exaltado con las novedades —. Cuatro de los capitanes-propietarios independientes que estaban con Oser tomaron sus naves y se largaron del espacio local de Tau Verde en los dos ultimos dias. Por las transmisiones que hemos interceptado, no me parece

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