mas o menos-. De momento, tenemos este torso descuartizado de lo que parece una mujer joven con multiples heridas de arma blanca. -Grace miro a Barley como buscando confirmacion y el inspector le relevo.

– La policia de East Downs ha recibido una llamada de emergencia esta manana de una mujer que paseaba a su perro. El animal ha encontrado una mano humana, que hemos dejado donde estaba. -El inspector senalo-. He acordonado la zona y los perros policia la han rastreado y descubierto estos restos de aqui. No los he tocado mas que para abrir la bolsa.

– ?No hay cabeza?

– Aun no -dijo el inspector.

El patologo se arrodillo, dejo su bolsa en el suelo y, retirando con cuidado la bolsa de basura, examino los restos en silencio durante unos momentos.

– Necesitamos de inmediato un analisis de huellas y otro de ADN para ver si podemos conseguir una identificacion positiva -dijo Grace.

El policia miro colina abajo a traves del campo hacia las calles de casas. Detras, a kilometro y medio mas o menos de distancia, vio el agua gris del canal de la Mancha, que apenas se distinguia del gris del cielo.

– Tambien deberiamos iniciar un interrogatorio puerta por puerta en la zona -prosiguio Grace dirigiendose al inspector-, pedir informes de cualquier suceso sospechoso que haya tenido lugar en los ultimos dos dias. Comprobar si hay personas desaparecidas en esta zona. Si no las hay, ampliar la busqueda a todo Brighton y luego a Sussex. ?Hay camaras de seguridad, Bill?

– Solo en algunas tiendas y otros negocios.

– Asegurate de que se los informa de que conserven todas las cintas correspondientes a los siete ultimos dias.

– Enseguida.

– ?Alguna idea de como han podido llegar aqui estos restos? -pregunto Grace senalando el suelo-. ?Marcas de neumaticos?

– Tenemos un rastro de pisadas. Algun tipo de botas gruesas, a juzgar por el dibujo. Parecen profundas. Creo que debieron de cargar con ella -dijo Bill Barley, que senalo una franja estrecha de terreno con colzas entre dos bandas de cinta de la policia colocadas a cierta distancia.

Theobald habia abierto la bolsa y examinaba con cuidado la mano ensangrentada.

«?Quien es? -queria saber Grace-. ?Por que la han asesinado? ?Como ha llegado hasta aqui?» La ira hervia en su interior.

Ira y algo mas.

Era el conocimiento espantoso, al que se negaba siempre a hacer frente, de que el destino de esta joven podria haber sido tambien el de su propia esposa. Sandy habia desaparecido de la faz de la Tierra hacia nueve anos y, desde entonces, no habia habido rastro de ella. Podrian haberla matado y haberla dejado tirada en algun lugar. Quiza la habian asesinado y descuartizado salvajemente. Era facil deshacerse de un cadaver y asegurarse de que nunca jamas iban a encontrarlo, habia docenas de formas de hacerlo.

Y era eso lo que ahora le inquietaba. Alguien se habia molestado en despedazar a aquella chica y cortarle la cabeza. Pero si de verdad hubiera querido complicar su identificacion, tambien se habria llevado las manos.

Entonces, ?por que no lo habia hecho?

?Por que habia dejado sus restos aqui, en medio de este campo, donde seguro que no tardarian en descubrirlos? ?Por que habia hecho eso en lugar de cavar por lo menos una tumba poco profunda?

?Podia ser que quienquiera que la hubiera matado deseaba que la encontraran?

Capitulo 9

Kellie, vestida con un chandal morado, se puso en cuclillas en el suelo del salon, el teclado en el regazo, apoyada en el sofa, mientras se zampaba un tubo de Pringles de sal y vinagre. No era el almuerzo mas sano precisamente, pero eran bajas en grasas, asi que no afectarian a su figura, penso.

Conectada a Internet, se quedo mirando el brazalete de cristal purpura de Swarovski en la pantalla del televisor, luego hizo doble clic sobre la imagen para agrandarla. Con un sentimiento de culpa, penso en lo bien que combinaria con el conjunto que llevaba puesto. Un poquito chabacano, quizas, un poco macarra. Pero la bisuteria de Swarovski tenia clase, sin duda; le encantaban sus articulos. El PVP recomendado eran 152 libras, y la oferta mas alta por el momento ascendia solo a 10,75 libras. ?Y solo quedaban tres horas y cuarenta y dos minutos para que acabara la subasta!

?Era una ganga! Realizo una oferta de doce libras. Su economia apenas lo notaria; ademas, si podia conseguirlo por un precio cercano a ese, dentro de unas semanas podria revenderlo por una cantidad superior ?y obtener beneficios!

Se quedo mirando la pantalla varios minutos mas y no aparecieron mas pujas. Por el momento, todo marchaba bien. Alargo la mano, cogio la botella de Smirnoff -una de su alijo secreto, que escondia de Tom en el fondo del cajon de la ropa interior en el dormitorio-, desenrosco el tapon y bebio solo un pequeno sorbo. Solo era el tercer trago de la manana, se dijo racionalizandolo, obviando el hecho de que la botella era nueva y ahora faltaba un tercio.

Fuera, llovia a cantaros. Lady entro alegremente en la habitacion, con la correa en la boca, ladeo la cabeza y lloriqueo.

– Quieres salir, ?verdad, guapa? Tendras que esperar a que deje de llover, ?vale?

La perra volvio a gimotear, mas fuerte.

Kellie dejo la botella y levanto el brazo. Lady se acurruco a su lado, luego rodo torpemente sobre su lomo.

– Eres la tipica hembra, ?verdad? -le dijo carinosamente Kellie, arrastrando las palabras. El vodka estaba atenuando la depresion del mediodia-. Solo quieres que te toquen las tetas.

Acaricio la panza de la perra unos momentos, luego deslizo el brazo alrededor de su cuello y le dio un beso en la cabeza, inhalando el olor fuerte y calido del pelo del animal.

– Te quiero, Lady.

Al oir ruido fuera, Lady se levanto de repente de un salto, gruno y se puso a rondar por el recibidor. Ladro y, unos momentos despues, Kellie oyo el golpe de la gatera en la cocina cuando Lady salio corriendo al jardin, sin duda a perseguir a algun pajaro que se habia atrevido a aterrizar en el cesped.

Su puja en eBay seguia sin respuesta.

Algun dia comprenderia estas subastas por Internet. Hacia un par de semanas habia salido un articulo en el Daily Mail, que habia recortado y guardado, sobre todas las personas que habian ganado un dineral vendiendo cosas en eBay. Habia intentado decirle a Tom -pero el no parecio entenderlo- que lo unico que hacia era intentar ganar dinero para ellos, a su manera. Pero no se le daba nada bien. Aunque lo conseguiria; le pillaria el tranquillo.

Luego miro la botella. ?Tal vez solo un traguito mas?

Cerro los ojos y penso: «?Que cono me pasa? ?Que pasa con mi vida? ?Tengo unos genes de mierda?».

Kellie penso en sus padres. Su padre con todos sus suenos, al que adoraba, se veia ahora incapacitado para salir de casa debido a un parkinson avanzado a la temprana edad de cincuenta y ocho anos. Recordo todos los negocios que habia emprendido cuando ella era pequena y que habian fracasado. Habia conducido un taxi en Brighton y habia creado un servicio de alquiler de limusinas. Se habia ido a pique. Habia comprado una franquicia para vender una bebida natural que iba a reportarle una fortuna. Les habia costado la casa.

Su madre habia complementado los ingresos familiares trabajando duro muchas horas en el aeropuerto de Gatwick, promocionando perfumes en el duty free, hasta que habia tenido que dejarlo para cuidar a su padre. Ahora vivian, en un estado de miedo permanente a vandalos, ladrones y atracadores, en un piso en Whitehawk, el barrio de viviendas de proteccion oficial mas peligroso de Brighton. Hacia dos dias, cuando fue a visitarlos, dejo el viejo Espace fuera durante una hora. Cuando salio, vio que le habian robado los tapacubos.

Recordo el dia que conocio a Tom, en la fiesta del vigesimo-primer cumpleanos de una amiga de la escuela de Magisterio de Brighton. Le habia impresionado lo mucho que le recordaba a su padre, al padre que queria recordar, al hombre de aspecto noblemente juvenil con un encanto inmenso, pasion por la vida y gran entusiasmo.

Вы читаете Muerte Prevista
Добавить отзыв
ВСЕ ОТЗЫВЫ О КНИГЕ В ИЗБРАННОЕ

0

Вы можете отметить интересные вам фрагменты текста, которые будут доступны по уникальной ссылке в адресной строке браузера.

Отметить Добавить цитату