Grace miro atentamente la nota y vio que era un diagrama rudimentario. Junto a dos grupos de lineas paralelas habia garabateado: «A 26. Norte Krowburg, Dovle guardaganado. 2 kilometros. Cavana vlanca».

Era un mapa.

Debajo, vio una secuencia de numeros: 0771 52136. Parecia un numero de movil y lo marco, pero no sucedio nada.

Paso veinte minutos mas rebuscando por todo el cuarto, abriendo todos los cajones, pero no encontro nada mas de interes. Luego llevo el papel a la casa y se lo mostro a Phil Wheeler.

– ?Le hablo Davey de esto?

Phil Wheeler nego con la cabeza.

– No.

– ?Le dicen algo estas indicaciones?

– «?Doble guardaganado, dos kilometros, una cabana blanca?» No, no me dicen nada.

– ?Y el numero? ?Lo reconoce?

Wheeler miro el numero y leyo todos los digitos en voz alta.

– No, no es ningun numero que yo conozca.

Grace decidio que ya tenia todo lo que iba a conseguir del hombre aquella noche. Se levanto, le dio las gracias y volvio a decirle cuanto sentia lo que le habia ocurrido a su hijo.

– Solo coja al cabron que lo hizo, comisario. Al menos haga eso, por mi y por Davey. ?Lo hara?

Grace le prometio que haria todo lo que estuviera en su mano.

Capitulo 70

Mark Warren, totalmente sudado, sacudio la llave en la cerradura de la puerta de su piso, aterrado por un momento de que se hubiera atascado. Luego empujo la puerta con temor, entro, cerro con llave y corrio la cadena de seguridad.

Obviando el monton de correo que lo esperaba, dejo el maletin, se arranco la corbata, se desabotono el cuello de la camisa y tiro la chaqueta y la corbata en el sofa. Se sirvio cuatro dedos de Balvenie, puso unos cubitos del congelador directamente en el vaso y, luego, bebio unos tragos del whisky.

Abrio la bolsa de piel del portatil y saco el sobre acolchado que habia recibido antes, sosteniendolo con el brazo extendido y sin atreverse apenas a mirarlo. Lo dejo sobre una mesa negra lacada al fondo de la habitacion y saco la nota que ya habia leido antes, en el despacho. Luego fue a la mesita de cafe, bebio otro trago generoso de whisky y se sento.

La nota era breve y estaba impresa a ordenador en un folio A4. Decia: «Que la policia compruebe las huellas dactilares y veras que es tu amigo y socio. Cada veinticuatro horas le cortare un trozo cada vez mayor. Hasta que hagas exactamente lo que yo te diga».

No iba firmada.

Mark bebio un poco mas de whisky y apuro el vaso. Volvio a llenarlo -otros cuatro dedos gruesos, pero con los mismos cubitos- y leyo la nota otra vez. Y otra. Oyo una sirena fuera, en algun lugar, y se estremecio. Luego sono el timbre de la puerta y entro en un estado de panico confuso. Mientras se acercaba a la pantalla de la camara de circuito cerrado, espero desesperadamente que fuera Ashley. Tenia el telefono apagado cuando la llamo desde el despacho y seguia del mismo modo cuando habia vuelto a llamarla hacia unos minutos, mientras subia en el ascensor.

Sin embargo, no era Ashley; era la cara de un hombre al que comenzaba a ver demasiado para su gusto, el comisario Grace.

Durante unos instantes se planteo si pasar de el, dejar que se marchara y volviera en otro momento; pero quiza tenia noticias.

Descolgo el auricular y le dijo a Grace que entrara, luego pulso el boton que abria el pestillo electronico de la puerta.

Tras lo que parecieron solo unos segundos, Grace llamo a la puerta. Mark apenas habia tenido tiempo de recoger la nota y el sobre acolchado y esconderlos en un armario.

– Buenas noches, agente -dijo Mark al abrir la puerta.

De pronto fue consciente de que tenia la cabeza un poco embotada por la bebida y de que se le notaba en la voz. Estrecho la mano de Grace guardando las distancias, para que el policia no oliera el alcohol en su aliento.

– ?Le importa que entre unos minutos o esta ocupado?

– Nunca estoy demasiado ocupado para usted, agente. Estoy aqui para ayudarle las veinticuatro horas al dia, los siete dias de la semana. ?Que novedades hay? ?Quiere beber algo?

– Un vaso de agua, por favor -dijo Grace, que se moria de sed.

Se sentaron el uno frente al otro en los hondos sofas de piel. Grace le observo unos instantes. El hombre estaba hecho un manojo de nervios, parecia un poco descoordinado y olia mucho a alcohol.

– ?Que ha comido hoy? -le pregunto Grace mirandolo detenidamente a los ojos.

Los ojos de Mark se movieron hacia la izquierda un instante y luego volvieron al centro.

– Un sandwich de pavo y arandanos, de un delicatessen que hay a la vuelta de la esquina. ?Por que?

– Comer es importante -dijo Grace-. Sobre todo cuando se esta estresado. -Ofrecio a Mark una sonrisa de animo y, luego, bebio un sorbo de agua del vaso, de tacto caro, que le habia dado-. Tengo un pequeno misterio, Mark, y me preguntaba si podria ayudarme.

– Claro, lo intentare.

– Un par de camaras de circuito cerrado grabaron un BMW X5 registrado a su nombre, a ultima hora del jueves por la noche, circulando en direccion a Brighton desde Lewes… -Grace hizo una pausa para sacar su Blackberry del bolsillo-. Si, a las 0.29 de la madrugada y otra vez a las 0.40. -Grace decidio no decir nada por el momento sobre los resultados de los analisis de tierra que le habian dado antes en la reunion informativa. Se inclino hacia delante, como un leon acechando a su presa-. ?Quiza fue a dar un paseo nocturno por Ashdown Forest?

Ahora observo los ojos de Mark sin apartar la mirada. En lugar de desviarse hacia la izquierda, hacia el mismo lado que cuando habia respondido a la pregunta sobre el sandwich, el lado de los recuerdos, se movieron freneticamente, hacia la derecha, luego hacia la izquierda, luego de nuevo hacia la derecha, y acabaron decidiendose muy claramente por la derecha: en modo «construccion». Pensaba salir de esta con una mentira.

– Puede que si -contesto Mark.

– ?Puede que si? ?Conducir por un bosque a medianoche no es un poco insolito? ?No lo recordaria con mas claridad?

– Para mi no es insolito -respondio Mark y, al coger su bebida, todo su lenguaje corporal cambio de repente. Ahora le tocaba a Grace inquietarse, y se pregunto que estaba pasando. Mark se recosto en el sofa e hizo girar el whisky en el vaso, los cubitos tintinearon-. Vera, es donde estamos desarrollando nuestro proximo proyecto inmobiliario importante. Nos dieron el permiso de obras preliminar hace un par de meses para construir veinte casas en un solar de dos hectareas en el corazon del bosque y ahora estamos trabajando en los detalles, ya que los grupos ecologistas se muestran muy hostiles. Voy al bosque continuamente, dia y noche. Tengo que comprobar los factores ambientales y una parte importante es el impacto en la flora y la fauna de noche. Estoy elaborando un informe que avale nuestra solicitud.

A Grace se le cayo el alma a los pies. Era como si hubieran tirado de una alfombra, deprisa pero con inteligencia, de debajo de sus pies. Acababa de malgastar casi mil libras de su presupuesto en el analisis de tierra y se sentia estupido. ?Por que no habian recabado esa informacion? ?Por que ni Glenn ni nadie del equipo lo sabia?

El cerebro le iba a mil por hora e intento reducir y dar un poco de traccion a sus pensamientos. Mark Warren aun parecia un manojo de nervios y a Grace no le daba la impresion de que fuera porque estuviera preocupado por su socio. La agresividad que habia mostrado en la boda indicaba algo mas, pero no sabia que.

Luego, por tercera vez al menos en los ultimos diez minutos, vio que los ojos de Mark miraban en direccion a

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