enfasis correcto. Por ejemplo, una tipica historia para los planetarios, digamos sobre el asentamiento del Orient IV, en general, le dedica unas quince paginas al ano de la Guerra de Hermanos, una curiosa aberracion social. Y aproximadamente dos a los cien anos de asentamiento y construccion del planeta. Nuestros textos dedican un parrafo a la guerra. Pero la construccion del tunel monocarril Witgow, con sus consiguientes beneficios economicos para ambos lados, cuenta con cinco paginas. En resumen, damos mas enfasis a lo comun que a lo raro, a la construccion que a la destruccion, a lo normal a expensas de lo anormal. De manera que los cuadrumanos nunca puedan pensar que de ellos se espera lo anormal. Si desea leer los textos, pienso que comprendera la idea rapidamente.

—Yo… Si, pienso que seria mejor —murmuro Leo. El grado de censura que se le imponia a los cuadrumanos, segun la breve descripcion de Yei, le irritaba. Pero, al mismo tiempo, la idea de un texto que dedicaba secciones completas a grandes trabajos de ingenieria le daban ganas de ponerse de pie y brindar. Reprimio su confusion detras de una sonrisa—. En realidad, no he traido nada a bordo —dijo para calmarla.

La doctora le hizo recorrer los dormitorios y las habitaciones supervisadas de los cuadrumanos mas jovenes.

Los mas pequenos eran los que mas asombraban a Leo. Parecia haber tantos… Tal vez le daba esa impresion porque se movian muy rapido. Habia unos treinta chicos de unos cinco anos que saltaban en el gimnasio de caida libre como si fueran pelotas de ping pong. Mientras tanto, la encargada de cuidarlos, una mujer a la que llamaban Mama Nula, y dos cuadrumanos adolescentes que le ayudaban los hacian salir de su clase de lectura. Pero entonces, ella dio unas palmadas y puso musica y los ninos representaron un juego, o una danza —Leo no estaba muy seguro—, mientras lo miraban de reojo y se sonreian. El juego consistia en crear una especie de icosaedro en el aire, como si fuera una piramide humana, solo que mas compleja. Todos de la mano, cambiaban formaciones al ritmo de la musica. Se oyeron unos gritos de desesperacion cuando uno de los pequenos resbalo y echo a perder la formacion del grupo. Cuando se alcanzaba la perfeccion, todo el mundo ganaba. Leo no podia evitar que el juego le gustara. Cuando observo que Leo se reia al ver como los cuadrumanos se arremolinaban a su alrededor, la doctora Yei parecio irradiar felicidad.

Pero al finalizar el recorrido, lo estudio, con una sonrisa.

—Senor Graf, sigue estando preocupado. ?Esta seguro de no esconder ningun complejo de Frankenstein con todo esto? Esta bien que lo admita ante mi. Por cierto, me gustaria que me hablara de eso.

—No se trata de eso —dijo Leo pausadamente—. Es solo que… Bueno, en realidad, no puedo objetar nada a la manera en que intenta que aprendan a agruparse, dado que viviran toda la vida en estaciones espaciales muy pobladas. Estan muy bien disciplinados, para la edad que tienen. Eso tambien es bueno…

—Mas bien vital para su supervivencia en un medio espacial.

—Si… pero, ?que me dice de su autodefensa?

—Tendra que explicarme a que se refiere, senor Graf. ?Defenderse de que?

—Bueno, me da la impresion de que tuvo exito en la educacion de alrededor de mil fenomenos tecnicos. Son ninos agradables, pero, ?no son un poco… afeminados? —Se estaba hundiendo cada vez mas. La doctora habia dejado de sonreir y ahora fruncia el ceno—. Quiero decir… parecen estar maduros para ser explotados por… por alguien. ?Todo este experimento social fue idea suya? Parece ser el sueno femenino de una sociedad perfecta. Todos se comportan tan bien.

Leo se sintio incomodo al darse cuenta de que no habia sabido expresarse bien, pero seguramente la doctora comprenderia la validez…

Ella suspiro profundamente y bajo la voz. Tenia una sonrisa fija en la boca.

—Permitame que se lo explique claramente, senor Graf. Yo no invente a los cuadrumanos. Me asignaron aqui hace seis anos. Son los especialistas de Galac-Tech los que piden una socializacion maxima. Pero yo los herede. Y me preocupo por ellos. No es su trabajo, ni su problema, entender su situacion legal, pero a mi me preocupa en gran medida. Su seguridad reside en su socializacion. Usted parece estar al margen de los prejuicios comunes contra los productos de la ingenieria genetica!

Pero hay muchos que no lo estan. Hay jurisdicciones planetarias donde este grado de manipulacion genetica de los seres humanos seria incluso ilegal. Dejemos que esa gente, tan solo una vez, descubra que los cuadrumanos son una amenaza y… —Cerro los labios para no seguir haciendo confidencias y volvio a su tono autoritario—. Dejeme que se lo explique asi, senor Graf. El poder para aceptar o rechazar al personal instructor en el Proyecto Cay esta en mis manos. El senor Van Atta puede haberlo llamado, pero yo puedo hacer que lo transfieran. Y lo hare sin dudar si usted no cumple con el discurso o el comportamiento que indican las normativas del departamento psiquico. Espero que quede claro.

—Si, totalmente claro —dijo Leo.

—Lo siento —respondio sinceramente—. Pero hasta que haya pasado un tiempo en el Habitat, debe abstenerse de hacer juicios prematuros.

Soy un ingeniero de pruebas, senora, penso Leo. Mi trabajo consiste en hacer juicios todo el dia. Pero no dijo lo que pensaba en voz alta. Lograron alcanzar un tono de leve cordialidad.

El video de entretenimiento se llamaba Animales, Animales, Animales. Silver volvio a pasar la secuencia de los «Gatos» por tercera vez.

—?Otra vez? —dijo Claire, que tambien se encontraba en la sala de video.

—Solo una mas —le rogo Silver. Abrio la boca ante la fascinacion que le produjo ver aparecer el persa negro en la pantalla. Pero por respeto a Claire, bajo la musica y la narracion. La criatura estaba acurrucada, lamiendo leche de un recipiente. Estaba adherida al suelo, por el efecto de la gravedad terrestre. Las gotitas blancas que le caian de la lengua rosada volvian a caer en el recipiente, como si estuvieran magnetizadas.

—Me gustaria tener un gato. Parecen tan suaves…

Silver extendio la mano inferior derecha para acariciar la imagen de tamano natural. No habia ninguna sensacion tactil. Solamente podia ver como la pelicula coloreada le acariciaba la piel. Con la mano toco al gato y suspiro.

—Mira, uno lo puede tener en sus brazos como a un bebe. —El video mostraba ahora al dueno terrestre del gato que lo recogia en sus brazos. Los dos parecian presumidos.

—Bueno, tal vez te permitan tener un bebe pronto —dijo Claire.

—No es lo mismo —le contesto Silver. Sin embargo, no podia dejar de mirar con cierta envidia a Andy, que dormia acurrucado cerca de su madre—. Me pregunto si alguna vez tendre la oportunidad de descender del espacio.

—?Para que? —le pregunto Claire—. ?A quien le gustaria? Parece tan incomodo. Y ademas peligroso.

—Los terrestres se las apanan. De todas maneras, todas las cosas interesantes parecen venir de los planetas. Y las personas interesantes, tambien, agrego con el pensamiento. Recordo su ex profesor, el senor Van Atta. Tambien al senor Graf, a quien habia conocido mientras cumplia su turno matutino en Hidroponia. Otro alguien con piernas que visitaba varios lugares y hacia que sucedieran cosas. Van Atta habia dicho que habia nacido .en el viejo planeta Tierra.

De pronto, se oyo un golpe sordo en la puerta de la burbuja a prueba de ruidos. Silver la abrio con su control remoto. Siggy, con la camiseta y los shorts amarillos del personal de Mantenimiento de los Sistemas de Aire, asomo la cabeza.

—Todo arreglado, Silver.

—Muy bien. Pasa.

Siggy entro en la camara. Ella volvio a cerrar la puerta. Siggy se dio la vuelta, saco una herramienta de un bolsillo del cinturon y trabo el mecanismo de la puerta. Dejo todo de manera tal que, en caso de urgencia, cualquiera pudiera entrar. Como por ejemplo, que la doctora Yei golpeara la puerta y les preguntara que estaban haciendo. Silver ya habia sacado la cubierta trasera del aparato de holovision. Siggy paso junto a ella y conecto el distorsionador electronico casero. Cualquiera que intentara monitorizar lo que ellos estaban mirando no obtendria mas que estatica.

—Es una gran idea —afirmo Siggy con entusiasmo.

Claire no parecia estar tan segura.

—?Estas seguro que no nos meteremos en demasiados problemas si nos atrapan?

—No veo por que —espeto Silver—. El senor Van Atta desconecta la alarma de humo en su recinto cuando

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