victima de los tolchocks, los soldados o los matones. Una victima de Gaballufix.
No. No era una victima. Era uno de los muchos soldados identicos de Gaballufix, y a juzgar por el hedor a orina y alcohol, no lo habia tumbado ninguna herida.
Nafai estaba a punto de marcharse cuando comprendio que alli tenia el mejor disfraz que podia pretender. Seria mucho mas simple acercarse a Gaballufix si usaba un traje holografico: y alli estaba el traje, como un obsequio.
Se arrodillo y giro al hombre. Era imposible ver la caja que controlaba el holograma, pero al palpar la imagen con las manos la descubrio, cerca de la cintura. La desabrocho, pero no lograba quitarsela.
Claro, penso Nafai. Elemak dijo que era una especie de manto, y que la caja formaba parte de el.
Logro empujar la caja hacia arriba. Moviendo al hombre de aqui para alla, consiguio deslizarle el traje holografico por las extremidades y la cabeza.
Solo entonces Nafai comprendio que el Alma Suprema le habia dado algo mas que un disfraz. El que usaba el disfraz no era un maton. Era Gaballufix en persona.
Borracho como una cuba, tendido en sus orines y sus vomitos, pero sin duda Gaballufix.
?Pero que podia hacer Nafai con aquel borracho? Desde luego, no llevaba el indice encima. Y Nafai no abrigaba la ilusion de que por llevarlo a casa fuera a conquistar la gratitud de Gaballufix.
El muy canalla debia de haber celebrado la muerte de Roptat. Un asesino tendido en la calle, solo que jamas lo castigaran por ello. Al contrario, intenta culparme a mi. Nafai estaba lleno de furia. Quiso apoyar el pie en la cabeza de Gaballufix y aplastarle el rostro en la calle cubierta de vomito. Seria magnifico, seria…
Matalo.
El pensamiento fue tan nitido como si alguien hubiera hablado a sus espaldas.
No, penso Nafai. No puedo. No puedo matar a un hombre.
?Por que crees que te he traido aqui? Es un asesino. La ley decreta su muerte.
La ley decretaba tambien mi muerte por haber visto el Lago de las Mujeres, respondio Nafai en silencio. Pero se me ofrecio misericordia.
Yo te lleve al lago, Nafai. Asi como te traje aqui. Para que hagas lo que debe hacerse. Nunca conseguiras el indice mientras el viva.
No puedo matar a un hombre. Un hombre indefenso. Seria un asesinato.
Seria simple justicia.
No si viniera de mi mano. Le odio demasiado. Deseo que muera. Por la humillacion de mi familia. Por haber robado el titulo de mi padre. Por habernos quitado nuestra fortuna. Porque mis hermanos me pegaron. Por los soldados y los tolchocks, porque ha extinguido la luz de la esperanza en mi ciudad. Porque transformo a Rashgallivak, un buen hombre, en una herramienta debil y ciega. Por todo eso quiero que muera, quiero pisotearlo. Si lo mato ahora sere un cobarde y un asesino, no un justiciero.
Intento matarte. Sus asesinos te buscaban para liquidarte.
Lo se. Y por eso seria venganza personal matarle ahora.
Piensa en lo que haces, Nafai. Piensa.
No sere un criminal.
De acuerdo. Quieres salvar vidas. Solo hay una esperanza de salvar este mundo del exterminio que asolo la Tierra hace cuarenta millones de anos, y dejar con vida a este hombre anulara toda esperanza. ?Los mil millones de almas del planeta Armonia deben morir para que conserves las manos limpias? Te aseguro que esto no es un crimen ni un asesinato, sino justicia. Yo lo he juzgado y lo he encontrado culpable. El ordeno la muerte de Roptat, tu muerte, la muerte de tus hermanos y la muerte de tu padre. Planea una guerra que matara a millares y dejara a esta ciudad subyugada. No lo perdonas por misericordia, Nafai, porque solo su muerte sera misericordiosa para la ciudad y la gente que amas, solo su muerte mostrara misericordia al mundo. Lo perdonas por pura vanidad. Para mirarte las manos y verlas limpias de sangre. Te digo que si no matas a este hombre, la sangre de millones pesara sobre tu cabeza.
?No!
El grito de Nafai era aun mas desgarrador por ser silencioso, por estar encerrado en su mente.
La voz continuo, implacable: El indice abre la biblioteca mas profunda del mundo, Nafai. Con el, todo sera posible para mis servidores. Sin el, no tendre una voz mas clara que esta, constantemente alterada y distorsionada por tus temores, esperanzas y expectativas. Sin el indice yo no puedo ayudarte ni tu puedes ayudarme a mi. Mis poderes seguiran extinguiendose y mi ley perdera vigencia entre la gente, hasta que al fin regresara el fuego y otro mundo sera devastado. El indice, Nafai. Quita a este hombre lo que exige la ley y luego ve a buscar el indice.
Nafai cogio la espada energetica que colgaba del cinturon de Gaballufix.
No se matar a un hombre con esto. No apunala. No puedo apunalar el corazon con esto.
La cabeza. Cortale la cabeza.
No puedo, no puedo, no puedo.
Pero Nafai se equivocaba. Podia.
Cogio a Gaballufix por el cabello, le estiro el cuello. Gaballufix se movio. ?Se estaba despertando? Nafai casi le solto el cabello, pero Gaballufix pronto cayo de nuevo en su sopor. Nafai encendio la espada y la apoyo en el gaznate. La hoja zumbo. Aparecio un hilillo de sangre. Nafai apreto con mas fuerza, el hilillo se convirtio en una herida abierta y la sangre mojo la hoja con un siseo. Demasiado tarde para detenerse, demasiado tarde. Apreto con mas fuerza. La espada penetro. Hallo resistencia en el hueso, pero Nafai alzo la cabeza hasta abrir una brecha entre las vertebras. La hoja paso facilmente y la cabeza quedo libre.
Nafai tenia los pantalones y la camisa manchados de sangre, al igual que las manos y el rostro: salpicados, embadurnados. He matado a un hombre y sostengo su cabeza en las manos. ?Que soy ahora? ?Quien soy ahora? ?En que me diferencio de este hombre mutilado por mis manos?
El indice.
No podia soportar las ropas empapadas de sangre. En su desesperado afan de quitarselas, se las arranco y se enjugo la cara con la espalda de la camisa. Estas son las ropas que Luet me entrego cuando subi al bote en ese lugar bello y apacible, y ahora veo lo que hice con ellas.
Arrodillandose junto al cuerpo, dejando su ropa en el charco de sangre, comprendio que debido al declive de la calle y como la sangre brotaba del cuello, alejandose del cuerpo, las ropas de Gaballufix no estaban manchadas de sangre. Vomito y orina, si, pero no sangre. Nafai tenia que usar algo. El traje holografico no seria suficiente, pues por debajo estaria desnudo y descalzo.
Le repugnaba ponerse las ropas de Gaballufix, pero sabia que era necesario. Arrastro el cuerpo alejandolo de la sangre, lo desnudo con cuidado, tratando de no manchar la ropa. Tuvo nauseas al ponerse los pantalones frios y humedos, pero penso con desden que un hombre que acababa de matar como el lo habia hecho no podia andarse con remilgos. La orina de otro hombre en las piernas no era nada, ni el hedor del acido estomacal en la camisa y la coraza que Gaballufix usaba debajo. Ya nada es demasiado horroroso para mi, penso Nafai. Ya estoy perdido.
Lo unico que no pudo hacer fue colgarse la espada en la cintura, como habia hecho Gaballufix. En cambio limpio sus huellas del puno y la arrojo cerca de la cabeza. Se echo a reir. Alla van mis ropas, con las que hoy me vieron muchisimos testigos. ?Por que tratar de ocultarme, si las dejo alli?
Y las dejare alli, penso Nafai. Las dejo como si ese fuera mi propio cadaver. El disfraz de un nino. Ahora uso ropa de hombre. Y no de cualquier hombre. El hombre mas ruin y monstruoso que conozco. Sus ropas me quedan bien.
Se deslizo el manto del disfraz de soldado encima de la cabeza. No se sentia distinto, pero supuso que su apariencia habia cambiado. Se alejo del cadaver. No sabia adonde ir. No sabia nada.
Regreso hacia el cuerpo. Habia dejado algo, estaba seguro. Pero solo habia dejado la ropa y la espada. Asi que cogio la espada a pesar de todo, enjugo la sangre en su vieja ropa y se la calzo en el cinturon.
Podia seguir el viaje. Hacia la casa de Gaballufix, desde luego. Ahora lo sabia con certeza. Ahora pensaba con claridad. Los pantalones le enfriaban e irritaban las piernas. La coraza era pesada. Le costaba andar con la espada energetica. Esta era la sensacion de ser Gaballufix, penso Nafai. Esta noche soy Gaballufix.
Tengo que darme prisa. Antes de que hallen el cuerpo.
No. El Alma Suprema les impedira descubrir el cuerpo, al menos durante un rato. Hasta que por la manana haya tantas personas que el Alma Suprema no pueda influir sobre todas al mismo tiempo. Asi que tengo