habia perdido ninguna oportunidad. Cualquier negociacion hubiera llevado al mismo resultado.
—?Adonde lo llevamos? —pregunto Zdorab.
Excelente pregunta, penso Nafai. No puedo decirle que se lo daremos a los hijos de Wetchik, que aguardan en la oscuridad frente al Embudo.
—Tengo que mostrarselo al consejo del clan.
—?A estas horas de la noche?
—?Si, a estas horas de la noche! Los muy mamones me interrumpieron. Estaba de celebracion y los imbeciles quisieron ver el indice porque temian que esos asesinos, embusteros y ladrones hijos de Wetchik lo hubieran robado.
Zdorab carraspeo, agacho la cabeza y continuo la marcha, precediendo a Nafai en el pasadizo.
Conque a Zdorab no le gustaba que Gaballufix hablara asi de los hijos de Wetchik. Muy interesante. Pero no tan interesante como para que Nafai pensara en confiar sus problemas a Zdorab.
—?Mas despacio, maldito enano! —gruno Nafai.
—Si, senor —dijo Zdorab. Aminoro la marcha y Nafai lo siguio dando tumbos.
Llegaron a la puerta, donde el mismo hombre estaba de guardia. El hombre miro inquisitivamente a Zdorab. He aqui el momento, penso Nafai. Una senal entre ambos.
—Por favor, abrele la puerta al amo Gaballufix —dijo Zdorab—. Saldremos de nuevo.
La unica senal, comprendio Nafai, era que el guardian preguntaba si el hombre con traje holografico era Gaballufix, y Zdorab respondia asegurandole que aquel patan borracho que habia dentro del traje era el mismo que habia entrado antes.
—?Vas de juerga, senor? —pregunto el guardia. ;
—Parece que el consejo decidio imponer su autoridad esta noche —respondio Zdorab.
—?Quieres escolta? —pregunto el guardia—. Solo tenemos una veintena de hombres a mano, pero podemos llamar a algunos de Villa del Perro, si los necesitas.
—No —barboto Nafai.
—Solo pense… El consejo tal vez necesite un recordatorio, como la ultima vez.
—?Recordaran! —gruno Nafai, preguntandose a que se referia.
Zdorab precedio la marcha. Nafai salio a trompicones. La puerta se cerro detras.
Mientras recorrian las desiertas calles de Basilica, Nafai comenzo a comprender lo que acababa de conseguir. Despues de todos los fracasos de ese dia, acababa de salir de casa de Gaballufix con el indice. O al menos con un hombre que llevaba el indice.
—El aire es muy estimulante, ?verdad? —comento Zdorab.
—Mm —gruno Nafai.
—Es decir… pareces mas despejado.
Nafai comprendio que se habia olvidado de seguir en su papel de borracho. Pero era demasiado tarde para reiniciarlo. Seria estupido tropezar cuando Zdorab acababa de comentar que parecia menos ebrio. Asi que Nafai se detuvo, encaro a Zdorab y lo miro severamente. Claro que Zdorab no podia verle la expresion. No, el hombre tendria que imaginarla.
Al parecer Zdorab tenia una excelente imaginacion. De inmediato se intimido.
—Claro que tu cabeza estaba despejada antes. Es decir, tu cabeza esta siempre despejada, senor. Y esta noche tienes una reunion con el consejo del clan, asi que eso es bueno, ?verdad?
Maravilloso, penso Nafai.
—?Donde se reunira esta noche? —pregunto Zdorab. Nafai no tenia la menor idea. Solo sabia que tenia que reunirse con sus hermanos frente al Embudo.
—?Donde crees? —gruno—.
—Bien, es decir, es solo… me parecio que te dirigias hacia el Embudo, y… claro, podrian celebrar una reunion en Villa del Perro, solo que no es habitual… aunque por supuesto yo nunca voy. Bien podrian reunirse en un sitio diferente cada noche, solo que una vez oi mencionar una reunion del consejo en casa de tu madre, cerca de Puerta Trasera, pero eso fue solo… pudo haber sido solo por esa vez.
Nafai siguio caminando, dejando que Zdorab se enredara cada vez mas en su temor.
—?Oh, no! —exclamo Zdorab.
Nafai se detuvo. Si cojo el indice y echo a correr hacia la puerta, ?podre llegar antes de que el de la voz de alarma?
—Deje la boveda abierta —dijo Zdorab—. Estaba tan preocupado por el indice… Perdoname, senor. Se que la puerta solo debe estar abierta cuando yo estoy alli, y yo… cielos, acabo de recordar que tambien la deje abierta antes, cuando sali a recibirte. ?Que me sucede? Comprendere que me despidas despues de esto, senor. Nunca he descuidado la puerta de la boveda. ?Quieres que regrese a cerrarla? Con todos esos tesoros… nunca se sabe si algun sirviente… Senor, puedo regresar a la casa y volver aqui en pocos minutos, tengo los pies muy agiles, te lo aseguro.
Era la oportunidad perfecta para librarse de Zdorab: coger el indice, dejar que el hombre se fuera y salir del Embudo antes de que pudiera regresar. ?Pero y si era una treta? ?Y si Zdorab intentaba deshacerse de el para advertir a los soldados de Gaballufix que un impostor con traje holografico huia con el indice? No podia permitir que Zdorab se fuera hasta que hubiera cruzado la puerta.
—Quedate conmigo —ordeno Nafai. Noto con un escalofrio que su voz ya no se parecia a la de Gaballufix. ?Zdorab habia enarcado las cejas al oirle? ?Le llamaria la atencion la voz? Muevete, penso Nafai. Sigue andando y no digas nada. Apuro el paso. Zdorab, de piernas mas cortas, tuvo que andar al trote.
—Nunca he asistido a una reunion como esta, senor —dijo Zdorab. Ahora jadeaba por el esfuerzo—. No tendre que decir nada, ?verdad? Es decir, no soy miembro del consejo. ?Oh, que estoy diciendo! Quiza no me dejen presenciar la reunion, de cualquier modo. Simplemente aguardare fuera. Por favor, perdoname por estar tan nervioso, yo nunca… Paso el tiempo en la boveda y la biblioteca, haciendo cuentas y otros menesteres, y tienes que comprender que no salgo mucho, y como vivo solo converso poco, asi que lo unico que se sobre politica es lo que oigo por ahi. Toda la gente de la casa se enorgullece de trabajar para un hombre tan famoso. Pero es peligroso, ?verdad…? Considerando que esta noche han asesinado a Roptat. ?No temes por tu seguridad?
?De veras es tan tonto?, se pregunto Nafai. ?O sospecha que Gaballufix es el asesino de Roptat, y este es su torpe modo de tratar de sonsacar informacion?
De cualquier modo, Nafai pensaba que Gaballufix no responderia a estas preguntas, asi que mantuvo la boca cerrada. Al fin se aproximaban a la puerta.
Los guardias estaban muy alerta. Claro… Zdorab sospecharia si esta vez estuvieran distraidos. Nafai se maldijo por haber llevado a Zdorab. Tendria que haberse librado de aquel hombre cuando tuvo la oportunidad.
Los guardias ocuparon su puesto, sacando las pantallas de identificacion. Y tenian aspecto hurano. El traje de soldado transformaba a Nafai en enemigo, o al menos en rival. La pantalla de identificacion revelaria su verdadera identidad, pero como ahora Nafai era sospechoso de haber asesinado a Roptat no seria una gran ayuda.
Mientras el era presa de la indecision, Zdorab intervino.
—?No insistireis en que mi amo apoye el pulgar en esa pantallita, verdad? —gruno. Y puso su pulgar en la pantalla—. Ahi teneis. ?Sabeis quien soy? ?El tesorero de Gaballufix!
—La ley establece que todos deben apoyar el pulgar —declaro el guardia. Pero ahora parecia menos seguro. Una cosa era intercambiar miradas arrogantes con los soldados de Gaballufix y otra muy distinta enfrentarse al hombre en persona—. Lo siento, senor, pero perdere el trabajo si no lo exijo.
Nafai aun no se movia.
—Esto es un agravio —exclamo Zdorab—. Eso es. Miraba de soslayo a Nafai, pero no podia ver ninguna expresion en la impasible mascara holografica.
—Hay asesinos sueltos esta noche —murmuro el guardia—. Tu mismo denunciaste que el hijo menor de Wetchik asesino a Roptat, asi que debemos registrar a todos los que pasan.
Nafai avanzo un paso y tendio la mano hacia la pantalla. Sin embargo, al mismo tiempo acerco la cabeza al guardia y murmuro:
—?Y si el hombre que hizo esa denuncia tan absurdamente falsa era el mismo asesino?
El guardia se sobresalto ante la voz, sin entender las palabras. Miro la pantalla y vio el nombre que le