Todavia puede ordenar que maten a los cuadrumanos, ?me entiende? Cualquier informe de problemas o de disturbios, magnificado por sus paranoias geneticas, y… —dijo, con los ojos cerrados, mientras se masajeaba la frente con las yemas de los dedos.

—Ella puede ordenarlo. Pero, ?quien dice que usted tiene que llevarlo a cabo? Usted dijo que se preocupaba por los cuadrumanos. Tenemos que hacer algo —dijo Leo.

—?Que? —Yei abrio sus punos cerrados—. ?Que, que, que? Uno o dos, hasta yo podria adoptar uno o dos y nevarlos conmigo, sacarlos de contrabando por algun medio. ?Quien sabe? ?Y despues que? Si vivieran en un planeta conmigo, socialmente relegados como lisiados, anormales, imitantes… Tarde o temprano, llegarian a la madurez y entonces, ?que? ?Y que pasaria con los otros? ?Son un millar, Leo!

—Y si Apmad realmente ordenara que los exterminaran, ?que excusa encontraria entonces para no hacer nada?

—Oh, vayase —protesto—. Usted no llega a apreciar las complicaciones de la situacion. Ninguna. ?Que cree que puede hacer una persona? Yo tenia mi propia vida, antes de que este empleo la devorara. Di seis anos, cinco anos y nueve meses mas que usted. Di todo lo que pude. Estoy agotada. Cuando salga de este agujero, no querre volver a oir hablar de cuadrumanos en toda mi vida. No son mis hijos. Yo no tuve tiempo de tener hijos.

Se froto los ojos con enojo y respiro profundamente. ?Lagrimas? ?O solo bilis? Leo no lo sabia. Tampoco le importaba.

—No son los hijos de nadie —dijo Leo—. Ese es el problema. Son una especie de… huerfanos geneticos o algo asi.

—Si no va a decir nada util, por favor vayase —repitio Yei. Con una mano senalo el monton de papeles—. Tengo mucho trabajo por hacer.

Leo nunca le habia pegado a una mujer desde que tenia cinco anos. Se retiro, temblando.

Recorrio los pasillos en direccion a su dormitorio, mientras intentaba calmarse. ?Que era lo que esperaba obtener de Yei, de todas maneras? ?Alivio de responsabilidades? ?Iba a poner su conciencia sobre su escritorio, como habia hecho Bruce, y decir «Cuidela»?

Y sin embargo, sin embargo, sin embargo… Tendria que haber una solucion en alguna parte. Podia sentirlo, como si le apretaran las entranas, una frustracion creciente. El problema que se negaba a desintegrarse, la solucion evasiva… Habia solucionado problemas de ingenieria que, al principio, se presentaban como paredes solidas, imposibles de trepar. No sabia de donde venian los saltos mas alla de la logica que los habian resuelto. Lo unico que sabia era que no era un proceso consciente, no importaba el esmero que pusiera para esquematizarlo post facto. No podia solucionarlo y no podia deshacerse de el. Por el contrario, insistia en atraparlo, al igual que uno intenta atrapar un cangrejo, en una locura compulsiva. Las ruedas giraban, sin impartir ningun movimiento.

—Esta aqui —murmuro, mientras se tocaba la cabeza—. Puedo sentirlo. Solo que… no puedo… verlo…

Tenian que salir del espacio local de Rodeo como fuera. Hasta ahi, todo estaba claro. Todos los cuadrumanos. Aqui no habia ningun futuro. Era una organizacion legal muy peculiar. ?Que podia hacer? ?Secuestrar una nave de Salto? Pero las naves de transporte de personal no llevaban mas de trescientos pasajeros. Tambien se imaginaba llevando un… ?Un que? ?Un arma? No tenia una pistola. Lo unico que podia encontrar en su bolsillo era un destornillador… Eso es, apuntar con el destornillador a la cabeza del piloto y gritar: «Llevenos hasta Orient IV». Alli lo arrestarian de inmediato y lo pondrian en prision durante los proximos veinte anos, por pirateria. Y los cuadrumanos quedarian solos para hacer… ?Para hacer que? Ni en suenos podria secuestrar tres naves al mismo tiempo y ese era el numero minimo necesario.

Sacudio la cabeza.

—Alguna posibilidad —murmuro Leo—. Alguna posibilidad… alguna posibilidad…

Orient IV no querria a los cuadrumanos. Nadie iba a quererlos. ?Cual seria su futuro aun si lograran liberarse de Galac-Tech? Huerfanos gitanos, alternativamente ignorados, explotados o maltratados, por su dependencia del estrecho medio de instalaciones espaciales en la cadena de la humanidad. Hablemos de las trampas de la tecnologia. Se imaginaba a Silver… No le costaba mucho imaginarse a que tipo de explotacion seria sometida, con esa cara tan bonita y ese cuerpo hermoso. No habria lugar para ella alli afuera…

?No! Leo nego en silencio. El universo era tan enorme. Tenia que haber un lugar. Un lugar que les fuera propio, lejos, lejos de las trampas de la llamada civilizacion humana. Las historias de otros experimentos sociales utopicos anteriores no eran alentadoras, pero lo cuadrumanos eran excepcionales, en todo sentido.

En una fraccion de segundo, tuvo una idea. No surgio como una cadena de razonamiento, mas palabras, palabras, palabras, sino como una imagen, completa desde el primer momento, inherente, coherente, holistica, gestaltiana, inspirada. Todas las horas de vida que le quedaban serian una exploracion lineal de su plenitud.

Un sistema estelar con una estrella M, G o K, suave, estable. A su alrededor, un gigante gaseoso joviano con un anillo de metano e hielo, de donde extraer oxigeno, agua, nitrogeno e hidrogeno. Y, lo mas importante de todo, un cinturon de asteroides.

Y otras tantas carencias igualmente importantes. Ningun planeta similar a la Tierra orbitando alli, que atrajera la competencia. Ninguna ruta de naves de importancia estrategica para cualquier conquistador potencial. La humanidad paso por cientos de sistemas similares, en la incesante busqueda de nuevas Tierras. Desaparecieron, junto con sus mapas.

Una cultura cuadrumana que se expandiera por el cinturon desde su base inicial. Una sociedad de cuadrumanos, por los cuadrumanos, para los cuadrumanos. Se harian excavaciones en la roca, para protegerse de la radiacion y para encerrar el precioso aire. Excavaciones que se expandirian, a salto de rana, de una roca a la otra, en donde se construirian nuevos hogares. Habria minerales alrededor, muchos mas de los que llegarian a necesitar. Todas las granjas de Hidroponia para Silver. Un nuevo mundo a construir. Un mundo espacial que hiciera que la Estacion Morita pareciera un juguete.

—?Bien! —los ojos de Leo se abrieron de placer—. Despues de todo, es un problema de ingenieria.

Quedo suspendido en el aire, pensativo. Afortunadamente, no habia nadie en el pasillo en ese momento. Si no habrian pensado que estaba loco o drogado.

La solucion habia estado ante sus ojos todo el tiempo, invisible, hasta que el habia cambiado. Se rio con demencia, poseido. Se entrego a su proyecto sin reservas. Por completo. No habia limites para lo que podia hacer un hombre, si se entregaba por completo y no cedia en nada.

No retroceder, no mirar hacia atras, ya que no habria manera de volver atras. Desde un punto de vista literal y medico, esa era la clave de la cuestion. Los hombres se adaptaban a la caida libre. Era justamente volver hacia atras lo que los convertia en lisiados.

—Yo soy un cuadrumano —murmuro Leo, con sorpresa. Se miro las manos. Apreto y aflojo los dedos—. No soy mas que un cuadrumano con piernas.

No iba a retroceder.

En cuanto a la base inicial, ya estaba volando en ella en ese preciso instante. Solo era necesaria una reconfiguracion. La cadena de pensamientos se aboco a las posibilidades, con demasiada velocidad como para analizarlas. No necesitaba secuestrar una nave espacial. Ya estaba en una. Todo lo que necesitaba era un poco de energia.

Y la energia estaba al alcance de la mano en la orbita de Rodeo. En este momento la estaban desperdiciando gratuitamente para sacar productos petroquimicos de la orbita. ?Que podia representar una masa petroquimica, comparada con una parte del Habitat Cay? Leo no lo sabia, pero si podia averiguarlo. Los numeros estarian de su parte, de todos modos, mas alla de cuales fueran las magnitudes precisas.

Los propulsores de carga podrian trasladar el Habitat, si fuera reconfigurado apropiadamente, y cualquier cosa que pudieran trasladar los propulsores tambien podria trasladar una de las monstruosas naves de Salto. Todo estaba alli. Todo lo necesario para la conquista.

Para la conquista… 84

8

Leo tuvo que merodear durante una hora por el Habitat hasta que pudo ver que Silver estaba sola, en una

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