solas. Bult se nos pego como con cola, hablando con su cuaderno, y Ev no paro de hacerme preguntas sobre la Muralla.
—Asi que hacen las camaras de una en una —comento, sin apartar la mirada de ella. Nos encontrabamos en el lado malo de la Muralla, y todo lo que podiamos ver eran las paredes traseras de las camaras, que parecian haber sido repelladas y pintadas de un rosa blancuzco—. ?Como las construyen?
—No lo sabemos. Nadie los ha visto hacerlo —explico Carson—. Ni hacer ninguna otra cosa que merezca la pena —anadio sombriamente, mientras Bult seguia calculando multas—, como encontrarnos una forma de cruzar para que podamos continuar con esta expedicion.
Se acerco a Bult y empezo a hablar con el en tono inadecuado.
—?Y que son? —pregunto Ev—. ?Habitaculos? —Y almacenes para todas las cosas que Bult compra, y vertederos. Algunas estan decoradas con flores colgando en la abertura y huesos pelados siguiendo un diseno delante de la puerta. La mayoria estan vacias.
Carson regreso. El bigote le temblaba.
—Dice que tampoco podemos cruzar por aqui.
—?La otra brecha ha sido reparada tambien? —pregunte.
—No. Ahora dice que hay algo en el agua.
—?Que es eso?
—Ni idea. Podria traducirse como «alli no». Le pregunte hasta donde tendriamos que ir, y se limito a responder «sahhth».
Tampoco corriamos peligro de perdernos. Habiamos cartografiado todo aquel territorio antes, y solo teniamos que mantenernos cerca de la Lengua. La Muralla se alejaba del agua y se dirigia a una hilera de mesetas, y subimos una montana a traves de un rebano de equipajes que pastaban tierra, y llegamos a otro Punto Escenico.
Lo que tienen estos panoramas es que no se ve nada mas durante un rato, y ya habiamos catalogado la f- y-f de por aqui. No habia nada, de todas formas: un monton de equipajes, algo de hierba de madera, algun que otro matacaminos. Hice un contorno geologico y volvi a comprobar dos veces las topograficas, y luego, ya que Ev estaba ocupado manteniendo la boca abierta ante el paisaje, comprobe los paraderos.
Wulfmeier estaba en la Puerta de Salida, despues de todo. El Gran Hermano lo habia retirado por tomar muestras de yacimientos. Asi que no estaba en el Sector 248-76, y nosotros podriamos pasar otro dia en la Cruz del Rey, saboreando la comida de C.J. y poniendonos al dia con los informes.
Hablando del diablo, supuse que bien podria terminarlos ya. Solicite los pedidos de Bult.
Debio de estar bastante ocupado mientras estuvimos en la Cruz del Rey. Se habia gastado la recaudacion de todas las multas y aun mas. Me pregunte si nos dirigiamos al sur por eso, porque se habia
Repase la lista, anulando armas y materiales de construccion artificiales y tratando de imaginar de que le servirian tres docenas de diccionarios y una lampara.
—?Que hace? —pregunto Ev, inclinandose para ver el cuaderno.
—Anulo el contrabando —dije—. A Bult no se le permite comprar ningun objeto con potencial belico, que en su caso deberia de haber incluido los paraguas. Es dificil fijarse en todo.
Se inclino mas.
—Los esta marcando como «agotados».
—Si. Si le decimos que no puede pedirlos, nos multa por discriminacion, y todavia no ha descubierto que no tiene que pagar por articulos agotados, lo cual le impide pedir aun mas cosas.
Parecio dispuesto a seguir haciendo preguntas, asi que solicite una topografica y dije:
—Cuenteme algo mas de esas costumbres de apareamiento de las que tanto sabe. ?Hay alguna especie que regale diccionarios a sus novias?
El sonrio.
—No, que yo sepa. Pero hacer regalos constituye una parte importante de los rituales de cortejo para la mayoria de las especies, incluyendo el
—Abrigos de vison. Islas en el Mar de Tobo.
—Hay varias teorias sobre su significado —prosiguio Ev—. En general los zoologos suponen que los regalos demuestran la habilidad del macho para obtener y defender su territorio. Algunos socioexobiologos opinan que hacer regalos es una recreacion simbolica del acto sexual en si mismo.
—Romantico —dije.
—Un estudio descubrio que los regalos hacen que las hembras emitan feromonas, lo que a su vez produce en el macho los cambios quimicos que conducen a la siguiente fase del cortejo. Esta imbuido en el cerebro. Los instintos sexuales anulan el pensamiento racional.
Por eso las hembras se marchan con el primer tipo que les sonrie, pense, y C.J. habia estado actuando como una idiota durante el aterrizaje. En aquel momento llamo por el transmisor.
—Base a Findriddy. Adelante, Fin.
—?Que pasa? —dije, quitandome el micro y acercandomelo para que pudiera oirme.
—Tienes una advertencia. «Observacion sobre las relaciones entre miembros de la expedicion y los habitantes nativos del planeta. Todos los miembros de la expedicion mostraran respeto por las antiguas y nobles culturas indigenas y se abstendran de emitir juicios de valor terrocentricos.»
Eso podria haber esperado a que volvieramos de la expedicion.
—?Para que has llamado, C.J.? —pregunte. Como si no lo supiera.
—?Esta ahi Evelyn? ?Puedo hablar con el?
—Dentro de un minuto. ?Tomaste una foto de esa seccion noroeste?
Se produjo una larga pausa antes de que llegara su respuesta.
—Se me olvido.
—?Que quieres decir con eso?
—Estaba pensando en otras cosas. La helice hacia un ruido extrano.
—Y un cuerno. Lo unico que estabas pensando era en como podrias tirarte a Ev.
—No se por que te molesta tanto —dijo ella—. Esa zona ya esta explorada, ?no?
—Aqui esta Ev —dije. Corte y le mostre a Ev el boton de transmision; luego mire a Carson.
El querria saber que habia encontrado yo, pero estaba demasiado lejos para comunicarnos a gritos, y ademas, no queria que Bult sospechara por que habiamos escogido esta ruta.
Si no lo habia hecho ya.
Hacia tiempo que habiamos dejado atras la segunda brecha en la Muralla, y no mostraba signo alguno de querer cruzar la Lengua.
—Lo intentare —le dijo Ev ansiosamente a su micro—. Lo prometo.
Es la hora de una tormenta de polvo, pense, mirando el cielo. De todas formas, a Carson le gusta tener una el primer dia, por si aparece algo donde lo necesitamos, pero en ese momento estaba sumido en una conversacion con Bult, probablemente intentando convencerlo de que cruzara la Lengua.
—Yo tambien te echo de menos, C.J. —dijo Ev.
Nada me impedia apuntar la camara hacia un punto adecuado y crear una por mi cuenta, pero no se veia ni la mas leve neblina en el horizonte. La Muralla se hallaba solo a medio klom de distancia, y a veces en la superficie se levantan pequenas brisas, pero no aquel dia. El aire estaba tan quieto como un matacamino.
—?Mire! —exclamo Ev, y pense que estaba hablando con C.J., pero luego anadio—: Fin, ?que es eso? — Senalo a un lanzabadejo que se acercaba volando hacia nosotros.
—
—?Por que? —se extrano el, viendo como el pajarillo revoloteaba sobre mi cabeza y se volvia hacia los otros dos ponis.
No malgaste saliva en contestarle. El lanzabadejo revoloteo sobre la cabeza de Carson y volvio hacia nosotros, sacudiendo sus alas rosadas como si estuviera a punto de desplomarse. Hizo dos pasadas alrededor del