—Rediseno unilateral no autorizado, entonces. Por algun motivo, este ba no fue purgado con los otros miembros de su camarilla interna despues de la muerte de la Emperatriz… O tal vez si, no lo se. ?Degradado, tal vez? Sea como fuere, imagino que toda esta escapada fue un esfuerzo equivocado por completar la vision de su ama… o de su madre muerta. ?Estoy cerca?
La haut Pel lo miro con extremo disgusto.
—Bastante cerca. En cualquier caso, ya se ha terminado. El Emperador se sentira satisfecho con usted… otra vez. Una prenda de su gratitud podria ser entregada en la ceremonia de aterrizaje de la nave de los ninos, manana, a la cual estan invitados usted y su dama-esposa. Los primeros extranjeros en ser honrados… jamas.
Miles ignoro esta pequena distraccion.
—Cambiaria todos los honores por un poco de comprension.
Pel hizo una mueca.
—No ha cambiado nada, ?eh? Sigue siendo insaciablemente curioso. Hasta el cansancio —anadio.
Ekaterin sonrio secamente.
Miles ignoro la pulla de Pel.
—Soportelo conmigo. Creo que no he terminado todavia. Sospecho que los haut (y los ba) no son tan posthumanos aun como para estar a salvo de autoenganos, tanto mas peligrosos por su sutileza. Vi el rostro del ba cuando destrui esa nevera de muestras geneticas delante de sus narices. Algo se quebro. Algo ultimo, definitivo… Algo.
El habia matado hombres y llevaba la marca, y lo sabia. No creia haber matado antes un alma y dejado el cuerpo respirando, acongojado y acusador. «Tengo que entenderlo.»
Estaba claro que Pel no queria continuar, pero comprendia el alcance de una deuda que no podia pagarse con trivialidades como medallas y ceremonias.
—Parece que el ba —continuo lentamente—, deseaba algo mas que la vision de Lisbet. Planeaba un nuevo Imperio… consigo mismo como Emperador y emperatriz. Robo los ninos haut de Rho Ceta no solo como poblacion nuclear para la nueva sociedad que planeaba, sino como… parejas. Consortes. Aspiraba incluso a mas que el puesto genetico de Fletchir Giaja, que, aunque es parte del objetivo de los haut, no se considera completo. Soberbia —suspiro—. Locura.
—En otras palabras —susurro Miles—, el ba queria hijos. De la unica forma que podia… concebir.
La mano de Ekaterin, que se habia posado sobre su hombro, apreto.
—Lisbet… no deberia haberle contado tanto —dijo Pel—. Hizo una mascota de su ba. Lo trato casi como a un hijo, en vez de como a un servidor. Su personalidad era poderosa, pero no siempre… acertada. Tal vez… se dejo llevar tambien por la vejez.
Si: el ba era hermano de Fletchir Giaja, quizas el cuasiclon del Emperador cetagandes. El hermano mayor. Una prueba, y la prueba fue considerada valida. Y decadas de observador servicio en el Jardin Celestial despues, con la pregunta siempre flotando: ?Por que no se concedia al ba, en vez de a su hermano, todo el honor, el poder, la riqueza, la fertilidad?
—Una ultima pregunta. Si quiere. ?Cual era el nombre del ba?
Los labios de Pel se tensaron.
—Ahora carecera de nombre. Para siempre.
«Borrado. Que el castigo este a la altura del crimen.»
Miles se estremecio.
El lujoso vehiculo revoloteo sobre el palacio del gobernador imperial de Rho Ceta, un enorme complejo que titilaba en la noche. Empezo a descender hasta el enorme jardin oscuro, veteado de venas de luces en sus caminos y senderos, que se encontraban al este de los edificios. Miles contemplaba fascinado desde su ventanilla, mientras bajaban y luego remontaban una pequena cordillera, tratando de adivinar si el paisaje era natural, o tallado artificialmente sobre la superficie de Rho Ceta. Tallado en parte, en cualquier caso, pues en el lado opuesto del promontorio habia un anfiteatro al socaire de la pendiente, ante un sedoso lago negro de un kilometro de diametro. Mas alla de las colinas al otro lado del lago, la capital de Rho Ceta hacia que el cielo nocturno brillara en ambar.
El anfiteatro estaba iluminado solamente por tenues globos brillantes que se esparcian por su contorno: un millar de damas haut en sus burbujas de fuerza, fijas en blanco de luto, reducidas a la menor luminosidad visible. Entre ellas, otras figuras palidas se movian suavemente, como fantasmas. El piloto del vehiculo de transporte hizo virar la nave y la poso suavemente a unos pocos metros de la orilla del lago, en uno de los bordes del anfiteatro.
Las luces internas del transporte brillaron un poco, con longitudes de onda rojas disenadas para ayudar a mantener la adaptacion a la oscuridad de los pasajeros. En el pasillo, frente a Miles y Ekaterin, el ghem-general Benin se aparto de su ventanilla. Era dificil leer su expresion bajo los formales contornos de pintura facial blanca y negra que lo identificaban como ghem-oficial imperial, pero Miles lo interpreto como pensativo. Bajo la luz roja, su uniforme brillaba como sangre fresca.
En conjunto, e incluso teniendo en cuenta su subita introduccion personal a las bioarmas del Nido Estelar, Miles no estaba seguro de si se habria atrevido a intercambiar sus recientes pesadillas con Benin. Las pasadas semanas habian sido agotadoras para el responsable de la seguridad interna del Jardin Celestial. La nave de los ninos, que transportaba personal del Nido Estelar que estaba a sus ordenes personales, se desvanecio en ruta sin dejar rastro; informes confusos que se remontaban a la complicada pista de Guppy no solo apuntaban a un impresionante robo, sino a la posible biocontaminacion de los contenidos mas secretos del Nido; la desaparicion de la pista en el corazon de un Imperio enemigo.
No era extrano que cuando llego anoche a la orbita de Rho Ceta para interrogar a Miles en persona (con exquisita cortesia, ciertamente) pareciera tan cansado, incluso bajo la capa de pintura, como se sentia el propio Miles. Su pugna por la posesion de Russo Gupta habia sido breve. Sin duda Miles comprendia el fuerte deseo de Benin, ya que el Nido Estelar le habia arrancado de las manos al ba, de tener alguien en quien descargar sus frustraciones… Pero, primero, Miles habia dado su palabra de Vor, y segundo, descubrio que, al parecer, no podia hacer nada malo en Rho Ceta aquella semana.
No obstante, Miles se pregunto donde dejar a Guppy cuando todo aquello terminara. Alojarlo en una carcel barrayaresa era un gasto inutil para el Imperio. Dejarlo suelto en Jackson's Whole era una invitacion a que volviera a las andadas: ningun beneficio para los vecinos y una tentacion para la venganza cetagandesa. Se le ocurria un lugar seguro y lejano donde depositar a una persona de pasado tan irregular y talentos tan erraticos, ?pero era justo hacerle eso a la almirante Quinn…? Bel se habia echado a reir, malignamente, al oir la sugerencia, hasta que tuvo que detenerse a respirar.
A pesar de que Rho Ceta era un lugar estrategico para las tacticas y estrategias de Barrayar, Miles nunca habia puesto un pie antes en aquel mundo. No lo hizo tampoco ahora, al menos no de momento. Sonriendo, permitio que Ekaterin y el ghem-general lo ayudaran a pasar del transporte a un flotador. En la ceremonia por venir, planeaba ponerse en pie, pero un pequeno experimento le habia demostrado que seria mejor que conservara sus fuerzas. Al menos no estaba solo en su necesidad de ayuda mecanica. Nicol flotaba ayudando a Bel Thorne. El hermafrodita se incorporo y manejo los controles de su propio flotador; solo el tubo de oxigeno en su nariz traicionaba su extrema debilidad.
El soldado Roic, con su uniforme de la Casa Vorkosigan planchado y pulido, se coloco detras de Miles y Ekaterin, silencioso y firme. Asustado de muerte, supuso Miles. No podia reprocharselo.
Decidiendo que representaba todo el Imperio de Barrayar y no solo su propia Casa esa noche, Miles habia decidido llevar sus sencillas ropas grises de civil. Ekaterin parecia alta y graciosa como una haut con un ondulante vestido negro y gris; Miles sospecho que habia recibido algun tipo de ayuda femenina por parte de Pel, o de una de las muchas servidoras de Pel. Mientras el ghem-general Benin guiaba al grupo, Ekaterin se situo junto al flotador de Miles, la mano apoyada ligeramente sobre su brazo. Su ligera y misteriosa sonrisa era tan reservada como siempre, pero a Miles le parecio que caminaba con una nueva y firme confianza, sin miedo en medio de la oscuridad.
Benin se detuvo ante un grupito de hombres que destacaban en la oscuridad como espectros y esperaban a unos pocos metros del vehiculo de transporte. El aire humedo traia los complejos perfumes que emanaban de sus vestidos, intensos, pero no molestos. El ghem-general presento meticulosamente cada miembro del grupo al actual gobernador haut de Rho Ceta, perteneciente a la constelacion Degtiar, primo de algun modo de la actual