tentaba la idea de conducir hasta Guildford y tirarse a aquella vegetariana estricta que odiaba a los polis; pero no lo suficiente.

En estos momentos, tenia la cabeza llena de pensamientos mas prosaicos, ya que iba enumerando todo lo que necesitaba para la busqueda de Michael Harrison.

Poco despues de las siete, la lluvia fue remitiendo y, acompanado por Linda Buckley, una agente de uniforme de unos treinta y cinco anos, pelo rubio corto y rostro amable pero despierto, se bajo del coche y recorrio el sendero del jardin cuidado de la casita de Gillian Harrison y llamo al timbre. Este desperto un ladrido agudo en el interior. Al cabo de un momento, la puerta se abrio y un perro blanco pequeno, con un lazo rosa en la cabeza, salio corriendo y se puso a mordisquear sus zapatos.

– ?Bobo! ?Ven aqui! ?Bobo!

Grace mostro la placa a la mujer, a la que reconocio de la boda suspendida aquella tarde.

– ?La senora Harrison? Soy el comisario Grace, del Departamento de Investigacion Criminal de Brighton, y ella es la agente de la Unidad de Relaciones Familiares que les hemos asignado a usted y a la senorita Harper, la agente Buckley. Si necesitan algo, ella las ayudara.

Iba descalza, llevaba el cabello rubio plateado recogido en un peinado elegante, un fino vestido azul con adornos blancos y olia a tabaco. Ofrecio una sonrisa fugaz a la agente y luego lanzo una mirada temerosa a Grace que provoco que el comisario sintiera pena por ella de inmediato.

– Si, le recuerdo. Estaba en el banquete esta tarde.

– ?Seria posible que hablaramos un momento con usted?

Tenia los ojos llenos de lagrimas y el rimel corrido.

– ?Le han encontrado? ?Han encontrado a mi hijo?

Grace nego con la cabeza.

– Me temo que no, lo siento.

– ?Quieren pasar? -dijo la mujer tras unos instantes de vacilacion.

– Gracias.

La siguio a la pequena sala de estar, luego se sento en el sillon que le senalo, junto a una chimenea electrica que estaba apagada.

– ?Les apetece beber algo? ?Una copa de vino? ?Un cafe?

– Un vaso de agua, por favor -dijo el.

– Yo nada -dijo la agente-. ?Quiere que la ayude?

– No, gracias, muy amable.

El perro miro a Grace y emitio un aullido de suplica.

– ?Bobo, calla! -le ordeno la mujer.

Servilmente, el perro salio con ella del salon.

Grace miro a su alrededor. Habia un poster de El carro de heno en la pared, otro de los molinos Jack y Jill de Clayton, una gran fotografia enmarcada de Michael Harrison, vestido de esmoquin, rodeando con el brazo a Ashley Harper, vestida con un traje de noche, tomada sin duda en alguna reunion social; tambien observo otra fotografia de Michael Harrison mucho mas joven, en pantalon corto, montado en una bici, y una fotografia de boda en blanco y negro de Gill Harrison y su difunto marido, imagino Grace, por la informacion que le habia proporcionado Glenn Branson. Vio lo mucho que se parecian Michael Harrison y su padre, un hombre alto y guapo de pelo castano largo que le llegaba al cuello de la camisa. Por las solapas enormes y los pantalones de campana, dedujo que la habrian tomado en plenos anos setenta.

Gill Harrison regreso, seguida del perro, con un vaso de agua en una mano y una copa de vino en la otra. Le dio a Grace el vaso y se sento en el sofa delante de el.

– Siento mucho lo de hoy, senora Harrison. Debe de haberle resultado muy angustiante -le dijo despues de coger el vaso y beber, agradecido, un trago de agua fria.

Una joven entro en la sala. Estaba bronceada, era ligeramente nariguda, tenia el pelo rubio, largo y desgrenado y llevaba una camiseta y vaqueros. Lucia aros en los labios y en las orejas y una bolita en la lengua.

– Ella es Carly mi hija. Carly, es el inspector jefe Grace, del Departamento de Investigacion Criminal, y la agente Buckley -dijo Gill Harrison-. Carly ha venido de Australia para la boda.

– La he visto en el banquete, pero no hemos tenido ocasion de hablar -dijo Grace, que se levanto para estrecharle la mano reacia y, luego, volvio a sentarse.

– Encantada de conocerte, Carly -dijo la agente.

Carly se sento en el sofa justo al lado de su madre y le paso el brazo por el hombro de manera protectora.

– ?Donde vive en Australia? -le pregunto Grace, intentando ser educado.

– En Darwin.

– No lo conozco. He estado en Sydney.

– Yo tengo una hija que vive alli -dijo Linda Buckley con un tono jovial, intentando romper el hielo.

Carly se encogio de hombros, con indiferencia.

– Yo queria cancelar la boda y el banquete -dijo Gill Harrison-. Fue Ashley la que insistio. Sentia que…

– Es una zorra -dijo Carly.

– ?Carly! -exclamo su madre.

– Disculpe -dijo Carly-. Todo el mundo esta convencido de que es… -hizo un movimiento cursi de Barbie con las manos- tan dulce; pero yo creo que es una zorra calculadora.

– ?Carly!

Carly le dio a su madre un beso en la mejilla.

– Lo siento, mama, pero es lo que es. -Volviendose hacia Grace, dijo-: ?Usted habria insistido en celebrar el banquete?

Grace, mirandolas a las dos, reflexiono antes de responder.

– No lo se, Carly. Supongo que estaba entre la espada y la pared.

– Mi hermano es el chico mas dulce del mundo -dijo-. Si.

– Parece que Ashley no le cae bien -dijo Grace, agarrando la oportunidad.

– No, no me cae bien.

– ?Por que no?

– A mi me parece una chica encantadora -tercio Gill Harrison.

– ?Vaya gilipollez, mama! Tu solo te mueres por tener nietos. Te alegras de que Michael no sea gay y punto.

– Carly, que cosas mas horribles dices.

– Si, bueno, es la verdad. Ashley es una mujer fria y manipuladora.

Grace, que, de repente, se puso nervioso, intento permanecer impasible.

– ?Que hizo que tuviera esa impresion, Carly?

– No la escuche -dijo Gill Harrison-. Esta cansada y exaltada por el jet lag.

– Y una mierda -dijo Carly-. Es una cazafortunas.

– ?La conocen ustedes bien? -pregunto Grace.

– Yo la he visto una vez y ya tuve suficiente -dijo Carly.

– Yo creo que es una chica estupenda -contesto Gill-. Es inteligente, hogarena, se puede hablar con ella, mantener una conversacion como Dios manda. Se ha portado muy bien conmigo.

– ?Conoce a su familia? -pregunto Grace.

– La pobre no tiene mas familia que su encantador tio canadiense -dijo Gill-. Sus padres murieron en un accidente de coche mientras estaban de vacaciones en Escocia cuando ella tenia tres anos. La criaron unos padres de acogida que eran unos desalmados. Primero vivieron en Londres, luego se marcharon a Australia. Su padre intento violarla en repetidas ocasiones cuando ella era adolescente. Se fue de casa cuando tenia dieciseis anos y se marcho a Canada, a Toronto, donde su tio y su tia la acogieron. Su tia murio hace muy poco, segun parece, y esta muy afectada. Creo que Bradley y su mujer eran las unicas personas que le mostraron afecto. Ha tenido que arreglarselas sola en el mundo. La admiro mucho.

– ?Eso son cuentos chinos! -dijo Carly.

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