Entro en su estudio, subio la tapa del portatil e inicio la sesion. Luego maldijo. El puto servidor no funcionaba.

Y solo habia un modo de volverlo a poner en marcha.

Capitulo 63

Max Candille era tan guapo que casi parecia imposible, pensaba Roy Grace cada vez que lo veia. Con sus veinticinco anos, cabello rubio decolorado, ojos azules y facciones atractivas, era un adonis moderno. No habia duda de que podria haber sido un modelo cotizado o una estrella de cine. Sin embargo, en su modesta casa pareada en Purley, una ciudad del area metropolitana de Londres, habia elegido hacer de su don, como el lo llamaba, una profesion. Aun asi, estaba convirtiendose, sin hacer ruido, en una estrella mediatica en alza.

El exterior insulso de la casa, con sus vigas imitacion tudor, cesped arreglado y un Smart limpio aparcado en la entrada, ofrecia pocas pistas sobre la verdadera naturaleza de su ocupante.

El interior de la casa -la planta baja, al menos, que era lo unico que Grace habia visto- era blanco. Las paredes, las moquetas, los muebles, las elegantes esculturas modernas, los cuadros, incluso los dos gatos, que se paseaban sigilosamente por la casa como versiones enanas de los guepardos de Siegfried y Roy, eran blancos. Y sentado delante de el, en una silla rococo recargada, con estructura blanca y tapizado de saten blanco, estaba el medium, vestido con un jersey de cuello alto blanco, vaqueros blancos Calvin Klein y botas de cuero blanco.

Sostenia delicadamente una taza de porcelana de te de hierbas entre el dedo y el pulgar y hablaba con una voz que rayaba el amaneramiento.

– Pareces cansado, Roy. ?Trabajas demasiado?

– Te pido disculpas de nuevo por venir tan tarde -dijo Grace, y bebio un sorbo del expreso que Candille le habia preparado.

– El mundo de los espiritus no se rige por el mismo marco temporal que el de los hombres, Roy. No me considero esclavo del reloj. ?Mira! -Dejo el te en la mesa, levanto las dos manos y se subio las mangas para mostrar que no llevaba reloj-. ?Ves?

– Eres afortunado.

– Oscar Wilde es mi heroe en lo referente al tiempo. El siempre era impuntual. Una vez, cuando llego excepcionalmente tarde a una cena, la anfitriona senalo enfadada el reloj de la pared y dijo: «Senor Wilde, ?es consciente de la hora que es?». Y el contesto: «Querida senora, le ruego que me diga como puede saber esa dichosa maquinita que esta haciendo el gran sol dorado».

Grace sonrio.

– Muy buena.

– Bueno, ?vas a decirme que te trae por aqui o tengo que adivinarlo? ?Es posible que se trate de algo relacionado con una boda? ?Caliente?

– Esa no es de premio, Max.

Candille sonrio. Grace lo observo. No siempre acertaba, pero su indice de aciertos era elevado. Debido a su larga experiencia, Grace no creia que ningun medium fuera capaz de acertar siempre en todo, razon por la cual le gustaba trabajar con varios, a veces cotejando uno con otro.

Ningun medium con el que habia trabajado hasta ahora habia sido capaz de decirle que le habia sucedido a Sandy -y habia ido a muchos-. Durante los meses que siguieron a su desaparicion, habia ido a ver a todos los mediums con cierta reputacion que encontro. Varias veces lo habia intentado con Max Candille, quien en su primer encuentro habia sido muy sincero al decirle que sencillamente no lo sabia, que era incapaz de establecer ninguna conexion con ella. Algunas personas dejaban un rastro, toda clase de vibraciones en el aire, o en sus pertenencias, le habia explicado Max. Otras, no dejaban nada. Era como si Sandy nunca hubiera existido, le conto el vidente. No podia explicarlo. No podia decir si habia cubierto sus propias huellas o alguien lo habia hecho por ella. No sabia si estaba viva o no.

Con Michael Harrison fue mucho mas categorico. A los pocos segundos de coger el brazalete que Ashley le habia dado a Grace, se lo lanzo al policia, como si le quemara en la mano.

– No es suyo -dijo enfaticamente-. Esto no es suyo.

– ?Estas seguro? -pregunto Grace frunciendo el ceno.

– Si, estoy totalmente seguro.

– Me lo dio su prometida.

– Pues tienes que preguntarle a ella y preguntarte a ti mismo por que te lo dio. Esto no pertenece a Michael Harrison, seguro.

Grace volvio a envolver el brazalete en el panuelo y se lo guardo en el bolsillo con cuidado. Max Candille era emotivo, y no siempre acertaba. Sin embargo, combinando sus comentarios sobre el brazalete con los de Harry Frame, algo le olio mal.

– ?Y que puedes decirme de Michael Harrison? -pregunto Grace.

El medium salto de su silla, salio de la habitacion, deteniendose para lanzar besos a los gatos, y regreso al cabo de unos momentos con un ejemplar del News of the World.

– Es mi periodico preferido -informo a Grace-. Me gusta saber quien se tira a quien. Es mucho mas interesante que la politica.

A Grace tambien le gustaba leerlo, a veces, pero ahora no iba a reconocerlo.

– Estoy convencido -dijo.

El medium paso un par de hojas y luego levanto el periodico para que Grace viera el titular con la fotografia de Michael Harrison debajo.

– «La busqueda del novio ausente» -leyo.

Luego, el propio medium lo miro unos momentos.

– Vaya, mira, aqui incluso te citan. «'La desaparicion de Michael Harrison es ahora una investigacion principal para nosotros', declaro el comisario Roy Grace, de la policia de Sussex. 'Hemos reforzado los efectivos para peinar la zona en la que creemos que se encuentra…'»

Luego volvio a mirar a Grace.

– Michael Harrison esta vivo -dijo-. No tengo ninguna duda.

– ?En serio? ?Donde? Tengo que encontrarle. Para eso necesito tu ayuda.

– Lo veo en un lugar pequeno, oscuro.

– ?Podria ser un ataud?

– No lo se, Roy. Esta demasiado borroso. Creo que no tiene mucha energia. -Cerro los ojos unos momentos y movio la cabeza despacio de izquierda a derecha-. No, tiene muy poca. Esta casi sin bateria, el pobre.

– ?Que quieres decir?

El medium volvio a cerrar los ojos.

– Que esta debil.

– ?Cuanto? -pregunto Grace, preocupado.

– Se esta apagando, tiene el pulso debil, demasiado.

Grace lo miro, asombrado. ?Como sabia aquello Max? ?Estaba conectado con el eter? ?O solo lanzaba suposiciones a partir de una corazonada?

– Este lugar pequeno y oscuro, ?esta en el bosque? ?En ciudad? ?Bajo tierra o en la superficie? ?En el agua?

– No lo veo, Roy. No puedo decirte.

– ?Cuanto tiempo le queda? -pregunto Grace.

– No mucho. No se si lo conseguira.

Capitulo 64

– Veras, el tema es este, Mike. No todas las personas tienen su dia de suerte el mismo dia. Asi que tenemos

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