y Emma-Jane ya habian llegado, tambien Ben Farr, un sargento de casi cincuenta anos de cara redonda y con barba que iba a ser el agente encargado de las pruebas, y Joe Tindall. Glenn Branson llego unos minutos despues.
Mientras bebia cafe, Grace les informo. Luego, poco despues de las cinco y media, todos con chalecos antibalas, partieron en una furgoneta Ford Transit de la policia y un coche patrulla, que conducia Branson con Grace en el asiento del copiloto.
Al llegar a la calle de Ashley, Grace le dijo a Branson que se detuviera junto al Astra camuflado de Nick y bajo su ventanilla.
– Todo tranquilo -informo Nicholl.
– Buen chico -dijo Grace al ver el Audi TT de Ashley Harper en su lugar habitual delante de su casa.
Le ordeno a Nicholl que cubriera la calle por detras y arrancaron de nuevo.
No habia sitio para aparcar en la calle, asi que estacionaron en doble fila junto al Audi. Grace le dio un par de minutos a Nick Nicholl para situarse; luego, encabezando el grupo, se dirigio hacia la puerta, ya era de dia, y llamo al timbre. No contestaron.
Volvio a llamar y, luego, al cabo de un minuto, una vez mas. A continuacion, hizo un gesto con la cabeza a Ben Farr, que fue a la Transit y cogio el ariete, del tamano de un extintor grande. Lo llevo hasta la puerta, lo balanceo con fuerza y la puerta se abrio.
Grace entro primero.
– ?Policia! -grito-. ?Hola? ?Policia!
Las luces silenciosas y parpadeantes del equipo de musica lo saludaron. Seguido del resto del equipo, subio las escaleras y se detuvo en el descansillo del primer piso.
– ?Hola! -volvio a gritar-. ?Senorita Harper?
Silencio.
Abrio una puerta: daba a un bano pequeno. La siguiente puerta correspondia a un pequeno dormitorio soso y austero que no parecia que nadie hubiera utilizado nunca. Dudo, luego empujo la puerta que quedaba, que era la del dormitorio principal, con una cama de matrimonio sin deshacer. Las cortinas estaban corridas. Encontro el interruptor de la luz y la encendio y varios puntos en el techo iluminaron el cuarto.
El lugar tenia un ambiente desierto, como una habitacion de hotel que espera a su proximo ocupante. Vio un edredon inmaculado sobre la cama de metro sesenta, un televisor de pantalla plana, un radiodespertador y un par de reproducciones de las piscinas de Hockney colgadas en la pared.
Ni rastro de Ashley Harper.
?Donde diablos estaba?
Sintiendo una punzada de panico, Grace y Glenn Branson se miraron. Los dos sabian que, en algun momento, los habian burlado, pero ?donde y cuando? Por unos instantes, lo unico en lo que pudo pensar fue en la bronca que le caeria de Alison Vosper si al final resultaba que habian despertado a una juez en mitad de la noche para conseguir una orden de registro sin motivo.
Y podia haber muchos motivos para que Ashley Harper no estuviera alli esta noche. Por un momento, se enfado con su amigo. Todo esto era culpa de Glenn. Le habia embaucado para que se involucrara en este maldito caso. No tenia nada que ver con el, no era problema suyo. Ahora el puto problema le pertenecia y era cada vez peor.
Intento recapitular, pensar en como podia salvar el culo si Numero 27 le pedia explicaciones. Estaba la muerte de Mark Warren. La nota. El dedo en la nevera. Lo que habia descubierto Emma-Jane. Habia un monton de cosas que no encajaban. Mark Warren, tan beligerante en el banquete. Bradley Cunningham, tan afable, tan elegante para la boda.
«En realidad, los pantalones me estan matando… Los he alquilado en su maravilloso Moss Bros, pero creo que me han dado mal ?los pantalones!»
Por el tiempo que habia pasado en Estados Unidos y en Canada, y las conversaciones que Grace habia mantenido sobre las diferencias en el idioma, sabia que los estadounidenses y los canadienses con clase quiza denominaban a un pantalon normal «pantalones», pero que a un pantalon de vestir lo llamarian «pantalon». Habia sido una pista instantanea de que quiza Bradley Cunningham no era la persona que aparentaba ser.
Aunque esa remota hipotesis no satisfaria a Alison Vosper.
– Registrad este lugar de arriba abajo -le dijo cansado a su equipo-. No dejeis piedra por mover. Averiguad de quien es el piso. De quien son los televisores, el equipo de musica, el Audi que hay fuera, las alfombras, los enchufes. Quiero saber todos los putos detalles sobre Ashley Harper. Quiero saber mas de ella que ella misma. ?Lo habeis entendido todos?
Tras dos horas de registro, de momento nadie habia encontrado nada. Era como si Ashley Harper hubiera limpiado el lugar con una superaspiradora. No habia mas que muebles, un yogur bio en la nevera y leche de soja, un manojo de rabanos y media botella de agua mineral escocesa de la marca de los supermercados Salisbury's.
Glenn Branson se acerco a Grace, que estaba ocupado levantando un colchon de la habitacion de invitados.
– Tio, esto es rarisimo. Es como si supiera que ibamos a venir, ?sabes que quiero decir?
– ?Y por que nosotros no sabiamos que se iba? -pregunto Grace.
– Ahi lo tienes de nuevo. Otra pregunta.
– Si -dijo Grace, ahora el cansancio le ponia irascible-. Quiza sea porque siempre me das preguntas en lugar de putas respuestas.
Branson levanto una mano.
– No pretendia ofender, tio.
– No me has ofendido.
– Bueno, ?donde cono esta?
– Aqui no.
– Eso ya lo imagino.
– ?Roy! Mira esto, no se si puede servirnos.
El detective Nicholl entro en la habitacion con un papel, que mostro a Grace.
Era un recibo de una tienda llamada Century Radio en Tottenham Court Road. En el recibo decia: «AR5000 Cyber Scan, ?2.437,25».
– ?Donde estaba? -pregunto Grace.
– En el cubo de basura del patio trasero -contesto Nick con orgullo.
– ?Dos mil cuatrocientas treinta y siete libras por un escaner? -pregunto Grace-. ?Que clase de escaner cuesta tanto? ?Una especie de escaner informatico? -Tras pensar unos momentos, anadio-: ?Por que tiraria alguien el recibo? Aunque no pudieras cargar el coste del escaner a tu empresa, seguro que guardarias el recibo por si se estropea, ?no te parece?
– Segurisimo -confirmo Branson.
Grace miro la fecha del recibo. El miercoles pasado. La hora de la compra era las 14.25. El martes por la noche su prometido desaparece. El miercoles por la tarde sale a comprar un escaner de dos mil quinientas libras. Aquello no tenia sentido, al menos todavia. Segun su reloj ya habian pasado dos horas, ahora eran poco mas de las ocho.
– No se a que hora abrira Century Radio, pero hay que recabar informacion sobre ese escaner -dijo.
– ?Tienes alguna idea? -pregunto Branson.
– Muchas -contesto Grace-. Demasiadas. Demasiadas. -Luego anadio-: Tengo que estar en el juzgado de Lewes a las diez menos cuarto.
– ?Por tu buen amigo Suresh Hossain?
– Detestaria pensar que me echa de menos. ?Que tal si desayunamos algo? ?Una gran fritanga, con todo?
– El colesterol es malo para el corazon, tio.
– ?Sabes que? Ahora mismo, todo es malo para mi corazon.