Auditorio Minchenko, y sobre todo si pueden conseguir algo que sugiera que hay mas de una bomba. O no.

—Bien —Roic asintio. Contemplo el creciente conjunto de aparatos que rodeaban a Miles—. Por cierto, milord. ?Le ha mencionado ya al doctor el problema de sus ataques?

—Todavia no. No ha habido tiempo.

—Bien. —Roic hizo una mueca pensativa, de un modo severo que Miles decidio ignorar—. Me encargare yo entonces, ?de acuerdo, milord?

Miles se encogio de hombros.

—Si, si.

Roic salio del pabellon para realizar sus dos encargos.

Llego la comconsola remota: un tecnico coloco una bandeja sobre el regazo de Miles, puso encima la placa vid y lo ayudo a sentarse, colocando mas almohadas detras de su espalda. Miles estaba empezando a temblar otra vez. Muy bien, el aparato era de uso militar barrayares, no algo que hubieran tomado de la Idris. Ahora volvia a tener un enlace visual seguro. Introdujo los codigos.

El rostro de Vorpatril tardo un par de segundos en aparecer; encargandose de todo desde la sala de tacticas de la Principe Xav, el almirante sin duda tenia unas cuantas cosas mas que hacer en aquel momento. Aparecio por fin con un «?Si, milord!». Sus ojos escrutaron la imagen de Miles en su placa vid. Al parecer no se sintio tranquilizado por lo que vio. Su mandibula se tenso.

—?Esta usted…? —empezo a decir, pero lo cambio sobre la marcha—. ?Es muy grave?

—Todavia puedo hablar, y mientras pueda hablar, tengo que registrar algunas ordenes. Mientras esperamos los resultados de la busqueda de la bomba… ?Esta enterado de eso? —Miles puso al corriente al almirante acerca de los datos suministrados por Bel sobre el Auditorio Minchenko, y continuo—. Mientras tanto, quiero que seleccione y prepare la nave mas rapida de su escolta que tenga capacidad para la carga que va a llevar. Esa carga seremos yo, el practico Thorne, un equipo medico, nuestro prisionero el ba y los guardias, Guppy el contrabandista jacksoniano, si puedo arrancarlo de las garras de los cuadris y un millar de replicadores uterinos en funcionamiento, con sus asistentes medicos cualificados.

—Y yo —dijo firmemente la voz de Ekaterin desde un lado. Su cara asomo brevemente en el enlace vid de Vorpatril, mirandolo con el ceno fruncido. Habia visto a su marido servido como muerto en bandeja mas de una vez con anterioridad; quiza no se preocuparia tanto como el almirante. Ver como un Auditor Imperial se derretia hasta convertirse en un moco humeante en el curso de tu mision seria una notable mancha negra en su historial, aunque no podia decirse que la carrera de Vorpatril no estuviera ya hecha polvo por este episodio.

—Mi nave correo viajara en convoy, llevando a lady Vorkosigan. —Corto la objecion de Ekaterin—. Puede que necesite a un portavoz que no este en cuarentena medica. —Ella se limito a emitir un poco convencido «Hum»—. Pero quiero asegurarme de que no nos entretiene nadie por el camino, almirante, asi que haga que el departamento de su flota empiece a trabajar rapidamente para conseguir permisos de paso por todos los espacios locales que vamos a tener que atravesar. Velocidad. Velocidad es la clave. Quiero marcharme en el momento en que sepamos que el aparato infernal del ba ha sido retirado de la Estacion Graf. Al menos si llevamos la alarma biologica encima, nadie querra detenernos y abordarnos para hacer inspecciones.

—?A Komarr, milord? ?O a Sergyar?

—No. Calcule la ruta de salto mas corta posible directamente a Rho Ceta.

Vorpatril sacudio la cabeza, sorprendido.

—Si las ordenes que recibi del Cuartel General del Sector Cinco significan lo que pensamos, dificilmente podra pasar por ahi. Lo recibiran con fuego de plasma y bombas de fusion en el momento en que aparezca en el agujero de gusano: eso es lo que yo esperaria.

—Sueltalo, Miles —dijo la voz familiar de Ekaterin.

El sonrio brevemente al notar la familiar exasperacion en su voz.

—Para cuando lleguemos alli, habre conseguido el permiso del Imperio de Cetaganda.

«Espero.» O todos iban a tener mas problemas de los que Miles podia imaginar.

—Barrayar va a devolverles a sus bebes haut secuestrados. Colgando de un largo palo. Yo voy a ser el palo.

—Ah —dijo Vorpatril, alzando especulador sus grises cejas.

—Ponga al corriente a mi piloto de SegImp. Pienso empezar en el momento en que todo y todos hayan subido a bordo. Puede comenzar por el material.

—Comprendido, milord. —Vorpatril se puso en pie y desaparecio de la imagen. Ekaterin se adelanto y le sonrio.

—Bueno, estamos haciendo algunos progresos por fin —le dijo Miles, con lo que esperaba que pareciera buen humor, y no histeria reprimida.

La sonrisa de ella se torcio a un lado. Sin embargo, sus ojos eran calidos.

—?Algunos progresos? Me pregunto como llamas a una avalancha.

—Nada de metaforas articas, por favor. Ya tengo bastante frio. Si los medicos mantienen esta… infeccion bajo control en ruta, tal vez me den permiso para recibir visitas. No hara falta la nave correo mas tarde, de todas formas.

Un tecnomed aparecio, saco una muestra de sangre del tubo de salida, anadio una intravenosa al conjunto, alzo las barandillas de la cama y luego se inclino y empezo a atarle el brazo izquierdo.

—Eh —objeto Miles—. ?Como voy a poder desenmaranar todo este lio con una mano atada a la espalda?

—Ordenes del capitan Clogston, milord Auditor. —Firmemente, el tecnico termino de asegurarle el brazo—. Procedimiento estandar si hay riesgo de ataques.

Miles hizo rechinar los dientes.

—Tu estimulador de ataques esta en la Kestrel, con el resto de tus cosas —dijo Ekaterin sin ninguna pasion—. Lo buscare y te lo enviare en cuanto vuelva a bordo.

Prudentemente, Miles limito su respuesta a:

—Gracias. Vuelve a conectar conmigo antes de partir… Tal vez haya unas cuantas cosas mas que necesite. Comunicamelo tambien cuando llegues a bordo.

—Si, amor. —Ella se llevo los dedos a los labios y los alzo, pasandolos a la imagen que tenia delante. El devolvio el gesto. Su corazon se helo un poco cuando la imagen se apago. ?Cuanto tiempo pasaria antes de que se atrevieran a tocarse piel a piel de nuevo? «?Y si es nunca…? Maldicion, si que tengo frio.»

El tecnico se marcho. Miles se hundio en la cama. Supuso que seria inutil pedir mantas. Imagino diminutas biobombas repartidas por todo su cuerpo, chisporroteando como los fuegos artificiales de Medio Verano vistos desde el otro lado del rio en Vorbarr Sultana, creciendo en cascada hasta llegar a su apoteosico y letal final. Imagino su carne descomponiendose en baba corrosiva mientras el continuaba vivo. Tenia que pensar en otra cosa.

Dos imperios, iguales en grado de indignacion, maniobrando para ocupar mejores posiciones, acumulando fuerzas mortiferas tras una docena de puntos de salto, cada salto un punto de contacto, conflicto, catastrofe… Eso no era mejor.

Un millar de fetos haut casi maduros, girando en sus pequenas camaras, ajenos a la distancia y a los peligros que habian recorrido, y los peligros aun por venir… ?Cuando iban a nacer? La imagen de un millar de ninos llorando en los brazos de unos pocos apurados medicos barrayareses casi le habria hecho sonreir, si no hubiera tenido tantas ganas de empezar a gritar.

La respiracion de Bel, en la cama de al lado, era lenta y laboriosa.

Velocidad. Por todos los motivos, velocidad. ?Habia puesto en marcha todo y a todos los que podia? Repaso la lista, se perdio, lo intento de nuevo. Le dolia la cabeza. ?Cuanto tiempo habia pasado desde que durmiera por ultima vez? Los minutos se arrastraban con tortuosa lentitud. Los imagino como caracoles, cientos de pequenos caracoles con marcas de clanes cetagandeses tinendo sus conchas, caminando en procesion, dejando rastros babosos de letal biocontaminacion… Un bebe a gatas, Helen Natalia, parloteando y agarrando una de las preciosas y venenosas criaturas, y el estaba atado y cubierto de tubos y no podia cruzar la habitacion lo bastante rapido para detenerla…

Un pitido en el comunicador que tenia sobre el regazo, gracias a Dios, lo desperto antes de que pudiera averiguar adonde conducia aquella pesadilla. Pero todavia estaba cubierto de tubos. ?Que hora era? Estaba perdiendo la nocion del tiempo. Su mantra habitual (ya dormire cuando este muerto) parecia un poco demasiado

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