estuvo brillante. En cuanto recibio tus primeros despachos, comprendio que los replicadores hallados en Vorbarr Sultana eran senuelos, sacados del Nido Estelar por el ba poco a poco hace un ano, mientras preparaba todo esto. —Fruncio el ceno—. Al parecer fue un plan premeditado del ba, con la idea de causar este tipo de problema. Un plan de apoyo, por si alguien descubria que no todo el mundo murio a bordo de la nave de los ninos, y seguia la pista hasta Komarr. Casi funciono. Podria haber funcionado, si Benin no hubiera sido tan concienzudo y sereno. Imagino que las circunstancias politicas internas de su investigacion eran ya entonces extremadamente dificiles. Desde luego, puso su reputacion en juego.
Y posiblemente incluso su vida, si Miles interpretaba bien aquellas sencillas palabras.
—Tanto mas honor para el, entonces.
—Las fuerzas militares… las de ellos y las nuestras, han retirado la alerta y se estan dispersando. Los cetagandeses han declarado que es un asunto civil e interno.
Miles se echo hacia atras, enormemente aliviado.
—Ah.
—Creo que no podria haber contactado con ellos sin el nombre de la haut Pel. —Ekaterin vacilo—. Ni el tuyo.
—El nuestro.
Ella sonrio al oir eso.
—Lo de lady Vorkosigan parecio hacer efecto. Contuvo a ambas partes. Eso, y gritar la verdad una y otra vez. Pero no podria haber aguantado sin el nombre.
—?Puedo sugerir que el nombre no podria haber aguantado sin ti? —Su mano libre se tenso sobre la de ella. Ekaterin le devolvio el apreton.
Miles se incorporo de nuevo.
—Espera… ?No deberias ir vestida con un traje bioprotector?
—Ya no. Acuestate, maldicion. ?Que es lo ultimo que recuerdas?
—Mi ultimo recuerdo claro es estar en la nave de Barrayar a unos cuatro dias del Cuadrispacio. Y el frio.
La sonrisa de Ekaterin no cambio, pero sus ojos se ensombrecieron al recordar.
—El frio, si. Los filtros sanguineos no hicieron efecto, ni siquiera funcionando los cuatro a la vez. Podiamos ver como se te escapaba la vida: tu metabolismo no podia soportarlo, no podia sustituir los recursos que se extraian ni siquiera con las intravenosas y los tubos nutrientes y las multiples transfusiones de sangre. Al capitan Clogston no se le ocurrio otra manera de contener a los parasitos que poneros a ti y a Bel en estasis. Una hibernacion fria. El siguiente paso habria sido la criocongelacion.
—Oh, no. ?Otra vez no…!
—Era el ultimo recurso, pero no fue necesario, gracias al cielo. Una vez que Bel y tu estuvisteis sedados y lo suficientemente helados, los parasitos dejaron de multiplicarse. Los capitanes y tripulaciones de nuestro pequeno convoy fueron muy buenos y conseguimos llegar lo mas rapido posible, quizas incluso un poco mas. Oh… si, estamos aqui; llegamos a la orbita de Rho Ceta… ayer, creo.
?Habia dormido ella desde entonces? No mucho, sospecho Miles. Su rostro, aunque alegre ahora, estaba tenso por la fatiga. El extendio de nuevo la mano, para tocar levemente sus labios con dos dedos, como hacia habitualmente con su imagen holovid.
—Recuerdo que no quisiste decirme adios adecuadamente —se quejo.
—Supuse que eso te daria mas motivos para regresar a mi. Aunque solo fuera para decir la ultima palabra.
El reprimio una risa y dejo que su mano cayera de nuevo sobre la colcha. La gravedad artificial probablemente no llegaba a dos ges en aquella camara, a pesar de que sentia el brazo como si estuviera cargado de pesos de plomo. Tenia que admitir que no se sentia exactamente… bien.
—Bueno, que, ?me he librado de todos esos parasitos infernales?
Ella sonrio de nuevo.
—A la perfeccion. Bueno, es decir, esa terrible doctora cetagandesa que trajo consigo la haut Pel dijo que estabas curado. Pero sigues muy debil. Se supone que tienes que descansar.
—?Descansar, no puedo descansar! ?Que mas esta pasando? ?Donde esta Bel?
—Chis, chis. Bel esta vivo tambien. Podras verlo pronto, y a Nicol tambien. Estan en un camarote, pasillo abajo. Bel sufrio… —Ella fruncio el ceno, vacilante—. Sufrio mas danos que tu, pero esperan que se recupere, en su mayor parte. Con el tiempo. —A Miles no le gusto como sonaba eso. Ekaterin siguio su mirada—. Ahora mismo estamos a bordo de la propia nave de la haut Pel…, es decir, su nave del Nido Estelar, que la trajo desde Eta Ceta.
»Las mujeres del Nido Estelar os trajeron a Bel y a ti para trataros aqui. Las damas haut no dejaron que ninguno de nuestros hombres subiera a bordo para protegeros, ni siquiera al soldado Roic al principio, lo cual causo una discusion de lo mas estupida; me dieron ganas de abofetearlos a todos, hasta que al final decidieron que Nicol y yo podriamos acompanaros. Al capitan Clogston le molesto mucho que no le permitieran ayudar. Queria impedir que les entregaran los replicadores hasta que cooperaran, pero puedes apostar a que me opuse a esa idea.
—?Bien!
Y no solo porque Miles quisiera que aquellas pequenas bombas de tiempo estuvieran lejos de Barrayar lo antes posible. No podia imaginar un plan diplomaticamente mas desastroso ni psicologicamente mas repugnante, a esas alturas.
—Me acuerdo de que intente calmar a ese idiota de Guppy, que estaba histerico porque volvia con los cetagandeses. Hice promesas… Espero no haberle mentido entre dientes. ?Es cierto que todavia tenia una reserva de parasitos encima? ?Lo han curado tambien? ?O… no? Jure por mi nombre que si cooperaba y declaraba, Barrayar lo protegeria, pero esperaba estar consciente cuando llegaramos…
—Si, la doctora cetagandesa lo trato tambien a el. Dice que el residuo latente de parasitos no se habria disparado otra vez, pero la verdad es que no creo que estuviera segura. Al parecer, nadie ha sobrevivido antes a esta bioarma. Me dio la impresion de que el Nido Estelar quiere a Guppy para investigarlo mas de lo que la Seguridad Imperial de Cetaganda lo quiere por sus cargos criminales, y si tienen que luchar por el, el Nido Estelar ganara. Nuestros hombres ejecutaron tu orden: esta todavia en la nave de Barrayar. A algunos de los cetagandeses no les hace ninguna gracia, pero les dije que tendrian que tratar el asunto contigo.
Miles vacilo, y se aclaro la garganta.
—Hum… tambien me parece recordar que grabe algunos mensajes. Para mis padres. Y para Mark e Ivan. Y para los pequenos Aral y Helen. Espero que tu no… No los enviaste, ?verdad?
—Los aparte.
—Oh, bien. Me temo que no estuve muy coherente.
—Tal vez no —admitio ella—. Pero me parecieron muy conmovedores.
—Lo pospuse demasiado, supongo. Puedes borrarlos ya.
—Jamas —dijo ella firmemente.
—Pero estaba farfullando.
—Aun asi. Voy a conservarlos. —Se acaricio el pelo, y su sonrisa se torcio—. Tal vez puedan ser reciclados algun dia. Despues de todo… la proxima vez, puede que no tengas tiempo.
La puerta de la camara se abrio, y dos mujeres altas y espigadas entraron. Miles reconocio de inmediato a la mayor de ellas.
La haut Pel Navarr, Consorte de Eta Ceta, era quiza la numero dos en la extrana jerarquia secreta del Nido Estelar, despues de la mismisima Emperatriz, la haut Rian Degtiar. Apenas habia cambiado de aspecto desde la primera vez que Miles la vio hacia una decada, excepto quiza por su peinado. Su inmensamente largo pelo rubio estaba hoy recogido en una docena de trenzas que colgaban desde su nuca de una oreja a otra, sus decorados extremos oscilando alrededor de sus tobillos junto con el borde de su falda y otros adornos. Miles se pregunto si el inquietante aspecto de Medusa era intencionado. Su piel seguia siendo palida y perfecta, pero no podia, ni siquiera por un instante, ser considerada joven. Demasiada calma, demasiado control, demasiada fria ironia…
Fuera de los santuarios mas internos del Jardin Celestial, las altas haut normalmente se movian en la intimidad y la proteccion de burbujas de fuerza personales, protegidas de ojos indignos. El hecho de que entrara aqui sin velo era suficiente para decirle a Miles que ahora se encontraba en una reserva del Nido Estelar. La mujer