seguros de ellas… Si lanzan ustedes una fuerza de asalto sin autorizacion antes de que esa amenaza haya sido hallada y neutralizada… juro que le dare a nuestra milicia la orden de abatirlos en el mismo espacio. ?Me oye, almirante? Confirme.
—La oigo —dijo Vorpatril, reacio—. Pero senora… el Auditor Imperial en persona ha sido infectado con uno de los bioagentes letales del ba. No puedo… no tolerare… no voy a quedarme aqui sentado sin hacer nada mientras lo escucho morir…
—?Hay cincuenta mil vidas inocentes en la Estacion Graf, almirante… lord Auditor! —Greenlaw callo un segundo y anadio, cohibida—: Lo siento, lord Vorkosigan.
—No estoy muerto todavia —replico Miles, casi contento. Una nueva y desagradable sensacion lucho con el tenso temor que atenazaba su vientre—. Voy a desconectar un momento —anadio—. Ahora mismo vuelvo.
Indicando a Roic que se quedara quieto, Miles abrio la puerta de la oficina de seguridad, salio al pasillo, abrio su visor, se inclino y vomito en el suelo. «No lo puedo evitar.» Con un gesto de rabia volvio a conectar la temperatura de su traje. Contuvo el mareo, se seco la boca, volvio dentro, se sento de nuevo y encendio el comunicador.
—Continue.
Dejo que las voces de Vorpatril y Greenlaw siguieran discutiendo y estudio con mas atencion la imagen del puente. Un objeto tenia que estar alli, en alguna parte… ?Ah! Alli estaba, una pequena maleta criocongeladora, colocada cuidadosamente junto a uno de los asientos vacios, cerca de la puerta. Un modelo comercial estandar, sin duda comprado alli mismo, en la Estacion Graf, en los ultimos dias. Todo aquello, aquel lio diplomatico, aquella extravagante cadena de muertes que serpenteaba por medio Nexo, con dos imperios tambaleandose al borde de la guerra, se reducian a eso. Miles recordo el viejo cuento barrayares sobre el malvado mago mutante que guardaba su corazon en una caja para esconderlo de sus enemigos.
«Si…»
—Greenlaw —interrumpio Miles—. ?Tiene algun modo de enviarle senales a Corbeau?
—Mediante una de las boyas de navegacion que emite a los canales de los pilotos en control ciberneural. Pero no podemos establecer contacto por voz… Corbeau no estaba seguro de como lo recibiria en sus percepciones. Estamos seguros de que podemos hacerle llegar algun codigo sencillo con parpadeos o sonidos.
—Tengo un mensaje sencillo para el. Urgente. Transmitaselo lo antes posible. Digale que abra todas las puertas estancas internas que hay en la cubierta central de la cabina central. Y que desconecte los vids de seguridad de alli, si puede.
—?Por que? —pregunto ella, suspicaz.
—Tenemos personal atrapado alli que va a morir dentro de poco si no lo hace —repuso Miles rapidamente. Bueno, era cierto.
—Bien —contesto ella—. Vere que puedo hacer.
Miles corto la comunicacion, se giro en su asiento e hizo un gesto a Roic como de cortarse el cuello para que hiciera lo mismo. Se inclino hacia delante.
—?Puedes oirme?
—Si, milord. —La voz de Roic sonaba apagada a traves del grueso visor del traje de trabajo, pero resultaba suficientemente audible. Ninguno de los dos tenia que gritar en un espacio tan reducido.
—Greenlaw nunca ordenara ni permitira que se lance una fuerza de asalto para intentar capturar al ba. Ni suya, ni nuestra. No puede. Hay demasiadas vidas cuadris en juego. El problema es que no creo que esta politica vaya a hacer mas segura la Estacion. Si este ba asesino de verdad a una Consorte Planetaria, no parpadeara siquiera ante unos pocos miles de cuadris. Prometera colaborar hasta el final, y luego pulsara el boton de su biobomba y saltara, por si el caos que deja a su paso retrasa o interrumpe la persecucion un dia o dos mas. ?Me sigues hasta ahora?
—Si, milord. —Roic tenia los ojos muy abiertos.
—Si podemos acercarnos hasta la puerta del puente sin ser vistos, creo que tenemos una oportunidad de reducir al ba nosotros mismos. En concreto, tu lo reduciras; yo lo distraere. No tendras ningun problema. Los disparos de aturdidor y disruptor neural rebotaran en este traje tuyo de trabajo. Las agujas no lo atravesaran tampoco, llegado el caso. Y haran falta mas que los segundos que necesitaras para cruzar esa pequena habitacion para que el fuego de plasma lo atraviese.
Roic hizo una mueca.
—?Y si le dispara a usted? Ese traje de presion no es tan bueno.
—El ba no me disparara. Eso te lo garantizo. Los haut cetagandeses, y sus hermanos los ba, son fisicamente mas fuertes que nadie, pero no son mas fuertes que un traje de energia. Ve por sus manos. Agarralas. Si llegamos hasta ahi, el resto vendra solo.
—?Y Corbeau? El pobre hijo de puta esta en cueros. Nada va a detener lo que le disparen.
—Corbeau sera el ultimo a quien decida disparar —dijo Miles—. ?Ah! —Sus ojos se ensancharon y se giro en el asiento. Al borde de la imagen vid, media docena de diminutas imagenes empezaban a apagarse—. Vamos al pasillo. Preparate a correr. Lo mas silenciosamente que puedas.
Desde su enlace de comunicacion, la voz reducida de volumen de Vorpatril suplico apasionadamente al Auditor Imperial que volviera a abrir el canal. Insto a lady Vorkosigan a que le pidiera lo mismo.
—Dejelo en paz —dijo Ekaterin con firmeza—. Sabe lo que esta haciendo.
—?Que esta haciendo? —gimio Vorpatril.
—Algo. —La voz de Ekaterin se redujo a un susurro. O tal vez era una oracion—. Buena suerte, amor.
Otra voz, algo mas remota, intervino: el capitan Clogston.
—?Almirante? ?Puede contactar con el lord Auditor Vorkosigan? Hemos terminado de preparar su filtro sanguineo, y estamos preparados para probarlo, pero ha desaparecido de la enfermeria. Estaba aqui hace un minuto…
—?Oye eso, lord Vorkosigan? —intento Vorpatril, a la desesperada—. Tiene que presentarse en la enfermeria. Ahora.
Al cabo de diez minutos, cinco, los medicos podrian jugar con el. Miles se levanto del asiento de control (tuvo que usar ambas manos) y siguio a Roic al pasillo.
Delante, en medio de la oscuridad, las primeras puertas estancas del pasillo se abrieron despacio para revelar el pasillo transversal que conducia a las otras cabinas situadas mas alla. Al otro lado, la siguiente puerta empezo a deslizarse.
Roic empezo a correr. Sus pasos eran inevitablemente pesados. Miles medio troto detras. Intento pensar cuando habia usado por ultima vez su estimulador de ataques, cuanto riesgo corria ahora de desplomarse con un ataque por la combinacion de mala quimica cerebral y terror. Un riesgo altisimo, decidio. No habia armas automaticas para el en ese viaje. No habia arma ninguna, mas que su inteligencia. Parecia un arsenal algo pobre, en aquel momento.
El segundo par de puertas se abrio para ellos. Luego la tercera. Miles rezo para que no estuvieran metiendose de cabeza en otra trampa. Pero no creia que el ba tuviera ninguna forma de controlar, ni de imaginar siquiera, aquella secreta linea de comunicacion. Roic hizo una pausa, colocandose tras el borde de la ultima puerta, y se asomo. La puerta que conducia al puente estaba cerrada. Asintio brevemente y continuo hacia delante, con Miles convertido en su sombra. A medida que se acercaban, Miles vio que el panel de control, a la izquierda de la puerta, habia sido seccionado por una herramienta cortante, prima hermana, sin duda, de la que Roic usaba. El ba habia ido de compras a ingenieria tambien. Miles senalo; la cara de Roic se ilumino, y una comisura de su boca se levanto. Parecia que alguien se habia acordado de cerrar la puerta tras ellos cuando salieron por ultima vez, despues de todo.
Roic se senalo a si mismo, a la puerta; Miles nego con la cabeza y le indico que se acercara. Sus cascos se tocaron.
—Yo primero. Tengo que hacerme con esa caja antes de que el ba reaccione. Ademas, te necesito para que tires de la puerta.
Roic miro alrededor, tomo aire, y asintio.
Miles le indico que se acercara para que sus cascos se tocaran una vez mas.
—Y… ?Roic? Me alegro de no haber traido a Jankowski.
Roic sonrio. Miles se aparto.