pronto, o se romperia un brazo. La siguiente serie de pasillos tenia suficientes asideros. Los planetarios mantuvieron el ritmo de los cuadris, que los precedian y seguian; para secreta satisfaccion de Miles, ninguno de los guardias tuvo que detenerse y recoger a ningun barrayares que girara fuera de control o flotara indefenso a la deriva.
Por fin llegaron a una camara desde la que se veia una amplia panoramica de un brazo de la estacion y del profundo vacio cuajado de estrellas situado mas alla. Cualquier planetario que sufriera de un poquitin de agorafobia o de paranoia de presurizacion sin duda preferiria agarrarse a la pared del lado opuesto. Miles floto suavemente hasta la barrera transparente, deteniendose con dos dedos delicadamente extendidos, y contemplo el paisaje espacial. Sonrio, contra su voluntad.
—Es muy bonito —dijo sinceramente.
Miro en derredor. Roic habia encontrado un asidero en la pared, cerca de la puerta, torpemente compartido con la mano inferior de un guardia cuadri que se lo quedo mirando mientras los dos apartaban los dedos intentando cada uno de ellos no tocar al otro. La mayor parte de la guardia de honor se habia desgajado en el pasillo adjunto y solo quedaban dos hombres, uno de la Estacion Graf y otro de la Union, aunque alerta. En las paredes del extremo de la camara crecian plantas decorativas en tubos espirales iluminados que envolvian sus raices en una bruma hidroponica. Ekaterin se detuvo junto a una, examinando con atencion las hojas multicolores. Desvio su atencion y su breve sonrisa desaparecio al observar a Miles, al observar a sus anfitriones cuadrumanos, al buscar pistas. Su mirada cayo casualmente sobre Bel, quien a su vez observaba a Miles. La expresion del herm era… bueno, cualquiera hubiese dicho que neutra, probablemente. Miles sospechaba que era profundamente ironica.
Los cuadris se situaron en semicirculo alrededor de la placa vid central, Bel cerca de su camarada vestido de azul pizarra, el jefe Watts. Puestos arqueados de diferentes alturas formaban el tipo de control de enlace de comunicaciones que normalmente se encontraba en los sillones de la estacion; con aspecto de flores de largo tallo, proporcionaban adecuados puntos de atraque. Miles escogio un puesto de espaldas al espacio. Ekaterin se acerco flotando y se situo detras de el. Habia adoptado su actitud silenciosa y reservada, que Miles habia tenido que aprender a no interpretar como infeliz; tal vez solo significaba que estaba procesando datos con demasiada concentracion para acordarse de mostrarse animada. Por fortuna, la expresion tallada en marfil tambien resultaba aristocratica.
Un par de cuadris mas jovenes, por cuyos atuendos formados por camisa y pantalones cortos de color verde Miles identifico como sirvientes, ofrecieron burbujas con bebidas; Miles tomo algo que decia ser te, Ekaterin zumo de frutas, y Roic, con una mirada a sus homologos cuadris a los que no ofrecieron nada, declino. Un cuadrumano podia agarrarse a un asidero y sostener una burbuja de bebida, y aun le quedaban dos manos libres para desenfundar un arma y apuntar con ella. No parecia equitativo.
—Selladora jefa Greenlaw —empezo a decir Miles—. Debe de haber recibido mis credenciales. —Ella asintio, su pelo corto y fino flotando en un halo revuelto con el movimiento—. Por desgracia, no estoy demasiado familiarizado con el contexto cultural y el significado de su titulo —continuo Miles—. ?En nombre de quien habla, y estan sus palabras ligadas por un juramento de honor? Es decir, ?representa usted a la Estacion Graf, a un departamento de la Union de Habitats Libres o a una entidad aun mas grande? ?Y quien revisa sus recomendaciones o sanciona sus acuerdos?
«?Y cuanto tiempo tardan?»
Ella vacilo, y Miles se pregunto si lo estaba estudiando con la misma intensidad con que el la habia estudiado. Los cuadrumanos vivian aun mas que los betanos, que tenian una media de edad de ciento veinte anos estandar, y podian alcanzar el siglo y medio. ?Que edad tenia aquella mujer?
—Soy Selladora del Departamento de Relaciones Planetarias de la Union. Creo que algunas culturas planetarias lo considerarian un ministro plenipotenciario de su Departamento de Estado, o como se llame el cuerpo que administre sus embajadas. He servido al departamento durante los ultimos cuarenta anos, realizando viajes como consejera aprendiz y experta para la Union en ambos de nuestros sistemas fronterizos.
Los vecinos cercanos del cuadrispacio se hallaban a unos cuantos saltos de distancia de las rutas mas transitadas; estaba diciendo que habia pasado tiempo en los planetas. «Y, de paso, que lleva haciendo este trabajo desde antes de que yo naciera.» Si no era de esas personas que piensan que cuando has visto un planeta los has visto todos, aquello era prometedor. Miles asintio.
—Mis recomendaciones y acuerdos seran revisados por mi grupo de trabajo en Union Station… el Consejo de Directores de la Union de Habitats Libres.
Bueno, asi que habia un comite, pero felizmente no estaba alli. Miles la considero mas o menos el equivalente a un ministro barrayares del Consejo, por encima de su propio peso como Auditor Imperial. Cierto, los cuadris no tenian nada en su estructura gubernamental que fuera equivalente a un conde de Barrayar, aunque no parecian tener nada que perder con ello. Miles reprimio un bufido. A una capa de la cima, Greenlaw tenia un numero finito de personas a las que complacer o persuadir. Se permitio el primer atisbo de esperanza ante una negociacion razonablemente flexible.
Ella alzo las blancas cejas.
—Dijeron que era usted la Voz del Emperador. ?De verdad creen los barrayareses que la voz de su Emperador sale por su boca, a traves de todos estos anos-luz?
Miles lamento no poder echarse hacia atras en ninguna silla; en cambio, enderezo un poco la espalda.
—El nombre es un recurso legal, no una supersticion, si es eso lo que pregunta. De hecho, ser Voz del Emperador es un apodo para mi trabajo. Mi verdadero titulo es Auditor Imperial: un recordatorio de que mi primera tarea es siempre escuchar. Respondo por y ante el Emperador Gregor exclusivamente.
Parecia un buen momento para evitar referirse a complicaciones como una potencial mocion de censura del Consejo de Condes y otras medidas al estilo de Barrayar. «Como el asesinato.»
El oficial de seguridad Venn intervino.
—Entonces, ?controla usted o no controla a las fuerzas militares de Barrayar que estan aqui, en el espacio de la Union?
Evidentemente conocia lo bastante a los soldados barrayareses y le costaba imaginar al pequeno ser encorvado que flotaba ante el dominando al tozudo Vorpatril o a sus sin duda grandes y sanos soldados.
«Si, pero deberias ver a mi padre…» Miles se aclaro la garganta.
—Como el Emperador es el comandante en jefe del Ejercito de Barrayar, su Voz es automaticamente el oficial de mas alto rango de cualquier fuerza barrayaresa que tenga cerca, si. Si la emergencia lo requiere.
—Entonces, ?esta diciendo que, si usted lo ordenara, estos tipejos dispararian? —dijo Venn agriamente.
Miles consiguio inclinar levemente la cabeza en su direccion, cosa nada facil en caida libre.
—Senor, si una Voz del Emperador lo ordenara, se dispararian a si mismos.
Aquello era una pura baladronada (bueno, en parte), pero Venn no tenia por que saberlo. Bel continuo con expresion impasible, gracias a los dioses que flotaban por alli, aunque Miles casi pudo ver la risa atragantandosele. «Que no te estallen los oidos, Bel.» Las cejas blancas de la Selladora tardaron un instante en volver a bajar a la posicion horizontal.
Miles continuo hablando:
—Sin embargo, aunque no es dificil que un grupo se ponga lo suficientemente nervioso para empezar a disparar, uno de los propositos de la disciplina militar es asegurar que deja de disparar si se le ordena. Este no es momento de disparar, sino de hablar… y de escuchar. Estoy escuchando. —Cruzo los dedos delante de lo que habia sido su regazo, de estar sentado—. Desde su punto de vista, ?cual fue la secuencia de acontecimientos que llevo a este desafortunado incidente?
Greenlaw y Venn empezaron a hablar a la vez; la mujer cuadri abrio una mano superior en gesto de invitacion al oficial de seguridad.
Venn asintio y continuo.
—Empezo cuando mi departamento recibio una llamada de emergencia para detener a un par de hombres suyos que habian atacado a una mujer cuadrumana.
Ah, un nuevo actor en escena. Miles mantuvo la expresion neutral.
—?Atacada en que sentido?
—Irrumpieron en sus habitaciones, la sacudieron, la golpearon y le rompieron un brazo. Evidentemente habian sido enviados a perseguir a cierto oficial de Barrayar que no se habia presentado al servicio…