trabajo pasaran a realizarlo ellos mismos.

Van Atta se lamio los labios y enarco las cejas, como si estuviera disfrutando una broma salaz. Leo no lamentaba no encontrarle la gracia.

Leo dio media vuelta y cruzo los brazos.

—El Sindicato del Espacio creera que esto es trabajo de esclavo —dijo finalmente.

—El Sindicato le va a dar nombres peores que ese. Su productividad va a parecer enferma —argumento Van Atta—. No son mas que palabras. Estos pequenos chimpances estan tratados con la mayor seguridad. Galac- Tech no podria tratarlos mejor si estuvieran hechos de platino solido. Usted y yo haremos un buen equipo, Leo.

—Ah —contesto Leo, y no dijo nada mas.

2

La burbuja de observacion a un lado del Habitat Cay tenia un televisor, para alegria de Leo. Y ademas, no estaba ocupada en ese momento. Su cuarto no tenia un puesto de observacion. Decidio introducirse en la burbuja. Su cronograma le permitia ese dia libre, para recuperarse de la fatiga del viaje antes de que comenzara su curso. Una buena noche en caida libre ya habia mejorado su mente con respecto al dia anterior, despues del «recorrido de desorientacion» —era el unico nombre que se le ocurria— que le habia proporcionado Van Atta.

La curva del horizonte de Rodeo dividia en dos la vision desde la burbuja. Mas alla estaba la vasta masa de estrellas. Justo en ese momento, una de las pequenas lunas de Rodeo cruzaba el panorama frente a sus ojos. Un brillo sobre el horizonte le llamo la atencion.

Ajusto el televisor para tener un primer plano. Una nave de Galac-Tech traia una carga gigante. Probablemente, productos quimicos refinados o plasticos destinados a la Tierra, donde el petroleo se habia agotado. Una serie de cargas similares flotaba en orbita. Leo las conto. Una, dos, tres… seis y una mas hacian siete. Dos o tres pequenos remolcadores tripulados comenzaban ya a agrupar los cargamentos, que tendrian que ser almacenados y adosados a una de las grandes unidades propulsoras orbitales.

Una vez agrupados y sujetos a la unidad propulsora, los cargamentos se dirigirian hacia el distante punto de salida que daba acceso al espacio local de Rodeo. Una vez comunicadas la velocidad y la direccion, la, unidad propulsora se desprenderia y volveria a la orbita de Rodeo para la proxima carga. El bulto de carga no tripulado seguiria hacia su objetivo, el primero en una larga serie que se extendia desde Rodeo hasta la anomalia en el espacio que era el punto de acople.

Una vez alli, las cargas serian capturadas y desaceleradas por una unidad propulsora similar y las pondrian en posicion para el Salto. Entonces, empezarian a funcionar las grandes naves de Salto, unos transportadores de carga tan especialmente disenados para esta tarea como las unidades de propulsion. Estos transportadores de carga monstruosos no eran mas que un par de generadores de campo Necklin en sus cubiertas protectoras, preparados para su ubicacion alrededor de una constelacion de bultos de carga: un par de brazos propulsores comunes y una pequena camara de control para el piloto y sus auriculares neurologicos. Sin los bultos de carga adosados, las grandes naves de Salto le recordaban a Leo algun insecto extrano, de patas largas.

Cada piloto de Salto, conectado neurologicamente a su nave para navegar las realidades ondulatorias de los agujeros de gusano del espacio, hacia dos entregas diarias. Entraban a Rodeo sin carga y volvian a salir con cargamento, seguido de un dia libre. A los dos meses de actividad tenian una licencia obligatoria de un mes sin sueldo en condiciones de gravedad. En realidad, los Saltos agotaban mas a los pilotos que la condicion de ingravidez. Los pilotos de las rapidas naves de pasajeros, como la que habia usado Leo el dia anterior, decian que los pilotos de las grandes naves de Salto de carga eran simples acopladores de carga y pilotos de calesitas. Los pilotos de carga, a su vez, decian que los pilotos de pasajeros eran esnobs.

Leo sonrio y observo el tren de riqueza que se deslizaba por el espacio. No habia ninguna duda al respecto. El Habitat Cay, por mas fascinante que fuera, no era mas que la punta del iceberg de toda la operacion de Galac- Tech en Rodeo. Tan solo el cargamento que se hacia en ese momento podia mantener a toda una ciudad llena de viudas y huerfanos en buenas condiciones durante un ano y, aparentemente, no era mas que uno de los eslabones de una cadena interminable. La produccion basica era como una piramide invertida. Los del apendice inferior sostienen una montana cada vez mas grande. Era algo que, en general, le producia a Leo mas orgullo secreto que irritacion.

—?Senor Graf? —Una voz aguda interrumpio sus pensamientos—. Soy la doctora Sondra Yei, directora del departamento de psicologia y capacitacion del Habitat Cay.

La mujer, que hablaba desde la puerta, llevaba un uniforme verde palido de la compania. Era feucha, pero agradable. Rondaba la mediana edad. Tenia brillantes ojos mongolicos, nariz ancha, y tanto los labios como el color de piel eran cafe con leche, caracteristico de su mezclada herencia racial. Entro en la habitacion, con los movimientos relajados y concisos de una persona acostumbrada a la caida libre.

—Ah, si. Me dijeron que queria hablarme. —Espero gentilmente a que ella se sujetara bien antes de estrecharle la mano.

Leo hizo un gesto en direccion al televisor.

—He tenido una interesante vision de las cargas orbitales que se realizan alli fuera. Me da la impresion que ese podria ser otro trabajo para sus cuadrumanos.

—Seguro. Lo han estado haciendo desde hace casi un ano. —Yei sonrio con satisfaccion—. ?De manera que no le parece tan dificil la adaptacion a los cuadrumanos? Eso es lo que sugeria su perfil psiquico. Bien.

—Oh, los cuadrumanos no son un problema. —Leo se abstuvo de explicar su turbacion. De todas maneras, no creia que pudiera expresarlo con palabras—. Solo me sorprendieron, al principio.

—Es comprensible. ?Cree que tendra problemas para ensenarles?

Leo sonrio.

—No pueden ser peores que el grupo de estibadores que prepare en el programa Jupiter Orbital —No me referia a que ellos le plantearan problemas. —Yei sonrio nuevamente—. Usted vera que son estudiantes muy inteligentes y aplicados. Rapidos. Literalmente, son buenos chicos. Y es de eso de lo que quiero hablar.

Se detuvo como si estuviera organizando sus ideas, al igual que los distantes propulsores de carga.

—Los profesores y los preparadores de Galac-Tech desempenan un poco el papel de padres aqui, en esta familia del Habitat. Si bien los cuadrumanos no tienen padres, ellos mismos tendran que serlo algun dia. Y, en realidad, algunos ya lo son. Desde un comienzo, nos esforzamos muchisimo en asegurar que se les brindaran los modelos de responsabilidad adulta estable. Pero todavia son ninos. Lo estaran observando muy de cerca. Quiero que sea consciente y que los cuide. Ellos aprenderan algo mas que soldadura con usted. Tambien observaran y adoptaran sus otras pautas de comportamiento. En resumen, si usted tiene malos habitos (y todos nosotros los tenemos), debe dejarlos en su planeta durante el periodo de su estancia. En otras palabras —Yei continuo—, cuidese. Fijese en su lenguaje. Por ejemplo, uno de los miembros del personal una vez utilizo el cliche «escupir en el ojo» en un determinado contexto… No solo les causo hilaridad, sino que se convirtio en una epidemia entre los cuadrumanos mas jovenes, que costo muchas semanas erradicar. Ahora bien. Usted estara trabajando con ninos mayores, pero el principio sigue siendo el mismo. Por ejemplo, ?ha traido algun material de lectura consigo? Peliculas dramaticas, discos de informacion, lo que sea.

—No soy un buen lector —dijo Leo—. Solo tengo el material de mi curso.

—La informacion tecnica no me concierne. Con lo que hemos tenido problemas ultimamente es con la ficcion.

Leo levanto una ceja y sonrio.

—?Pornografia? No se si habria que preocuparse por eso. Cuando yo era nino, siempre nos pasabamos…

No, no, pornografia no. De todas maneras, no creo que los cuadrumanos entiendan de que se trata. Aqui la sexualidad es un tema abierto, parte de su capacitacion social. Biologia. Me preocupa mucho mas la ficcion que esconde valores falsos o peligrosos detras de colores atractivos o de historias partidistas.

Leo fruncio el ceno, cada vez mas sorprendido.

—?Nunca les han ensenado historia a estos chicos? ?Nunca les han permitido que leyeran cuentos…?

—Por supuesto que si. Los cuadrumanos estan bien provistos de ambos. Solo se trata de una cuestion de

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